Mercadona podrá instalar un supermercado en Haro después de que el Gobierno niegue la licencia a Eroski por posición de dominio.
Mercadona cuenta con el beneplácito del Gobierno de La Rioja, que decidió hoy, en el último Consejo de Gobierno, conceder a Mercadona licencia para abrir de un centro comercial en Haro y denegar una licencia similar presentada por Eroski para instalar un centro Consum en la misma localidad por la posición de dominio que tendría y los informes negativos presentados por los agentes sociales.
El consejero de Presidencia y portavoz del Ejecutivo, Emilio del Río, explicó que antes de pronunciarse el Gobierno estudió detalladamente los informes que se habían encargado y observó que en caso de que Eroski se implantara se rompería el equilibrio» entre las grandes superficies o supermercados y el pequeño comercio. Ahora, en Haro -que supera la media de La Rioja en grandes superficies- hay un 46 por ciento de este tipo de comercio y un 54 por ciento de pequeños establecimientos.
Con Mercadona, la proporción pasará al 59-41 por ciento, a favor de los grandes supermercados, y con Eroski la balanza pasaría al 70-30 por ciento. Además, si ahora mismo Haro tiene 0,20 metros cuadrados de grandes superficies por habitante, la instalación de Mercadona subirá el ratio a 0,30 y con Eroski se pasaría a 0,40. «Lo que hace ciudad es el pequeño comercio y el que está dentro de la ciudad», dijo el portavoz, en referencia a que Mercadona irá al casco urbano jarrero y Eroski pedía licencia para un polígono industrial.
En la decisión del Gobierno «han sido fundamentales las conclusiones aportadas por los estudios de impacto comercial», así como los informes presentados por entidades administrativas, empresariales, sindicales y de defensa del consumidor en respuesta a las consultas formuladas desde el Gobierno.
El portavoz detalló que el centro comercial de Mercadona estará en la confluencia de las calles Donantes de Sangre, Músico Miguel de la Fuente y Magdalena. Tendrá 3.826,87 metros cuadrados de superficie construida, de la cual se destinarán a uso comercial 1.892,07 metros cuadrados. El resto de la superficie se destinará a aparcamiento (1.013,73 metros cuadrados), a servicios y a accesos.
El proyecto plantea la inversión de 3,41 millones de euros y la creación de 20 puestos de trabajo «con contrato fijo desde el primer día». Se primará a la gente de la localidad. En este caso había varios aspectos positivos. Se cree que «incrementará la competencia y las posibilidades de elección del consumidor al introducirse una nueva enseña», se «redistribuirán las cuotas de mercado y se eliminarán posiciones de claro dominio».
Además de que está en núcleo urbano, «por lo que es previsible su contribución a la dinamización de su entorno próximo y la fijación poblacional», Mercadona presentó su solicitud antes que Eroski.
También cuenta a su favor el tener buenos informes del Tribunal de Defensa de la Competencia, el Ayuntamiento de Haro, la Federación de Empresarios -que destaca la creación de 44 plazas de aparcamiento nuevas en el casco urbano-, la Cámara de Comercio -que entiende que «debe defenderse el comercio de ciudad frente al periférico, como elemento integrador del entramado urbano»- y los sindicatos y asociaciones de consumidores.
Sin embargo, los informes son negativos en el caso de Eroski, que pretendía una superficie construida de 3.306,13 metros cuadrados, de los cuáles 1.491,47 metros cuadrados estarían destinados a uso comercial. El proyecto emplazaba el centro en la parcela 4 del polígono industrial 1 de Haro y contemplaba una plantilla de 32 personas, de las cuáles 13 serían socios a jornada completa, 5 socios con jornada reducida y 14 contratados eventuales a media jornada. La inversión total se cifraba en 1,44 millones de euros.
El estudio de impacto comercial planteaba que «la ubicación periférica del centro comercial, su implantación y actividad económica perjudicará e influirá negativamente en la estructura comercial del casco urbano de la ciudad de Haro». Sólo estaban a favor el Tribunal de Defensa de la Competencia y el Ayuntamiento de Haro. En cambio, se recibieron informes desfavorables de las organizaciones sociales y económicas.
La Federación de Empresarios de La Rioja manifestó que la implantación de Eroski «tiene un carácter periférico, opuesto al planteamiento que se defiende desde esta organización». La Cámara de Comercio señaló que, al existir ya cadenas de alimentación implantadas en el municipio, una de ellas Consum, la nueva instalación «podría producir una posición de dominio de dicho Grupo en la zona».
UGT, por su parte, alegó «la incidencia negativa en el tejido comercial urbano de la ciudad» y «las atípicas condiciones laborales del personal empleado en esta entidad mercantil». El informe de USO basó su dictamen desfavorable en «que en la zona existe ya un suficiente equipamiento comercial» y en la «precariedad laboral del personal empleado».
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