La franquicia, un aliado para los neorrurales
Durante los años 60 se produjo en España un movimiento masivo de ciudadanos que cambiaron su vida en el pueblo por la vida en la ciudad, una lógica consecuencia de la expansión de la industria y la búsqueda de una mayor calidad de vida. Sin embargo, desde mediados de los ochenta comenzó a observarse cierta tendencia a volver a vivir al medio rural, acentuándose ésta con el paso de los años. De hecho, una de las razones por las que esta nueva tendencia está viendo la luz es la búsqueda de un nuevo modo de vida. Así, muchas personas dejan su trabajo en la ciudad para buscar una vida más sencilla, iniciar una nueva actividad laboral en la localidad de destino, arriesgando dinero al crear dichas empresas en entornos de dudosa rentabilidad. Un fenómeno que es conocido como los neorrurales.
El desarrollo del transporte y de las comunicaciones ahora motiva un camino de vuelta a las zonas rurales. Las motivaciones para estos neorrurales son, principalmente, la mayor calidad de vida, un entorno menos agresivo para sus hijos, menor dependencia económica y más tiempo libre. Pero el entorno rural también ofrece algunas ventajas para la buena marcha del negocio. Para empezar, existen menores problemas para dar con la ubicación idónea y aun precio mucho más reducido que en la ciudad. La campaña al inaugurarse en un entorno más pequeño, la campaña de comunicación inicial es menos costosa y más rápida, porque la apertura de un negocio en un pequeño pueblo se convierte en un auténtico acontecimiento. Sin embargo, el mayor problema radica en dar con un negocio que cubra una necesidad real de los habitantes que asegure su rentabilidad.
Otra estrategia es sorprenderles con una propuesta diferente. La comida italiana es muy popular en España aunque cuenta con poca implantación en el mundo rural. Cadenas como Pastamanía han demostrado la rentabilidad de su modelo de restaurantes en las localidades de Alcoi, Elda, Ibi y Xátiva. Pastamanía requiere de una inversión total de 274.000 euros para abrir un establecimiento bajo esta marca. Telepizza es otra gran apuesta para abrir establecimientos en las zonas rurales, con una inversión de entre 100.000 y 300.000 euros. Esta red de restaurantes opera con una red de tiendas propias y franquiciadas a nivel nacional e internacional, estando presente Portugal, Chile, Polonia, Guatemala y El Salvador. En España existen 559 establecimientos.
Uno de los sectores emergentes en el mundo rural es el de la depilación permanente. No + Vello es una de las empresas que opera en este sector, quien ha experimentado un crecimiento considerable, puesto que en sólo un año ha alcanzado 225 establecimientos. No + Vello necesita de una inversión de 30.000 euros. Otro ejemplo es Starbene Benedépil, con una inversión total de 29.000 euros y una red de 12 locales.
En el caso de localidades turísticas o donde se ubican la segunda residencia de las clases más altas, personas con alto poder adquisitivo reclaman negocios a su nivel. Así, franquicias como La Carte des Vins ofrecen a sus clientes una amplio surtido de vinos a precios competitivos y en su perfecta conservación. La enseña requiere de una inversión total de 110.000 euros y cuenta con una red de 25 tiendas en España y nueve en el extranjero.
Las clásicas franquicias que se instalan en lugares rurales son las ópticas y las clínicas dentales. Ambos negocios tienen una cercanía con sus clientes, consiguiendo la ambiciosa fidelización que desea cualquier negocio. Es el caso de enseñas como Alberto Tabasso (cinco locales en España y una inversión de 80.000 euros) o Alain Afflelou (con una inversión entre 80.000 y 120.000 euros y 224 establecimientos) en cuanto a ópticas. En el caso de las clínicas dentales tenemos Clínicas Vital Dent (inversión total necesaria de 600.000 euros y cuenta con 406 centros) o Bucodente (inversión total de 240.000 euros y cinco clínicas en málaga y dos en Valencia y Granada).
El ocio es otra área que puede hacerse un hueco en las zonas rurales. Por ello, las franquicias de complementos de vending, como los cajeros expendedores de películas y videojuegos, son una gran apuesta. La inversión requerida para ellos no supone un gran desembolso, puesto que ronda entre los 600 y los18.000 euros. Son ejemplos de estas enseñas las franquicias Videomanía (con una red de 915 locales) o Mediabank (con más de 700 establecimientos). Otras enseñas que recurren al área rural como lugar donde mejor expandirse son Eva Alfaro, que ya cuenta con 8 franquicias y 6 tiendas propias, y que requiere de una inversión de 120.000 euros. Otro caso similar es Estímulos, el nuevo formato de tienda de juguetes educativos de la enseña Imaginarium. Estímulos, que busca tener presencia tanto en las principales ciudades del país como en núcleos de población de tamaño medio, cuenta con una red de 17 locales.