Las franquicias de juguetes hacen frente a las grandes distribuidoras
Ya llegó la Navidad. Y con ella, claro está, Papá Noel y los Reyes Magos. Los anuncios de juguetes inundan la televisión durante todo el día en horarios infantiles y las diferentes marcas luchan con anuncios cada vez más originales con la esperanza de encontrar un hueco entre los interminables renglones de las cartas de Reyes. El objetivo es complicado por la gran competencia, pero parece que los niños «se lo piden» todo, ya que un 70% de las ventas anuales de juguetes se produce en estas fiestas.
  Según un estudio realizado por la compañía de distribución de juguetes y productos infantiles, Toys R Us&rsquo,, a partir de 1.500 entrevistas a padres de todas las edades y a niños de entre 3 y 14 años, a la hora de elegir los regalos, estos anuncios son fuente de inspiración para el 70% de los pequeños. Pero este informe, además, revela un dato importante en cuanto a los padres: aunque a la hora de adquirir un juguete tienen muy en cuenta los productos que desean sus hijos, su objetivo prioritario es que el papel de regalo envuelva algo más que un simple instrumento de entretenimiento, juguetes seguros y con un verdadero valor educativo. De hecho, y según el mismo estudio, los 140 euros de media que se emplearán en cada hogar para satisfacer los deseos de los pequeños se gastarán, mayoritariamente, en juguetes didácticos.
De la media de seis artículos que cada niño recibirá en la noche de Reyes (tres comprados por sus padres y otros tres por familiares y conocidos), un 45%, según el estudio, se destinará a sorpresas que los pequeños no han pedido. Quizás sea ahí donde los padres pueden buscar algo diferente con lo que obsequiar a sus hijos: regalos sin guiones, productos más allá de los videojuegos o las tradicionales barbies. Y quizás sea ahí también, en el factor sorpresa, donde esté el futuro de las nuevas franquicias dedicadas al juguete.
Juguetes diferentes para competir con las grandes marcas
La locura de los padres en Navidad convierte a las jugueterías en un buen negocio para invertir. El mayor problema con el que pueden toparse los emprendedores de este sector se encuentra a la hora de competir con las grandes superficies que acaparan todas las marcas de juguetes más famosas. Por ello, tanto la clave para ganar a las grandes, como el futuro para los inversores, está en aprovechar los verdaderos valores del juguete, las preocupaciones de los padres acerca de su valor didáctico y meterse de lleno en la especialización creando productos diferentes, educativos e innovadores.
En ella, no están los juguetes de siempre, sino otros especialmente diseñados para desarrollar la psicomotricidad de los bebés, su capacidad de fantasear y su facilidad para aprender. Para abrir un centro de la cadena se pide un aval de 24.000 euros y una inversión de entre 90.000 y 100.000 euros que se recuperan a partir del tercer año y que incluyen el derecho de entrada. Dado el original concepto que la empresa tiene de los juguetes, se requieren, sobre todo, personas emprendedoras que se involucren en el proyecto y que tengan ganas de emplear su tiempo en el mundo de los niños. Imaginarium va, ahora, de la mano con Estímulos.
En realidad, Imaginarium fue la primera juguetería que comenzó a adoptar el modelo de franquicia hasta consolidarse como la empresa juguetera española más internacional. En ella, elegir el juguete adecuado a cada niño es fundamental porque se considera el juego como el mejor método de aprendizaje. En sus tiendas no existen los juguetes no hay división entre juguetes para niños y niñas ni se pueden comprar tanques o pistolas. Todo es instructivo y todo es para todos. Sus muñecos, sus juguetes simbólicos, sus puzzles o sus bloques de construcciones ofrecen al niño un amplio abanico de posibilidades para entretenerse.
Famosa por sus puertas de cristal adaptadas tanto para los mayores como para los más bajitos, esta enseña pide a los emprendedores una inversión inicial de 142.000 euros y exige disponer de un local de, al menos, 70 metros cuadrados.
Otra cadena de franquicias que maneja un concepto diferente del juguete es Pelucharia, especializada en confeccionar artesanalmente peluches personalizados para cada cliente. En ella, se puede elegir desde el vestuario del peluche hasta su nombre o su mensaje. Desde su creación ha disfrutado de gran éxito, porque no sólo hace las delicias de los más pequeños, sino también de los mayores, que utilizan a sus simpáticos peluches para sorprender a otros adultos en fechas señaladas como cumpleaños o aniversarios.
