Las empresas de energía españolas buscan fusiones en Europa
Las tres operaciones de concentración planteadas en el mercado energético español durante los últimos años no salieron adelante. Meroño aconsejar crecer en el exterior.
Pedro Meroño reconoce que el momento más intenso y más polémico de su actuación como presidente de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) fue el análisis de la oferta pública de adquisición (opa) lanzada por Gas Natural sobre Iberdrola. El organismo vetó esa compra por el riesgo que podía entrañar para las inversiones en el desarrollo de las redes de gas y electricidad en España la deuda que tendría el grupo resultante. “Cargaré toda la vida con la losa del rechazo a esa opa, decisión que me sigue pareciendo adecuada y muy responsable”, indicó Meroño en el consejo editorial. El presidente de la CNE cree que, aunque la operación hubiera superado el análisis del efecto en las inversiones en infraestructuras, “la unión de la primera compañía gasista y la segunda eléctrica no hubiera pasado la investigación del Tribunal de la Competencia”.
Fernando Fernández ratificó esa idea: “la integración vertical es la más peligrosa y dañina para el consumidor, pero la más difícil de apreciar”. En esos casos, “los productores de electricidad se pueden beneficiar de mejores condiciones en la compra de gas para sus centrales”.
Ejemplos
Pero Gaspar Ariño recordó que Alemania ha permitido una fusión de ese estilo: “E.ON, una de las dos grandes eléctricas del país, ha tomado el control de Ruhrgas, la principal distribuidora de gas de Alemania”.
Meroño apeló a un ejemplo que acabó al revés. “La Comisión Europea vetó hace unos meses la integración de Gas de Portugal en Energías de Portugal (EDP), algo que me alegró porque ratificó nuestra opinión en el caso Gas Natural-Iberdrola”.“Pero EDP -replicó Ariño- sí que se ha hecho con Gas de Asturias y la empresa vasca Naturcorp a través de Hidrocantábrico. La alianza de empresas de gas y electricidad está cantada”.
Casi todos los presentes estuvieron de acuerdo en que la competencia energético no depende de la existencia de muchos operadores, sino de la creación de condiciones que permitan la rivalidad real entre las compañías. “Los gestores de las empresas tienden al monopolio para ganar más dinero, como es lógico”, apuntó Meroño. “Los reguladores deben impedir que eso perjudique al consumidor. Pero el debate debe ser técnico, no político”.
Antes del veto a la opa de Gas Natural sobre Iberdrola, otras dos operaciones de concentración planteadas en el sector energético español se vinieron abajo: la opa de Unión Fenosa sobre Hidrocantábrico y la fusión de Endesa e Iberdrola. En estos casos, los obstáculos a la competencia que presentaban esas alianzas las echaron por tierra.
Para el presidente de la CNE, “después de la época de crecimiento en Latinoamérica, ahora lo lógico es buscar fusiones en Europa, con vistas a la progresiva integración de los mercados”.
No sólo en el asunto de las fusiones hay que despolitizar la energía. Según Meroño, es imprescindible la creación de un regulador independiente fuerte, con responsabilidad sobre el sector y transparente.
Tarifas y política
Las tarifas de la luz se usan todavía como un instrumento político de imagen. “No cubrir los costes de las empresas puede frenar las inversiones y afectar a la seguridad de suministro”, indica Meroño.
Gaspar Ariño recordó que existen reguladores independientes de la energía en países como el Reino Unido que funcionan bien. Y calificó de “respeto religioso” el tratamiento que se da a ese tipo de figuras en Estados Unidos. Miguel Ángel Belloso, vicepresidente del consejo editorial, señaló el consenso que existe hoy sobre la utilidad de un Banco Central Europeo independiente. Fernando Fernández respaldó los reguladores independientes, con poder ejecutivo.
Juan Urrutia, presidente del consejo editorial de EXPANSIÓN y Actualidad Económica, matizó que “cualquier regulador independiente puede no ser angelical. También puede ser capturado por alguna empresa a la que supervisa”.
Ante el próximo nombramiento de su sustituto en la CNE por el Gobierno del PSOE, Pedro Meroño es optimista. “Hay personas de izquierda que pueden ejercer ese cargo de manera independiente”, concluyó.