Pepa Karnero. Otra forma de entender la moda.
La moda sabe de la existencia de Pepa Karnero desde 1983, cuando la mujer que da nombre a la cadena abría un establecimiento dedicado al comercio minorista de prendas de vestir. Sin embargo, no fue hasta 1997, con la apertura del segundo local, cuando desde la empresa se plantea modernizar el modelo de gestión. Este proyecto, donde la expansión mediante franquicias ya tenía un hueco, lo llevaría a cabo la siguiente generación de la familia.
En la actualidad Pepa Karnero tiene cinco tiendas propias y tres franquiciadas, y una facturación anual cercana a los dos millones de euros, porporcionada por un público femenino, de entre 15 y 25 años, y al que le gusta cambiar de ropa con frecuencia. En estos momentos, la enseña se encuentra inmersa en un plan de crecimiento ambicioso y paulatino, basado en tres direcciones: tiendas propias, venta al por mayor y tiendas franquiciadas.
Facilidades para el franquiciado
Utilizando las bazas de la imaginación y la creatividad, y con una inversión lo más ajustada posible, cualquier emprendedor pueda disponer de su propia franquicia Pepa Karnero.
En primer lugar, para garantizar la viabilidad de su negocio, se ha minimizado el coste de decoración del local, evitando elementos caros y apostando por la creatividad, se han suprimido los cánones de explotación y publicidad, y se ha establecido un margen del 48% sobre el precio de venta al público. Además, la mercancía se adquiere en depósito, de manera que pueda devolverse la que no se venda.
Por supuesto, la central también apoya en la selección del local, y lleva a cabo un proyecto exclusivo de decoración, la formación del equipo de ventas y un sistema de reposición just in time semanal. Las colecciones están diseñadas por la propia enseña, aunque ellos no son fabricantes.
El local de la enseña debe estar emplazado en un una calle comercial de primera categoría o en un centro comercial, dentro de un núcleo urbano de un mínimo de 80.000 habitantes. La superficie del establecimiento debe rondar entre los 80 y los 130 m2.
En cuanto a la inversión inicial, ésta se sitúa en torno a los 40.000 euros, incluido un canon de entrada de 3.000 euros. El stock inicial, de entre 20.000 y 30.000 euros financiables, queda excluido de esta cifra.