Soluciones ante un posible fracaso de un establecimiento franquiciado
Si el fracaso de un punto de venta franquiciado es previsible, significa que se han detectado las causas que han podido conducir a él. Habría que distinguir, al analizar por qué fracasa un establecimiento franquiciado, entre las enseñas franquiciadoras de reconocida experiencia y las que no la tienen, porque en estas últimas las causas pueden venir del propio franquiciador.
Pero en aquellas marcas que llevan ya suficientes años desarrollando su crecimiento, su eficacia es menos discutible y, por lo tanto, habría que encontrar la razón del fracaso y, de esta manera, el camino hacia su solución en el cumplimiento estricto y profesional del know-how que el franquiciador pone a disposición del franquiciado y que contiene las claves que han hecho que esa franquicia lleve ya años de experiencia en el mercado, sea cual sea la actividad que desarrolle. Todo ello debería estar recogido en un manual operativo suficientemente explícito para no dejar al azar aspectos importantes del trabajo diario.
Es absolutamente necesario cumplir sistemáticamente las reglas de juego de la red de franquicia y, en aquellos casos, la utilización óptima de los servicios ofrecidos al franquiciado. Para ello las franquicias con contrastada profesionalidad disponen de un equipo de asesores que pueden detectar cuándo el franquiciado no está cumpliendo con esas reglas y, por consiguiente, cuáles son las desviaciones que pueden estar conduciéndole a un posible fracaso y corregir ese rumbo es, normalmente, la mejor de las soluciones.
Para alcanzar el éxito en una sociedad en franquicia deben concurrir tres factores:
- Preparación adecuada adquirida gracias a los cursos de formación que toda franquicia debería ofrecer a sus franquiciados.
- Honestidad y profesionalidad en el ejercicio de la actividad.
- Disponer de recursos suficientes para iniciar la actividad propuesta por la sociedad franquiciadora, y que se ajusten a las posibilidades del franquiciado.
El fracaso puede llegar si alguno de los requisitos anteriores no se ve cumplido, y conviene anticiparse en el momento de acometer una nueva actividad empresarial.
Hay, evidentemente, soluciones a posteriori para que el eventual fracaso del negocio no deba suponer, necesariamente, el cierre del establecimiento, cosa que podría ser perjudicial para la marca franquiciadora.
Es entonces cuando la reubicación del establecimiento, la cesión del contrato de franquicia o la captación de nuevos socios que sean capaces de solventar las carencias que el franquiciado haya podido manifestar, pueden ser una ayuda significativa para que el fracaso del franquiciado no tenga consecuencias irreversibles de su negocio.
Angelo Ciacci
Director General de Tecnocasa