Entrevista con Martín Frías, director general de MRW y su hijo Francisco Martín Villanueva, adjunto a dirección
En sólo 25 años, MRW se ha convertido en la segunda empresa de correo urgente de España. Actualmente, cuenta con 690 franquicias y un volumen de negocio que supera los 400 millones de euros. A la cabeza, Francisco Martín Frías, un empresario que con la ayuda y la confianza de sus otros dos socios, reinventó la empresa y la convirtió en un gran engranaje de logística que mueve millones de envíos en España, Portugal, Andorra y Gibraltar.
Pero Francisco Martín Frías no está solo. Además de su equipo directivo, cuenta con dos aliados muy especiales: sus hijos Francisco y Esther. Laempresafamiliar.com quiso conocer de primera mano las impresiones de D. Francisco de lo que significa trabajar con hijos en la empresa.
• Laempresafamiliar.com: ¿En qué momento pensó en incorporar a su hijo?
Francisco Martín Frías: Fue consecuencia de una auditoría informal que tuvimos hace años. El resultado de la auditoría fue perfecto pero el auditor sólo encontraba algo que podía arrojar dudas sobre el futuro: la continuidad. Los equipos, si algún día les ofrecen el doble o el triple en otro lado, entenderé que se quieran marchar. Le transmití esta preocupación a mis socios y aceptaron que Paco se incorporase. Fue entonces cuando le ofrecí un trabajo de verano y le dije que el 31 de julio, tras estar un tiempo a mi lado, le preguntaría si quería seguir. El día 31 así lo hice y hasta el día de hoy sigue en MRW. De eso, hace diez años.
• Lef.com: También hay hijos o padres que prefieren trabajar separados y no llegan a ser una Empresa Familiar…
F.M.F: Creo que especialmente en Cataluña, las Empresas Familiares se distinguen por su duración. Recuerdo una vez que, en un encuentro de empresarios, alguien me dijo «Qué bien que tus dos hijos estén en la empresa. Los míos, en cambio, no». Yo sólo le dije una cosa: «Pues probablemente es culpa tuya». Y es que si el hijo ve que uno llega a casa cansado, con los problemas a cuestas, pensará «no quiero esto para mí, me buscaré la vida en otro lado». En mi caso, he procurado no hablar nunca de stress ni de cansancio.
• Lef.com: ¿Tenía conocimiento de experiencias de otros empresarios que trabajaban con sus hijos?
F.M.F: Siempre me había llamado la atención la forma y la idiosincrasia de algunas familias empresarias. Por ejemplo, los Raventós (Codorníu) o los Puig, que siguen adelante con el trabajo sin quitarle mérito al equipo o a los jóvenes. Esto no funciona con los padres autoritarios que intentan imponer. La estrategia debe ser siempre que el hijo tenga la convicción de que trabajar en la Empresa Familiar se ajusta a su idea de futuro y de desarrollo profesional.
• Lef.com: ¿Cuáles son los valores que ha querido inculcar a su hijo y a su hija?F.M.F: Yo nunca me he sentado con ellos y les he dicho «esto se tiene que hacer así y asá». Creo que lo más válido es el ejemplo que he expuesto: estamos juntos todo el día, saben cómo hago las cosas y acepto las críticas. Lo decimos todo y no existe ese respeto mal entendido que consiste en decir que sí a todo.
• Lef.com: ¿Cómo se separa la relación padre-hijo y la de jefe-empleado?
F.M.F: De la empresa, hablamos en la empresa. Los fines de semana, los hijos nos vienen a ver con sus parejas e hijas y no hablamos de la empresa para no aburrir a nadie. Los fines de semana son para la familia. La empresa tiene nuestra atención en horarios de oficina, de lunes a viernes.
• Lef.com: ¿Qué logros personales y profesionales destacaría de su hijo desde que está en la empresa?
F.M.F: El primero de todos, granjearse la amistad de sus compañeros. El segundo, aceptar el lugar que le corresponde en nuestra organización, donde, por ejemplo, tenemos un subdirector general que lleva 20 años con nosotros y que es también una persona que le puede enseñar mucho. Por eso, no hay ningún problema de relación.