Con este taller de los peluches, el cliente fabrica y personaliza su propio peluche gracias a un proceso interactivo en poco más de diez minutos, haciendo del juguete un ejemplar único. La empresa se encuentra inmersa en un proyecto de expansión a nivel nacional y es una oportunidad muy buena para emprendedores debido a su alta rentabilidad y a su gran aceptación por parte del público.
Por último, hay que destacar también la labor de Eurekakids, que ofrece a los padres una amplia gama de productos para que sus hijos, ya desde bebés, se diviertan a la vez que estimulan sus capacidades. Está especializada en la comercialización de juguetes didácticos y pedagógicos, así como en decoración infantil y la puericultura. A través de los productos que vende esta empresa, los niños pueden investigar libremente con los juegos, hacer y deshacer a su antojo y desarrollar su madurez y su pensamiento creativo. Todos sus artículos dejan a un lado los roles sexistas o bélicos y están diferenciados por edades: para bebés, primera infancia y etapa escolar. Por todo ello, Eurekakids es mucho más que una tienda. Es todo un universo para los pequeños donde se les intenta inculcar los valores necesarios para contribuir a su desarrollo y a su formación humana.
Retos y tendencias en el sector de los juguetes
La especialización es la gran clave a la hora de competir con las cadenas que distribuyen productos de marcas como Mattel, Famosa o Bizak. Hay que elegir un camino, tal y como han hecho Pelucharia, Imaginarium, Estímulos, o Eurekakids: muñecos personalizados, juguetes educativos, productos que estimulan la psicomotricidad, juegos que no fomenten roles sexuales&hellip, La franquicia debe ofrecer algo diferente, algo que un padre no pueda encontrar cuando acuda a unos grandes almacenes.
Para combatir con la popularidad de las grandes marcas también es necesario que el local esté buen ubicado. Los centros comerciales, muy transitados por las familias, son una buena opción. Además, tampoco es necesario un local muy grande, sino más bien acogedor, familiar, donde los niños puedan tener fácil acceso al artículo que les guste. La media para este tipo de establecimientos es de unos 66 m2, así que la inversión, que asciende a unos 140.000 euros, no es de las más altas.
Se debe mantener la cercanía con el público y fomentar la fidelización tanto con los niños como con los padres. Dejar artículos al alcance de los pequeños para que los puedan probar es una manera de que el niño tenga ganas de entrar a la tienda cada vez que vaya de paseo con sus papás por la zona. Diferenciar bien los juguetes por edades e informar a los padres de todas las posibilidades que ofrece la tienda, hará que ellos tengan en cuenta que ese centro es una buena opción de compra a la hora de hacer regalos a cualquier niño de cualquier edad. La cercanía es fundamental: algo que parece tan básico como añadir una piruleta al envoltorio del artículo, tal y como hace Imaginarium, es una buena estrategia para diferenciarse del trato distante de los grandes almacenes.
Es importante que las franquicias de juguetes desarrollen su propia marca. Sólo así podrán diferenciarse de las grandes cadenas. Si optan por vender los juguetes de otras marcas, no tendrán nada nuevo que aportar y las familias no verán la necesidad de acudir a las pequeñas tiendas. Que sean empresas monomarca no significa que deban estancarse siempre con los mismos productos. Es imprescindible invertir en investigación y desarrollo para descubrir nuevos productos y buscar al máximo su seguridad. Esto va a ser también un aspecto que los va a diferenciar de las tiendas de barrio que venden productos exportados de los países asiáticos y que no ofrecen ninguna garantía fiable acerca de su calidad.
El diseño es fundamental. No sólo en los juguetes, sino también en las tiendas. Imaginarium, por ejemplo, es famosa por su entrada de cristal con una pequeña puerta para los niños. Esto hace que muchos de ellos se cuelen en la tienda porque les hace ilusión pasar por una puerta que es sólo para ellos. Una vez dentro, la decoración y el color harán que ya no quiera salir.
Por último, el emprendedor que quiera entrar en un negocio de estas características debe tener algo muy claro: aquí no vale cualquier tipo de inversor. Tiene que ser una persona que disfrute con los niños, con los juguetes y con todo el mundo que los rodea. La motivación y el gusto por este tipo de franquicia es básica para el éxito.