Un paso decisivo: claves para no fallar en la segunda apertura
En el momento en el que un negocio va bien y el empresario se plantea la posibilidad de abrir un segundo establecimiento debe tener en cuenta una serie de condicionantes. La decisión para hacer frente a esta apertura no debe tomarse a la ligera, se debe hacer en el momento adecuado y con un planteamiento de costes añadidos en gastos, trabajo y gestión que no han de dejarse a un lado para el éxito de lo que comenzará a convertirse en una cadena.
Muchas veces, los empresarios que deciden abrir un segundo establecimiento piensan en que si el primero fue fácil, el segundo lo será de igual modo y no es así. Aunque no se va a doblar la carga de trabajo, sí va a implicar un esfuerzo superior en aspectos tan básicos como la logística o la organización de la agenda persona: ahora ambos establecimientos estarán pendientes de su gestión.
La buena elección de un primer gerente es fundamental para el éxito de la futura red. Es la decisión sobre selección de personal más importante a la que probablemente se enfrentará el responsable de la cadena, ya que esta persona debe ser depositaria total de su confianza. El éxito o el fracaso de este segundo local determinará la continuidad o no de la red.
A partir de ahora, debe ofrecer unos servicios rápidos para proveer de sus productos a este segundo local y que cuente con la misma oferta que el primero. Ambos representan la imagen de su compañía y el buen funcionamiento de un local repercutirá positivamente en los resultados que tenga el otro.
El capital es el primer determinante para dar comienzo a la creación de una red. Un presupuesto reducido es muy arriesgado a la hora de enfrentarse a lo que va a su poner un nuevo negocio que tendrá que hacer frente a diversas adversidades, a más mano de obra y a la duplicación de los gastos. Además, como todos los negocios, lo general es que los beneficios (aunque ahora exista una doble vertiente de ingresos) no lleguen a corto plazo.
Lo aconsejable, antes de comenzar a franquiciar es la regla del 3×2, es decir, contar con tres locales propios con negocios probados durante dos años. Llegados a este punto, existe un concepto de éxito demostrado y un Know How maduro que poder trasladar a otros emprendedores. Aunque, en determinados sectores esta norma es muy estricta y relativa, tal es el caso del sector de telefonía móvil o los servicios financieros, que en caso de seguir este consejo de los dos años de experiencia al pie de la letra se quedarían desfasados.