El fuerte ritmo de creación de empleo recorta la productividad en un 1%
La productividad de los trabajadores se redujo en España un 1 por ciento en tasa interanual al término del segundo trimestre, según recoge el indicador laboral de comunidades autónomas elaborado por Adecco e IESE.
El informe afirma que el ritmo más acelerado de creación de puestos de trabajo contribuyó a esta caída de la productividad laboral, que es la más acusada del año.
Las malas noticias para la aproductividad, una de las asignaturas pendientes de la economía española, continuarán en los próximos meses, según el indicador, ya que prevé que la reducción sea de un 1,3 por ciento en septiembre y de un 1,5 por ciento al cierre de año.
El alto ritmo de creación de empleo, influido por el proceso de regularización de inmigrantes, hace que actualmente la cifra de personas ocupadas sea la más alta de la historia de nuestro país, hasta alcanzar 18.895.000.
Los dos factores, más empleo y menos productividad, incide sobre los salarios, que bajaron en términos reales un 0,8 por ciento al cierre del segundo trimestre. El informe señala que este descenso es una compensación de la economía para contrarrestar los efectos de la caída sistemática de la productividad media por persona ocupada.
Para los próximos trimestres, el estudio prevé una suave desaceleración en el ritmo de creación de empleos, que permitirá llegar a fin de año con 19.266.000 ocupados, mientras la cifra de parados también caerá para situarse, a cierre de diciembre, por debajo de los dos millones de personas.
En relación a la temporalidad, los datos del segundo trimestre confirman un incremento de los contratos temporales hasta el 33,3 por ciento del total, la tasa más elevada desde finales de 1995 y 2,1 puntos por encima de la registrada hace un año.
Por último, el informe Adecco asegura que las mujeres concentraron el 60 por ciento de los nuevos puestos de trabajo creados en el último año y que seguirán siendo las grandes protagonistas de la creación de empleo.
Por origen geográfico, también los inmigrantes juegan un papel importante en la creación de empleo. Ayer el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales anunciaba que las afiliaciones a la Seguridad Social de los extranjeros ha aumentado en 94.711 personas en el mes de julio, hasta alcanzar la cifra de 1.590.187. Del total de afiliados, 295.090 procedían de la Unión Europea, lo que supone un aumento interanual del 15,34 por ciento, mientras que 1.295.097 trabajadores proceden de países no pertenecientes a la UE, un 59,99 por ciento más que hace doce meses.
Según los datos del Ministerio, el 81,44% de los extranjeros que estaban afiliados a la Seguridad Social en julio procedían de países no comunitarios, y de ellos, casi cuatro de cada diez eran de nacionalidad marroquí y ecuatoriana, países que sumaban entre ambos 479.484 cotizantes a la Seguridad Social. El resto de afiliados no comunitarios se reparten entre Rumanía (134.067), Colombia (129.341), Perú (58.816), Argentina (50.684), China (48.070), Bulgaria (37.782), Bolivia (31.568), Ucrania (31.432) y otros países no europeos (293.853).
Según datos de ATA, uno de cada cuatro trabajadores que se dio de alta en el Régimen Especial de Trabajadores autónomos (RETA) durante los siete primeros meses del año era extranjero. Al finalizar el julio los autónomos extranjeros afiliados al RETA sumaban 140.882.