10 negocios de éxito mundial que buscan su “media naranja” en España
Desde hace años, Estados Unidos, Francia o Italia han sido mercados referencia para aquellos emprendedores en busca de ideas de negocio innovadoras. Y es que, a la hora de entrar a formar parte del sistema de la franquicia, el inversor tiene la posibilidad de barajar distintas opciones, adecuándolas a su situación personal y las características del mercado destino.
De una parte, la opción más segura: adquirir una franquicia de una cadena, nacional o no, que ya esté instalada en el territorio nacional. Una alternativa a todas luces sencilla, que incluye el apoyo de un grupo de profesionales con vasta experiencia, y ciertas garantías de éxito, avaladas por la trayectoria y la proyección de futuro de la enseña en cuestión.
Pero, por otra parte, un inversor o emprendedor puede decidirse por importar un concepto de negocio que haya obtenido unos buenos resultados en el extranjero, pero que aún no tenga presencia en España. Una alternativa que a priori puede parecer más “engorrosa”, pero que reporta beneficios únicos: la posibilidad de convertirse en master franquiciado, adquiriendo la responsabilidad de la expansión en una zona concreta y gestionando los designios de una marca de éxito para todo el territorio nacional.
Primeros pasos para ser Master Franquiciado
Sin embargo, ¿Cómo saber cuando se está preparado para embarcarse en una aventura de este calibre? Sobra decir que este tipo de iniciativas están reservadas para emprendedores curtidos en el ámbito empresarial, con sobrada experiencia en todo lo que concierne a la puesta en marcha y gestión de un negocio. Algo más, por lo tanto, que contar con una importante capacidad inversora.
En primera instancia, para importar un negocio desde extranjero es necesario dedicar mucho tiempo al estudio de oportunidades. Entre otras cosas, no estaría de más desplazarse al lugar de origen y a aquellos en los que triunfa una marca, y “empaparse” del concepto, en todos los sentidos.
Hay que tener en cuenta que, el hecho de que un negocio triunfe en el extranjero no es garantía para que también lo haga en el territorio nacional. En este sentido, existen fórmulas para estudiar la viabilidad de un proyecto y llegar a una conclusión: convertirse en master franquiciado para desarrollar la marca bajo las directrices de la enseña internacional o crear una nueva cadena partiendo de una idea adaptada a las necesidades del cliente español.
Sin duda, dado que vivimos en un mundo globalizado y hacerse hueco en un mercado tan competitivo no es tarea sencilla, contar con un modelo de negocio ya probado supone una gran ayuda para el emprendedor. No sólo porque se beneficiará de todo el apoyo por parte de la central, etc. etc. sino porque tendrá la posibilidad de obtener una valiosa información: conocer cual es la clientela potencial del concepto, su nivel económico, la respuesta del público a los precios, la publicidad, la rentabilidad estimada… entre otras “miles” de cosas.
Al mismo tiempo, también pueden obtenerse datos sobre las barreras que encontraron los pioneros al poner en marcha el proyecto empresarial, una información que no hay que desdeñar puesto que da muchas pistas sobre las dificultades que puede encontrar el emprendedor español y como superarlas.
En un sentido más práctico, es necesario hacerse diversas preguntas tales como ¿Cuál es el perfil del consumidor tipo del país de origen de la idea de negocio? ¿Tiene unos gustos y costumbres similares a las nuestras? Si no es así, ¿cómo podemos adaptarlo al público español? ¿Va a ser posible?
Conceptos que son “caballo ganador”
De entre los cientos de negocios que operan en otros mercados internacionales bajo el signo de la franquicia, existe un grupo que destaca por encima del resto. Son las oportunidades de negocio que encabezan los rankings principales a nivel mundial, que ocupan los primeros puestos entre las franquicias que más facturan, las más importantes de Europa, Estados Unidos…
En este caso, España es uno de los mercados más atractivos para las redes de franquicias extranjeras. El elevado número de enseñas que operan, el porcentaje de cadenas que consolidan su estructura cada año y la cálida bienvenida que suele dar el territorio nacional a enseñas de signo extranjero, son algunos de los factores que animan a las compañías internacionales a instalarse en nuestro país. Casi siempre de la mano de un master franquiciado que facilite el aterrizaje con sus conocimientos.
A continuación, presentamos una cuidada selección de cadenas de franquicias que triunfan en otros mercados y que aún no han conseguido instalarse en España.
Papa John’s
La famosa cadena de pizzerías norteamericana nació en 1985 y comenzó su actividad franquiciadora tan sólo un año después, demostrando una capacidad de crecimiento que le ha situado en el 10º puesto del ranking mundial de franquicias que cada año realiza la publicación especializada en negocios Entrepreneur.
Pero, ¿Qué ofrece a sus inversores? Además de un concepto probado, un método de gestión empresarial que ofrece buenos resultados y una imagen de marca más que consolidada, la cadena se compromete con el master franquiciado a solucionar uno de los aspectos más importantes a la hora de desarrollar una red de hostelería: la provisión de alimentos. Así, antes de acometer la expansión, los responsables de la central se trasladan al país para encontrar los proveedores más adecuados y llegar a un acuerdo con ellos.
En cifras, Papa Johns cerró el año 2006 con 3.026 restaurantes repartidos por casi una treintena de países, el 19 por ciento en propiedad y el resto en franquicia. En el mercado latino, la enseña está presente en Perú, Costa Rica, Venezuela, México… mientras que también desarrollar su concepto en el vecino Portugal, unos destinos que hacen pensar que el negocio se encontraría como “pez en el agua” en el territorio nacional. De hecho, el año pasado fuentes de la cadena identificaban España como uno de los asuntos pendientes en términos de expansión para la red de pizzerías.
