El Corte Inglés compra dos hoteles en Madrid y Valencia
El Corte Inglés ha adquirido recientemente dos hoteles situados en Madrid y en Valencia y ha sentado en cada una de sus direcciones a antiguos trabajadores de la compañía. Según informaron fuentes cercanas al grupo empresarial, la adquisición de los inmuebles, así como de sus derechos de explotación, podría responder al objetivo de ampliar las competencias de Viajes El Corte Inglés que, como todas las empresas del sector turístico español, está sufriendo las consecuencias del auge de las reservas por Internet.
Las mismas fuentes aseguran que, durante los últimos meses, un equipo de profesionales de El Corte Inglés se ha desplazado a Valencia para gestionar directamente la reorganización del hotel adquirido, cuyo nombre aún se mantiene en secreto, y la reestructuración de su plantilla.
En el caso de Madrid, estas cuestiones se encuentran ya muy avanzadas. Se trata del Fiesta Gran Hotel Colón, situado en la calle de Doctor Esquerdo de Madrid y cuya titularidad residía en la cadena francesa Fiesta. Este grupo hotelero lleva embarcado desde el año 2005 en un modelo de negocio basado en la compraventa de inmuebles y entre los que ya vendió están el Fiesta Hotel San Remo, el Fiesta Hotel S’Estanyol y los Apartamentos Lido y Cap Nonó, todos ellos ubicados en la isla de Ibiza. A su vez también han comenzando la construcción de dos nuevos hoteles en Barcelona, y cuya aperturá está prevista para este año.
Tanto la compañía gala como El Corte Inglés se han negado facilitar datos sobre la operación, ni tampoco confirmar o desmentir que ésta se haya producido. No en vano, en el caso de la compañía española, la adquisición se guarda en secreto incluso para sus propios trabajadores. Quizá porque sea éste el primero de una serie de movimientos en cadena que permitirían a El Corte Inglés acometer de forma segura la crisis que acucia a las agencias de viajes que operan en España. El auge de la venta de billetes por Internet, de las ofertas hoteleras online y la reducción de las comisiones que cobraban por venta de mano de compañías como Iberia, lleva al sector a plantearse la necesidad de un giro estratégico. Es por este motivo por lo que el paso de comisionistas a titulares de la explotación hotelera supondría un cambio sustancial a traducir en importantes beneficios.