Supermercados y alimentación en franquicia, un lugar entre los grandes
Si bien es cierto que el sector de alimentación español está representando por grandes distribuidoras, la franquicia ha sabido hacerse un hueco entre estos ‘gigantes’ para ofrecer al emprendedor un negocio con buena proyección de futuro. La capacidad de adaptarse a los cambios de la demanda, de gustos muy volubles, y su predisposición a la diversificación y, en otros casos, a la especialización, han valido a las cadenas que operan un lugar en el mercado.
El sector de la alimentación y el supermercado en España engloba a un conjunto de actividades que en las últimas décadas a conseguido una posición de madurez que, sin embargo, no le libra de los efectos de las ‘crisis’. En cuanto el poder adquisitivo del consumidor se ve amenazado, los distribuidores son los primeros en notar un descenso de la demanda.
A pesar de ello, el conjunto de empresas que operan en este mercado han conseguido desarrollar diversas estrategias para sortear las consecuencias de la desaceleración. La adaptación se ha convertido en la mejor forma para mantener el negocio. Máxime si se tiene en cuenta que los hábitos de compra del consumidor se encuentran en plena vorágine de cambio, impulsado por el nuevo estilo de vida de la sociedad.
En este sentido, los hábitos de los consumidores, en cuanto a tiempo disponible para realizar la compra y para preparar los alimentos en el hogar, junto con la tendencia a la disminución en el tamaño de las unidades familiares, están cambiando la configuración del sector. Ahora, los productos identificados como la ‘cuarta gama’ -productos limpios y precortados frescos, envasados en su mayoría en bandejas de plástico con film protector, y en muchos casos bajo atmósferas modificadas que permiten aumentar el período de consumo, etc.- ganan terreno.
Aunque parezca que el sector está copado por la gran distribución, un buen número de cadenas de franquicias han sabido abrirse un hueco y hacerse con un nicho de negocio. Entre las enseñas de este sector hay que distinguir aquellas que deciden integrarse dentro de una marca ya conocida amparándose bajo su protección, como puede ser el caso de las franquicias de supermercados, y por otra parte, aquellas franquicias que nacen segmentadas en un nicho de mercado vía especialización.
En la tendencia hacia la concentración que experimenta este mercado, la fórmula de franquicia se ha convertido en una oportunidad para los emprendedores interesados en formar parte del sector.
Franquicias con poder… de compra
La radiografía del sector en el sistema de franquicias muestra que actualmente operan en el territorio nacional 15 cadenas, a través de 5.594 establecimientos. ¿Lo más destacable? El conjunto de empresas se encuentran a la cabeza en el ranking de facturación y también de inversión, en comparación con el resto de sectores que están representados por esta fórmula de crecimiento.
Estableciendo las características de un punto de venta tipo, la inversión necesaria para poner en marcha una iniciativa empresarial en el sector se sitúa cercana a los 310.000 euros, si bien la facturación prevista por el conjunto del mercado supera los 650.000 euros. En lo que atañe al local, las dimensiones mínimas para desarrollar la actividad, por término medio, se aproximan a los 200 metros cuadrados de superficie. Un espacio en el que desarrollaran su trabajo unos 10 empleados.
Ahora bien, ¿Cuáles son los puntos fuertes del sector? En primer lugar, conviene situar el marco en el que operan las cadenas de franquicias dedicadas a la alimentación. En este sentido, destaca que en los últimos años los hipermercados han cedido cuota de mercado en favor de supermercados de menores dimensiones y, sobre todo, más accesibles y cercanos al cliente.
En cuanto a las tiendas tradicionales y especializadas, aunque continúan perdiendo cuota de mercado a favor de las grandes superficies -debido fundamentalmente a la dificultad que este tipo de establecimientos tienen para competir con los precios ofrecidos por los supermercados e hipermercados- siguen siendo uno de los canales preferidos por los consumidores para realizar la compra habitual de alimentos.
Un entorno que ha favorecido el desarrollo de la franquicia, dado que la mayoría de las cadenas que operan lo hacen a través de establecimientos de pequeña o mediana dimensión, apostando por una especialización en la oferta, un trato al cliente y otras condiciones, que atraen el consumo.
Pero sin duda el mayor potencial de las franquicias de alimentación es su poder de compra. La capacidad de gestionar mayores volúmenes de productos con el objetivo de obtener mejores condiciones a la hora de adquirir mercancía es uno de los factores que más ha contribuido al crecimiento de las cadenas.
El precio es otro de los factores que debe cuidar muy mucho una cadena de franquicias, si no quiere perder posiciones respecto a la competencia. Así lo han entendido las redes que operan en el territorio nacional, que se afanan por desarrollar economías de escala, marcas propias, etc. para poder rebajar los costes a sus franquiciados y, en última instancia, al cliente final.
Por otra parte, las políticas de marketing orientadas a conseguir una imagen corporativa fuerte, ha permitido a la franquicia de alimentación transmitir al cliente final una calidad y un diseño que representa a todos los eslabones de la cadena. En este apartado, también hay que considerar el constante apoyo de la central a los franquiciados, para potenciar la imagen de su red a través de promociones, decoración acorde a las fechas… y otras estrategias que sin duda funcionan.
