Moda infantil: grandes negocios para pequeños clientes
Las cadenas de moda infantil compiten en un mercado donde el 54% de los padres españoles gastan anualmente entre 250 y 350 euros en ropa para los más pequeños. Una tarta que se reparten las firmas de prestigio de la moda, la gran distribución textil y las franquicias en detrimento de la tienda multimarca. En un mercado dominado tanto por la compra de necesidad como por impulso, se imponen el valor de marca y la buena relación calidad precio como argumentos de venta. A continuación se analizan los puntos fuertes de algunas de las cadenas que operan en nuestro país bajo el régimen de franquicia.
A los padres no les duele en prendas el gasto destinado a los más pequeños. Esta es la principal ventaja con la que cuenta el sector de la moda infantil en España. Una característica social favorable que se une a la necesaria renovación constante del vestuario a medida que el niño crece, lo que propicia un nicho óptimo para el desarrollo de cadenas de franquicias. A esta coyuntura se suma el aumento de la natalidad, una fuerte competencia, la originalidad de los diseños y una oferta, cada vez más segmentada, todos ellos motores de crecimiento de este sector.
En cifras, el 54,06% de las familias españolas destinan como media entre 250 y 350 euros al año en adquirir ropa para los más pequeños de la casa, según se desprende del estudio sectorial elaborado por la firma francesa de moda infantil en Francia, Du Pareil… au Mê me, sobre el perfil de los consumidores de moda infantil en nuestro país. Esto demuestra, según dicho estudio, el importante potencial de compra dirigido especialmente al precio medio.
De éste 54%, el 32,44% afirmó gastarse más de 350 euros anuales en moda para niños. Cifras muy equitativas, ya que el 21% de las familias entrevistadas también situaron su gasto en vestir a los más pequeños de la casa en menos de 150 euros al año destinados a ropa y accesorios de moda. El 24,32%, mientras tanto, se situó en la horquilla de entre 150 y 250 euros de media en comprar prendas infantiles.
Un hecho que no han querido desaprovechar los grandes de la moda como el Grupo Inditex con su cadena de moda infantil Kiddy&rsquo s Class, que lleva diez años en el mercado y tiene 136 establecimientos en todo el mundo. La enseña Women&rsquo secret del Grupo Cortefiel que también ha apostado por los más pequeños lanzando una línea de niñas que incluye lencería y baño y prestigiosos diseñadores del panorama prè t à, porter como Toton Comella, Victorio &, Luchino y Adolfo Dominguez, que recientemente ha presentado su cadena Adolfo Dominguez Infantil, siguiendo experiencias de diseñadores de prestigio como Armani o Kenzo.
Al amparo de estas grandes cadenas, un buen número de empresas españolas de este segmento ha apostado fuerte por los mercados internacionales. Esto ha sido posible gracias a importantes reajustes internos en los que a veces la elección ha sido una deslocalización de la producción, potenciando la gestión del diseño, la imagen de marca y el marketing y la comunicación. Tal es el caso de Neck &, Neck, presente en Francia, México, Italia o Reino Unido y que quiere abordar el mercado estadounidense. Charanga también ha desembarcado en Portugal, Arabia Saudí, Venezuela, Qatar y Rumanía.
Ambas con una amplia trayectoria y consolidación en el mercado nacional. Un mercado, que a su vez se encuentra fortalecido con una creciente competitividad que obliga a la innovación. Hecho que ha convertido a la franquicia en una buena opción debido al importante respaldo que presta un negocio que funciona a través de una imagen ya consolidada. En parte, gracias a la entrada de franquicias muy activas desde el país galo como Du Pareil&hellip au mê me, Sergent Major u Orchestra. Cadenas que revolucionaron con su llegada el segmento medio bajo del mercado con diseños de prendas originales a precios muy asequibles, y que obligaron a las españolas a dinamizar la actividad en este concepto.
Como resultante de todo ello, el panorama de la distribución de estos productos se ha modificado radicalmente y las empresas encuentran en la apertura de tiendas propias o franquiciadas el modelo idóneo para el desarrollo de su imagen de marcas y extenderla a otros productos complementarios como cosmética, fragancias infantiles y todos los productos asociados al consumo y cuidado de los reyes de la casa, como Bóboli, la apuesta de Star Textil, el concepto de mezcla de mobiliario, textil y productos de higiene de Juegos y Sueños, Premaman, que también incluye en su oferta artículos para la mujer embarazada o Fantasy Store, que cuenta con la licencia de Disney y Warner para sus artículos.
Así, las posibilidades que ofrece este mercado incentiva la creación de nuevas enseñas que apuestan por la innovación y la novedad, aunque también favorece el crecimiento de cadenas consolidadas que ofrecen su experiencia como un valor añadido a su propuesta como es el caso de 7 Colores con un concepto de tienda sencillo y más de 200 cadenas en España, el concepto americano de Metro Kids Company U.S.A., los característicos diseños de KL2, By Kaleidoscope o las colecciones atemporales de Little Kings.
Según la «Guía de Franquicias de Tormo &, Asociados 2009», en la actualidad son 34 las franquicias que operan en este mercado, redes que engloban entre todas 1.374 establecimientos. La facturación total del sector en 2008 fue de 317 millones de euros, según esta misma publicación, captando un total de 106 millones de euros en concepto de inversión durante el mismo año. Asimismo, este sector empleó, durante 2008, a 2.712 personas.
En definitiva, las enseñas de ropa infantil han sabido desarrollar sus propios diseños, han investigado tejidos y nuevas formas de producir más baratas manteniendo la calidad consiguiendo aumentar su número de establecimientos y facturación en un mercado completamente dinamizado.
La competencia de las grandes superficies
Por otro lado, las grandes superficies suponen todo un reto al que se tienen que enfrentar estas cadenas de franquicias, que ocupan una parte muy importante del mercado y aprovechan la necesidad de las compras de gran consumo para ofrecer otro tipo de productos como la moda infantil. En esta línea ha trabajado Kiabi, que con su modelo de gran superficie ofrece artículos textiles de moda para hombre y mujer incluye su línea para los más pequeños en su concepto de precios bajos.
En esta lucha de competencia con las grandes superficies ha surgido la tendencia que impulsa a las cadenas de franquicias a instalar sus tiendas en grandes centros comerciales, espacios donde se concentra gran parte de la oferta que responde a las necesidades de las familias de hoy en día, que no dudan en desplazarse hasta estos emplazamientos para facilitar la ardua tarea de las compras.