Las chuches pagan IVA.
Hacienda ha iniciado un plan para explicar a escolares para qué sirven los impuestos que pagan sus padres. Alumnos de sexto se sorprenden de que las cosas pequeñas» también tributen
Las chuches, los caramelos, las gominolas también pagan IVA. Es el gran descubrimiento de los niños: Ellos también son contribuyentes, como sus padres, cuando compran golosinas. «Pensaba que el IVA sólo estaba en las cosas grandes, como los coches o las casas», comentó ayer Clara, de 11 años, una de las asistentes a la charla organizada en la delegación central de la Agencia Tributaria en Catalunya. La actividad se incluye en un plan de Hacienda para «crear conciencia fiscal» y «explicar los efectos redistributivos de los impuestos» a los escolares, explicó el delegado en Catalunya.
Lo cierto es que los más de 30 alumnos de sexto de primaria del CEIP N-1 de Pràctiques del barrio de Sants estaban ayer muy despiertos a las 10 de la mañana. Clara, Danae, Gemma, Nora, Álex, Anna, Paula, Guillem, Martím y el resto de sus compañeros de 11 años dieron rienda suelta a su inquietud: «¿Las cosas pequeñas también llevan IVA? ¿Qué es el pierrefe?»
Dijeron entenderlo todo cuando la funcionaria que les explicó para qué son los tributos, Helena Herrero, empleó el símil de una fiesta de fin de curso: «Hay quienes pagan un euro por participar, quienes asisten sin pagar y quienes no tienen dinero para participar. La Agencia Tributaria organiza la fiesta que nos permite disfrutar de servicios» –agregó–«y multa a quienes no cumplen, porque todos hemos de hacer una pequeña aportación para beneficiarnos de todo».
El interés mostrado por los escolares sorprendió a las funcionarias de Hacienda reconvertidas en maestras, Josefa Barrasa y Helena Herrero. El programa, que la Agencia ha iniciado en toda España, acogerá en Barcelona este curso la visita de alumnos de quinto y sexto de primaria y de ESO de 30 escuelas. Lo mismo sucederá en el resto de delegaciones. Los de ESO harán un simulacro de declaración de la renta, para que incluso «puedan ayudar a sus padres», bromeó Burillo. Hacienda ha seleccionado a los funcionarios voluntarios con estudios de magisterio o pedagogía y les ha dado unos cursillos.
Todos extrajeron conclusiones de su visita. «Hacemos las declaraciones para poder tener cosas», resumió Álex. «Pagamos para tener colegios y hospitales», sentenció Anna. Algunos, como Martí¬, «más amante de los números que de las letras», afirmó que a partir de ahora ayudará a sus padres a hacer la declaración. Al final, todos contentos con un diploma y una mochila de regalo bajo el brazo. Seguro que sus padres les advirtieron de que ayer fue una de las pocas veces en las que saldrán tan alegres de una oficina de Hacienda.»