Cold Stone Creamery
Ocupando el puesto 14º en el ranking mundial de franquicias anteriormente citado, continúa su expansión internacional esta cadena norteamericana de heladerías que a día de hoy acumula más de 1.400 establecimientos. Su concepto de negocio, basado en la venta de un producto tan popular como el helado, facilita la implantación en cualquier cultura.
¿Por qué Cold Stone Creamery? Pues porque se trata de una cadena que ha acumulado un magnífico potencial de expansión que aún no ha sido realmente “aprovechado”. Es decir, a pesar de contar con todas las garantías de éxito, la marca aún está planeando a fondo su implantación masiva en otros mercados. Una estrategia que podría favorecer a un emprendedor interesado en importar esta oportunidad de negocio.
Según datos oficiales de la enseña, poner en marcha una franquicia supondría un desembolso cercano a los 250.000 euros.
Chem-Dry Carpet Drapery
También desde Estados Unidos se presenta esta cadena de franquicias especializada en la limpieza de alfombras, un concepto sencillo que ha permitido a la compañía implantarse en 50 países con más de 4.000 establecimientos. A pesar de este éxito, se trata de una iniciativa empresarial que todavía no ha tenido cabida en el mercado nacional.
A la espera de encontrar un emprendedor capacitado e interesado en realizar la importación del proyecto y su expansión en nuestro país, la cadena adelanta que la inversión inicial oscila entre los 40.000 y los 200.000 euros, contando además con la ventaja de que no necesita local (en el caso de prestar el servicio básico).
Pro et Cie
En esta ocasión, presentamos una oportunidad cuyo origen se sitúa en la vecina Francia y que aún no ha descubierto las bonanzas del mercado nacional. Se trata de una cadena de franquicias especializada en la venta de electrodomésticos, un concepto hasta ahora desconocido en España bajo la fórmula de la franquicia.
Con más de 1.500 establecimientos instalados en su país de origen, la enseña ya he realizado su primera avanzadilla por Europa, instalándose en países aledaños como Bélgica. No sería de extrañar que la enseña estuviera pensando aprovechar las afinidades entre ambos mercados para cruzar la frontera con su concepto, siempre de manos de un emprendedor.
Foto Quelle
Desde Alemania presentamos esta cadena de franquicias especializada en fotografía, que actualmente opera en el ámbito europeo en 15 países, que colaboran con la cuarta parte del volumen de facturación total de la empresa a fin de año. Una participación extranjera que la enseña pretende aumentar, según confirman fuentes de la propia compañía.
De hecho, la internacionalización se ha convertido en la estrategia principal de crecimiento de esta cadena, que cuenta en total con más de 4.000 establecimientos como tal y unos 1.800 socios concesionarios.
Con unos orígenes que se remontan a 1917, esta cadena italiana de pequeños supermercados conforma otra de las oportunidades francamente susceptible de instalarse en el territorio nacional. A pesar de que el sector de la alimentación es sumamente competitivo, tanto en España como en Italia, las superficies modestas continúan teniendo su propio espacio.
De hecho, en el país trasalpino la enseña cuenta con 210 puntos de venta propios y más de 1.200 franquiciados, un número de establecimientos que da una muestra fiable del bagaje de la empresa, que aún no se ha decidido a expandirse más allá de sus fronteras.
Chemex International
Por otra parte, esta cadena de franquicias nacida en Inglaterra se ha especializado la venta y distribución de productos de limpieza. Con un concepto que no precisa de local habilitado, la enseña ya ha llevado a cabo una incursión internacional, instalándose en Bélgica, Holanda, Irlanda… e incluso Chipre.
Cabe pensar que, como oportunidad de negocio, podría adaptarse a la perfección en un mercado nacional de la franquicia donde, de momento, no existe un concepto similar.
Supercuts
Para finalizar, volvemos a Estados Unidos para presentar una de las cadenas especializada en belleza y peluquería más internacionales. Con más de 1.400 establecimientos en su haber, la enseña ha sabido adaptar su concepto al mercado inglés y, en los últimos años, al canadiense.
Aunque aún no tiene presencia en ningún otro mercado, desde la central no niegan su interés por proseguir expandiendo su concepto por otras latitudes, siempre con el respaldo de un emprendedor capacitado para adaptar el proyecto al país destino.
Chocolate Graphics
Desde Australia, presentamos una oportunidad de negocio tan dulce como rentable que, además, a día hoy ofrece sus servicios en casi todo el mundo. Su concepto de negocio se basa en la elaboración de productos de chocolate con gráficos de alta definición y relieves, también en chocolate.
La enseña, a través de la figura del master licenciado, está presente en un total de 32 países, entre los que se encuentran China, Dinamarca, Grecia, Polonia, Malasia, EE.UU., Rusia, Corea… pero no España.
Krispy Kreme
Para concluir, una cadena de franquicias de origen norteamericano que se ha especializado como fabricante y distribuidor nacional de donuts de calidad, incluso patentando el primer Donet caliente de azúcar glaseado.
La compañía, que fue fundada en 1937, está presente en países como Canadá, Australia, México y Gran Bretaña, mientras continúa desarrollando un plan de expansión que bien podría situar sus productos en el territorio nacional. Sus cifras, más de 7,5 millones de donuts fabricados cada día, hablan por si solas del éxito de la franquicia.
Una nutrida selección de negocios que se podrían incorporar al mercado nacional de la franquicia y registrar un notable éxito -si se tiene en cuenta que se trata de productos o servicios desconocidos hasta ahora en nuestro país- siempre, por supuesto, estudiando previamente hasta el mínimo detalle para adaptar adecuadamente el concepto a las necesidades del consumidor.