La importancia de la comunicación en franquicia.
En la última década, y especialmente en los últimos años, hemos asistido a una constante proliferación de negocios en España. Buena parte de estos han sido concebidos desde el modelo de la franquicia, orientados tanto a las actividades más tradicionales – como la hostelería o la moda- o a otras iniciativas más innovadoras como pueden ser las clínicas especializadas en actividades médicas, la venta de productos informáticos y de telecomunicaciones o las empresas dedicadas a servicios financieros o jurídicos.
No hay lugar a dudas de que la franquicia es una modalidad de negocio con ventajas, tanto para la empresa que opta por expandirse como para los emprendedores que deciden participar de la experiencia de un negocio ya en marcha.
Sin embargo, nadie puede afirmar que la puesta en marcha de este tipo de negocio sea siempre sinónimo de éxito profesional. Son muchos los factores que influyen en que un determinado proyecto sea un éxito y, entre todos ellos, la Comunicación se perfila como una herramienta de gestión empresarial de indudable valor.
Tal y como ha evolucionado el panorama empresarial en nuestro país, la comunicación está protagonizando su propio desarrollo. Hasta la fecha, el negocio de la franquicia ha dedicado un importante esfuerzo inversor – principalmente a través de los cánones mensuales de entre el 3% y el 5% de la facturación de los franquiciados – a estrategias de marketing y publicidad, como un elemento imprescindible de apoyo al negocio.
La publicidad ha sido la fórmula clásica, pero ahora, por sí sola, ya no es suficiente. No cabe la menor duda de que este esfuerzo viene a cubrir tan sólo una parte de las necesidades promocionales del negocio de la franquicia y se dirige a uno de los dos públicos objetivo clave del negocio de la franquicia: el cliente final, el consumidor.
La franquicia no debe olvidar que hay otro público objetivo: el franquiciador. Para éste, hasta la fecha sólo existe un punto de contacto “informativo”: las ferias.
La comunicación empresarial tiene ahora más sentido que nunca por el alto grado de competencia que existe en todos los sectores. Igual que la publicidad ayuda a atraer clientes, la comunicación empresarial contribuye a ganar credibilidad y por lo tanto atrae al emprendedor.
Los grupos franquiciadores deben hacer un voto por la transparencia informativa y esa sólo se logra con una estrategia planificada de comunicación empresarial. Demostrar, a través de la información veraz y oportuna, las excelencias de un negocio con sólida base y los hechos diferenciadores respecto a la competencia debe ser uno de los objetivos prioritarios de cualquier grupo franquiciador.
Silvia Albert
Directora de SAB Comunicación