Descripción
Comencemos a conocer brevemente las franquicias Zara a través de un poquito de su historia. La primera tienda Zara abrió sus puertas en La Coruña en el año 1975, continuando con la apertura de nuevos establecimientos en España durante la siguiente década. La primera apertura de tiendas en el extranjero se produce en el año 1988 en Oporto (Portugal), a la que le seguirían ya fuera de la península ibérica, Nueva York (1989) y París (1990); estas aperturas dan comienzo al proceso que llevaría a la empresa a tener presencia en los 88 mercados que tiene actualmente en el mundo. En 1991 incorporan nuevos formatos al grupo Inditex que comparten el mismo enfoque internacional de las franquicias Zara; en la mayoría de los casos, Zara ha sido la cadena pionera en llegar a los nuevos países, acumulando experiencia que ha facilitado la posterior implantación del resto de conceptos. Dicha experiencia permite que la expansión internacional haya sufrido una aceleración en las cadenas cuya creación es más reciente.
Las franquicias Zara son una de las principales empresas actuales de moda internacional. Pertenece a Inditex, uno de los mayores grupos de distribución a nivel mundial.
El franquiciado es el centro de nuestro particular modelo de negocio, que integra diseño, fabricación, distribución y venta al cliente final, a través de una amplia red de tiendas propias.
El modelo de franquicias Zara se caracteriza por la integración de la gestión de las tiendas franquiciadas en su totalidad, en áreas como el escaparatismo, producto, formación de recursos humanos, logística, etc. lo que asegura la necesaria homogeneidad en la gestión y la imagen global de Inditex ante los clientes en cualquier país del mundo.
De las muchas ventajas que ofrecen las franquicias Zara, podemos mencionar las siguientes:
- Todas las fases del proceso del producto final: diseño, fabricación, logística y venta en tiendas propias, tanto físicas como online, son llevadas a cabo por el mismo grupo.
- En todas sus áreas de actividad tienen una fuerte orientación al cliente.
- Consideran las tiendas como elemento clave: crean espacio de diseño muy cuidados y pensados para hacer confortable la confluencia de los clientes con la moda y en los que se obtiene la información necesaria para modular la oferta de acuerdo con sus demandas, lo cual supone un aspecto clave de su éxito.
- El modelo de negocio con integración vertical permite acortar los plazos y disponer de una gran flexibilidad, con una reducción al mínimo del inventario, disminuyendo al máximo el riesgo-moda.
- La capacidad para reconocer y asimilar los constantes cambios en las tendencias de la moda, diseñando nuevos modelos que respondan a los deseos de los clientes en cada momento. Así adaptan las colecciones a los cambios del mercado incluso en pleno proceso de campaña, lo cual repercute directamente en el aumento de nuevos productos en las tiendas en el menor periodo de tiempo posible.
- Los equipos de creación de las distintas cadenas desarrollan íntegramente los modelos de cada campaña y cuentan con más de 600 diseñadores.
- Procuran evitar los excedentes realizando su producción de forma paulatina y precisa.
- Los centros logísticos de cada una de las cadenas distribuyen simultáneamente a todas las tiendas del mundo con una frecuencia elevada y constante, con independencia de su origen.
- Utilizan los escaparates de sus tiendas en las principales calles comerciales del mundo, como una forma valiosísima de publicidad de cada una de sus cadenas.