Cómo seleccionar una franquicia
Muchos emprendedores piensan en un cambio de actividad laboral y, ante los deseos de independizarse, la franquicia puede ser una opción interesante. La madurez y consolidación hace que las posibilidades de fracaso sean considerablemente bajas. Aún así hay que tener una serie de parámetros en cuenta a la hora de decantarse por una o por otra cadena.
Una de las primeras claves básicas que según la directora de Expansión de la consultora de franquicias Tormo & Asociados, Beatriz Vega, hay que plantearse a la hora de poner en marcha un negocio es “Conocer las ventajas y los inconvenientes que ofrece el sistema de franquicia”. Beatriz Vega también destaca la realización de un “análisis de nuestros gustos personales y afinidades para estar cómodos en lo que queremos trabajar y ponerle así mayor esfuerzo“, asegura.
La relación franquiciada nace con la intención de perdurar durante años, por ello, no hay que precipitarse en su elección. Hay que comprobar la verdadera solvencia de la enseña y lo que puede aportar a su negocio, lo que supone por parte del futuro franquiciado una exhaustiva labor de investigación orientada hacia el sector objeto de interés.
Hay más de 50 sectores de actividad entre los que poder elegir, por lo que siempre podemos encontrar alguno de nuestro interés y analizar dichos sectores así como las compañías que los conforman. Es importante asegurarse de que no se trata de un sector que se encuentra en crisis, y para ello, no sólo hay que analizar las franquicias que operan en el mismo, sino también las empresas que poseen redes de establecimientos propios. Esta es la razón por la que Vega resalta la importancia de “seleccionar un sector de la economía con proyección de futuro para reducir al máximo posible el riesgo”.
Una vez seleccionado el sector de actividad más idóneo, llega el momento de elegir entre las distintas enseñas del mercado. La elección más obvia es la de aquellas compañías bien posicionadas, que poseen varias decenas de franquiciados, pero también hay que tener en cuenta las oportunidades que surgen con los nuevos operadores, que a veces incorporan innovaciones muy interesantes.
Es vital dedicar tiempo al análisis de cada oportunidad. En este sentido, contar con asesoramiento profesional puede ser fundamental antes de firmar. Asegurarse de que en realidad el negocio es una buena oportunidad es primordial y el emprendedor no debería escatimar invertir unos euros en recibir un consejo cuando se trata de una inversión mucho mayor la que está en juego.
El franquiciado debe obtener la suficiente información sobre la franquicia, sobre todo en lo referente a los franquiciados y a su situación económica, Para ello, adquirir una guía de franquicias puede proporcionar una información sustancial sobre las condiciones para acceder a las diferentes redes y a sus expectativas económicas. También, en este aspecto son vitales los portales de Internet para obtener más información sobre las franquicias que operan en nuestro país pudiendo contactar directamente con ellas.
Es muy interesante el hecho de concretar entrevistas con el franquiciador. Un futuro franquiciado tiene derecho a que le brinden toda la información y a efectuar todas las averiguaciones que considere pertinentes. La contraparte es que generalmente se requiere de información acerca de su persona, su patrimonio y demás inquietudes.
Un punto de apoyo muy importante, a la hora de analizar la cadena, son los actuales franquiciados de cada una de las enseñas, ellos son las personas con quienes podremos contrastar la veracidad de la información facilitada por el franquiciador, por lo que es conveniente establecer este tipo de entrevistas.
Otro de los consejos que la experta aporta es que el emprendedor “debe realizar un análisis económico personalizado a la ciudad y del entorno donde voy a ubicar mi establecimiento”. A veces, unas buenas opciones de negocio fallan por haber elegido el lugar equivocado debido al número de habitantes o a sus hábitos sociales que no son favorables al servicio prestado por la enseña.
También hay que preguntarse si pretendemos destinar la franquicia como un autoempleo o como un modelo de diversificación de inversores.
Por otro lado, el apoyo familiar en la toma de decisión es fundamental. Un auto-análisis previo le ayudará a descubrir si su actitud y circunstancias particulares son las más adecuadas para integrarse en una cadena.
Antes de la inversión hay que tener en cuenta el marco legal en el que nos empezamos a mover: el Real Decreto 2485/1998, de 13 de Noviembre, por el que se desarrolla el artículo 62 de la Ley 7/1996, de 15 de Enero, de Ordenación del Comercio Minorista, ha regulado en su artículo 3 las obligaciones informativas a las que debería hacer frente todo franquiciador ante sus potenciales franquiciados.
Es importante comprobar si se reúnen o no los requisitos necesarios para ser franquiciado teniendo en cuenta cuánto se está dispuesto a invertir, si se dispone o no de un local, si se está dispuesto a asumir unas directrices o si corresponde a las expectativas económicas esperadas.
A la hora de definir el monto de la inversión no hay que omitir ningún importe por menor que sea, ni dejar de lado impuestos como el IVA. Además es aconsejable prever una suma para imponderables.
Para invertir no es necesario contar con todo el montante que supone el desembolso inicial. Beatriz Vega aconseja que el futuro empresario tenga una capacidad de inversión “que sea aproximadamente de un 60% de recursos propios y de un 40% de recursos ajenos”
Para finalizar, señalaremos que, salvo excepciones, no existen redes de franquicias mejores o peores para un emprendedor, por lo que debe ser éste quien busque aquellas que se adecuen a su perfil personal y profesional y que le permitan el desarrollo de su actividad empresarial.