Nuevos negocios sociales para todos los bolsillos.
La franquicia abre hueco a nuevos negocios. Frente a los sectores tradicionales, como el ocio, la restauración o la distribución textil, el Salón Internacional de la Franquicia (SIF) de Valencia ofrece a los visitantes un nuevo abanico de sugerencias entre las que elegir un negocio que no siempre requiere una fuerte inversión. Las propuestas no tienen límites y abarcan desde un servicio de palomitas y película a domicilio hasta la posibilidad de embarcarse en un viaje de aventura a miles de kilómetros.
Sin embargo, el ámbito que puja con mayor ímpetu es el de los servicios asistenciales, que se unen así a la creciente oferta de balnearios y centros de salud urbanos. El objetivo de este tipo de franquicias es dar cobertura a los nuevos hábitos de vida.
Según la consultora DBK, el sector de los servicios asistenciales tiene una previsión de crecimiento en España que supera el veinte por ciento. Este potencial ha sido descubierto por empresas como Proamigo, que ofrece asistencia a domicilio a la tercera edad. La franquicia requiere una inversión inicial de 33.800 euros, entre la instalación y el canon inicial y fija un royalty mensual del cuatro por ciento de la facturación.
Los franquiciados de Proamigo se encargan de atender a los ancianos de su ámbito de actuación, ofreciéndoles desde asistencia nocturna hasta la atención de sus necesidades domésticas o acompañamiento básico.
Las tarifas de Proamigo oscilan entre los siete euros la hora hasta los 32 euros mensuales, en función del servicio reclamado.
Guarderías
En el otro lado de la pirámide demográfica, la franquicia también ha encontrado adeptos con cadenas como la de guarderías Chiquitín, los parques de juego Camelot Park, las ludotecas o las actividades extraescolares de Fastrackids, o la de clases particulares a domicilio de Acadomia.
En la banda intermedia, los balnearios, centros de estética o de bronceado son la respuesta a una sociedad que busca reducir su estrés en el menor tiempo posible. Sin embargo, este sector necesita una inversión mayor. Un ejemplo es Sol y Agua, que requiere unos 387.500 euros entre el canon y la instalación.
Pese a la pujanza de estos nuevos negocios, el presidente de la Asociación Española de Franquiciadores, Xavier Vallhonrat, señala que no se pueden obviar a los sectores tradicionales que también han ido adecuando sus modelos. En el sector de la hostelería cada vez se depura más la oferta y proliferan las franquicias de comida mediterránea y no tan rápida, como Lizarrán».
Lo mismo ocurre con la distribución textil que ha dado paso a una segunda generación de franquicias, basada en los complementos y accesorios, que suponen un menor desembolso frente a otro tipo de negocios. La cadena Accessori Marcelo Roca, por ejemplo, precisa una inversión mínima de 120.000 euros.»