• Lef.com: A nivel profesional, su hijo también presentó la propuesta del transporte de mascotas que ha sido todo un éxito…
F.M.F: Efectivamente. Fue un negocio que estaba por descubrir porque anteriormente se hacía en malas condiciones. Él ha sabido llevarlo muy bien, tiene un equipo de veterinarios que se preocupa por cada situación. Lo realmente importante no era comprar furgonetas acondicionadas sino «patearse» toda España todos los días trasladando mascotas. A los dos años alcanzamos el punto de rentabilidad.
• Lef.com: ¿Qué características debe tener un padre empresario?
F.M.F: Primero, no llevarse los problemas a casa, acostarse y levantarse eufórico, con ganas. El padre debe dar ejemplo de honestidad y de hacer las cosas bien. Quiero que el día que yo falte no venga alguien y le diga a mis hijos «tu padre me hizo esto y eso…». Que nadie pueda hablar mal de uno, esa es la mayor satisfacción.
• Lef.com: ¿Y los de un buen hijo empleado en la Empresa Familiar?
F.M.F: Sentido común. Un hijo empleado no se tiene que diferenciar en nada de la parte ejecutiva, ni para bien ni para mal. El trato que se le dé debe ser el mismo que para el resto de la gente.
• Lef.com: ¿Qué ventaja le ve a que MRW sea, en buena parte, una Empresa Familiar?
F.M.F: Creo que tenemos una gran credibilidad. En nuestro caso, al ser una empresa franquiciadora, necesitamos que nuestros franquiciados (muchos de ellos, empresarios familiares) tengan una fe ciega en la empresa y para ello qué mejor que la familia siga en ella. Nosotros damos la seguridad de que en un par de años, la empresa no acabará en manos de un fondo de capital riesgo o de una gran empresa internacional. Y eso es algo que también perciben los clientes. Yo quiero que la empresa siga dando satisfacción a empleados, clientes, que siga con su labor social y gestionada adecuadamente por la familia.
• Lef.com: Si su hijo decidiera buscar nuevos horizontes profesionales, ¿qué le diría?
F.M.F: Sólo lamentaría que no me ofreciera ser su socio.
Francisco Martín Villanueva compagina su cargo en la Empresa Familiar con la vicepresidencia de los Jóvenes Empresarios de Cataluña.
En 1994 Francisco Martín Villanueva regresaba de EE.UU. donde había ido a perfeccionar su inglés. A su vuelta, tenía en mente pasar unas buenas vacaciones y reencontrarse con sus amigos. Su padre tenía una mejor oferta: «¿te quieres ganar un dinero durante el verano trabajando en la empresa?». Sin dudarlo, recogió el guante.
La empresa era MRW y la oferta venía de su padre y director general del negocio. El trabajo de verano pasó a ser permanente y, este próximo junio, cumplirá 10 años en la Empresa Familiar. En estos años, ha estudiado empresariales, se licenció en Alta Dirección de Empresa y acabó un MBA, todo trabajando de día y estudiando de noche.
Su primer trabajo en MRW fue en el almacén. «En ese tiempo estudiábamos el tema de la imagen, el diseño de un uniforme. Estábamos estableciendo la uniformidad de la red de franquicias, de los chóferes y el personal administrativo».
• Laempresafamiliar.com: ¿En qué momento te planteas que tu futuro profesional estaba en la empresa de tu padre?
Francisco Martín Villanueva: Creo que desde el principio la veía como una buena opción. De hecho, al principio parecía una alternativa a los estudios, pero después decidí estudiar y prepararme. Cuando regresé del servicio militar, me di cuenta de que tenía ganas de realizar un proyecto propio y fue entonces cuando me concentré en la línea de negocio del traslado de mascotas, en el que recibí todo el apoyo de la empresa.
• Lef.com: ¿Qué le sugiere el concepto de «Empresa Familiar»?
F.M.V: Es un concepto muy arraigado para nosotros. Nosotros lo somos, pero también el bar de la esquina. Además, en nuestro caso es algo muy cercano porque muchos de nuestros franquiciados son Empresas Familiares y eso es algo de lo que somos muy conscientes.
• Lef.com: ¿Y qué opinión tenía de trabajar con su padre?