Finalmente, la formación es otro de los factores que más cuidan las franquicias de alimentación, seguras de que el trato al cliente es una de las bazas con que cuentan los pequeños establecimientos, en pos de conquistar al consumidor.
El gran reto de Internet
Sin embargo, como en cualquier otro sector económico, la franquicia debe afrontar diversos retos si no quiere perder competitividad en el futuro, sobre todo frente a las grandes distribuidoras que, aunque no comparte estructura empresarial, son una ‘amenaza’ para su rentabilidad.
Así, en primer lugar y sobre el resto de retos, Internet continúa siendo terreno poco explorado por las franquicias de alimentación. La puesta en marca de un ‘super’ virtual que permitiera realizar pedidos online es una de las apuestas de tan sólo una cadena de franquicias en la actualidad, aunque todo apunta a que, tarde o temprano, sus homólogas tendrán que subirse al carro de las nuevas tecnologías si no quieren perder cuota de negocio.
Otra de las cuestiones a tener en cuenta por las franquicias es el desarrollo de sus propias marcas y aprovechar la aceptación de las conocidas como marcas blancas entre el público. Así, además de potenciar su propia imagen con un valor añadido de calidad, se conseguirá rebajar aún más los precios, aumentando la competitividad.
Finalmente, esta vez de cara al franquiciado en exclusiva, el apoyo en materia de financiación es fundamental, máxime si se tiene en cuenta la elevada inversión inicial que supone poner en marcha uno de estos negocios. Establecer acuerdos con entidades de crédito o financieras puede ser la mejor baza para las franquicias interesadas en crecer de la mano de socios franquiciados.
Grandes supermercados vs Tiendas especializadas
Al contrario de lo que pueda parecer, la feroz competencia que suponen las grandes superficies y los gigantes de la distribución no han desanimado a empresas más modestas a expandir su concepto utilizando la fórmula de la franquicia. Así, en el mercado nacional coexisten un pequeño grupo de marcas vinculadas a grandes grupos y otras enseñas que han optado por la especialización, marcando la diferencia con sus competidores.
Es el caso de Carrefour Express, el sello de supermercados de tamaño mediano de la francesa Carrefour, que en este año ha adoptado el sistema de franquicias para crecer en el territorio nacional. Una estrategia que ya ha puesto en práctica en otros países europeos y con la que pretende vertebrar las nuevas franquicias en una cadena que ya cuenta con más de 80 puntos de venta.
También integrada dentro del gigante de distribución Carrefour operan los supermercados Dia%, un formato de tienda de alimentación que hace años adoptó el modelo de la franquicia para expandirse por España. Además, esta oportunidad de negocio cuenta con el respaldo de una imagen de marca que está presente en más de medio centenar de países, como una de las marcas españolas más internacionales.
En la misma línea se presenta Charter, enseña propiedad de la Cooperativa Consum que en los últimos años se ha extendido por todo el arco Mediterráneo. Con una red de casi 130 supermercados, se trata de una oportunidad ideal para poblaciones medias, zonas turísticas y barrios urbanos de grandes ciudades.
Pasando a conceptos más especializados aparece A Todas Horas, una cadena de 17 puntos de venta que se dedica a instalar maquinaria distribuidora de todo tipo de artículos, muchos de ellos catalogados como alimentación. Una oportunidad que requiere una inversión moderada y tiene un alto rendimiento, dado que, como su propio nombre indica, es un negocio que funciona durante todo el día.
Con más de 50 tiendas operativas en el territorio nacional se posiciona Abordo, enseña que nace en 1982 y se dedica a la venta al por menor y a la distribución a Horeca y a domicilio. Actualmente, estos pequeños supermercados ofrecen más de 600 referencias, el 80 por ciento de su propia marca.
Plataforma Cárnica es la única red de carnicerías que ha adoptado el sistema de franquicias para crecer. Con casi 30 establecimientos, se trata de una oportunidad que aporta todas las ventajas del comercio tradicional -variedad, calidad y buen precio del producto, y trato personalizado-, junto con los beneficios del autoservicio -rapidez , orden, higiene y modernidad-.
Por otra parte, La Banquisa es una de las últimas incorporaciones al mercado nacional de la franquicia. Con una experiencia de más de 40 años en el sector, se trata de una empresa especializada en la venta de alimentos congelados, la mayor parte de ellos de elaboración propia.
Flor de Neu, que empezó su actividad en el año 1981, también ha sabido hacer de los productos congelados su concepto de negocio. Con una pequeña red de ocho establecimientos, se trata de una oportunidad en la que prima la calidad por encima de todo, por lo que apuestan por una expansión controlada que permita un buen posicionamiento pero sin perder ni un ápice de ‘sabor’.
Otras oportunidades de negocio que operan en el sector bajo el sello de la franquicia son Aliprox, BonArea, Cal Blay, Condis Distop, Congelados El Veleta, Dialprix, Dicost, Elafos, En C’ar Conde y Frutas Vima.