F.M.V: Muchos amigos de empresarios me decían exactamente eso, «¿por qué trabajas con tu padre?»…y yo les contestaba lo contrario, «¿por qué, no?». Creo que en lugar de aventurarme desde cero, puedo contribuir y hacer crecer el proyecto de mi padre. La idea es seguir la trayectoria que tiene nuestra empresa e ir haciendo mis propias aportaciones. Además, es un gran apoyo que sea mi padre el que dirige el barco.
• Lef.com: ¿Influyó en algo la situación laboral general que parece cada vez más complicada?
F.M.V: No, para nada. Creo que es un asunto más profundo. Además, creo que también han cambiado las condiciones. Antes, lo más importante era la formación, y lo sigue siendo, pero ahora hay otros elementos más cruciales como son la honestidad, la capacidad de trabajar en equipo, la integración con tus compañeros. También está el caso contrario de gente que no quiere comenzar desde cero y pretende adelantarse dando pasos demasiado grandes.
• Lef.com: ¿Qué elementos destacaría de la relación laboral con su padre?
F.M.V: Cuando lo comparo con los padres de mis amigos, creo que yo he vivido una situación muy distinta. Para ellos, el padre llegaba a casa quejándose de los problemas de la empresa. En cambio, yo recuerdo a mi padre como una persona muy contenta, que dejaba fuera estos problemas y eso, como familia, nos ha transmitido seguridad. Es evidente que hay dificultades puntuales, pero para mí ser empresario nunca ha sido sinónimo de llevarse los problemas a casa o de que es algo muy complicado. Creo que he visto un ambiente muy relajado, que también comparten los amigos de mis padres.
• Lef.com: Entonces no se cumple eso de que la Empresa Familiar le «robó» el cariño del padre…
F.M.V: No, pero se ha de decir que mi padre ha dedicado muchas horas a la empresa que ha creado con sus socios. Si MRW está donde está, es gracias a la confianza y libertad que le han dado los socios, al trabajo de su equipo y al esfuerzo de muchas horas de mi padre. El esfuerzo personal es muy alto. El premio es que ahora él trabaja por las mañanas y disfruta de su tiempo. Personalmente, procuro dedicar tiempo a mis hijos, pero he tenido épocas de mucho esfuerzo personal.
• Lef.com: ¿Cómo es la relación del hijo-empleado con el padre-jefe?
F.M.V: Al principio era más complejo separarlo. Pero conforme asumes más responsabilidad dentro de la empresa, se va haciendo más natural. Aquí no hablamos de familia: a mi hermana la veo como compañera y a mi padre como jefe y la relación es, básicamente, profesional. En cambio, el fin de semana, intentamos hablar de temas familiares: es el momento para la familia.
• Lef.com: ¿Cómo se hace frente al estar en la empresa como «hijo del dueño»?
F.M.V: Es un hecho inevitable, pues estoy aquí gracias a que él que me ha ofrecido una oportunidad, pero yo también he hecho mi aportación personal. Mientras fui presidente de los Jóvenes Empresarios de Cataluña, se ha podido observar mi proyecto y mi perseverancia en el trabajo. Eso me ha dado una madurez y un desarrollo profesional y me siento válido para estar donde estoy.
• Lef.com: ¿Se requiere algún talento especial para desarrollar una carrera en una Empresa Familiar?
F.M.V: Además de la preparación, hay que tener una dosis, que quizás sea más natural que aprendida, de humildad, ser capaz de relacionarte y acercarte a tu gente, no marcar distancias y, a partir de ahí, respetar al que tiene la experiencia y aplicar las soluciones. No se puede pretender entrar por la puerta grande porque las consecuencias pueden ser terribles, y se puede incluso comprometer al padre que ha dado la oportunidad. Hay que ser cauteloso y tener muchas ganas de escuchar antes de lanzarte a la piscina. Lo bueno es lanzarse a la piscina estando preparado.
• Lef.com: ¿Cómo piensa seguir los pasos de su padre, un emprendedor que ha levantado una gran empresa de correo urgente?
F.M.V: Mi padre es una persona fuera de serie. Creo que ha sabido formar un activo importante que otras empresas a veces olvidan: su equipo de gente
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