Un sello de calidad para las franquicias
La Certificación de Calidad de la Franquicia analizará y valorará todos aquellos requisitos que han de cumplir las empresas franquiciadoras, desde el punto de vista del desarrollo del negocio hasta la relación con el franquiciado, garantizando la excelencia tanto en la gestión del concepto de negocio como en la relación con la red de franquiciados.
Dicho sello está pensado para todas aquellas empresas franquiciadoras interesadas en estandarizar, de acuerdo a unos criterios cualitativos, tanto los procedimientos de actuación referentes al desarrollo de su actividad como a la relación profesional que se establece con los emprendedores que entran a formar parte de su cadena. Pueden optar a este certificado cualquier empresa franquicidora registrada como tal sin importar su tamaño o actividad.
Todas aquellas empresas que quieran optar a este certificado de calidad deberán incluir un compromiso de transparencia y buenas prácticas por parte de la enseña frente a sus franquiciados, estableciendo un código deontológico que debe hacer público.
Requisitos a cumplir por el franquiciador
En cuanto a los requisitos que debe cumplir el franquiciador, el sistema de certificación de calidad exige que:
&bull,El franquiciador debe acreditar tener concedido y en vigor durante el tiempo de duración de los contratos de franquicia el título de propiedad, de cesión o el derecho de uso y explotación de la marca y signos distintivos.
&bull,Debe poseer el control del negocio objeto de la franquicia.
&bull,El franquiciador dispondrá de un modo de hacer establecido y transmitible, así como un manual comercial en el que queden registrado todos los temas relacionados con la gestión comercial, los procedimientos operativos, la adecuación y decoración y la identidad corporativa.
&bull,Se cuenta con un sistema de formación y de asistencia técnica de cara al franquiciado. Es decir, debe ofrecer un plan de formación sobre los principales aspectos que comprenden la explotación del negocio objeto de la franquicia y garantizar el acceso a posibles adaptaciones, cambios y nuevos enfoques que puedan realizarse respecto al método objeto de la franquicia.
&bull,Se pueda probar el éxito del negocio a franquiciar.
&bull,Estar inscrito en el Resgistro de Franquiciadores.
&bull,El franquiciador debe garantizar el cumplimiento de la normativa legal establecida a los efectos por el régimen de la franquicia en España y, en su caso, en su país de origen.
&bull,Asimismo, debe garantizar el cumplimiento de cualquier normativa general o sectorial que pudiera afectar al desarrollo de la actividad objetivo de la franquicia.
&bull,Establecer un procedimiento documentado para la comunicación con todos sus franquiciados, marcando los canales adecuados a los efectos, que deben ser conocidos por ellos.
&bull,Documentar la forma de asistir al franquiciado en la puesta en marcha de su franquicia.
&bull,Ayudar en la búsqueda del local idóneo.
&bull,Asistir en los trámites administrativos necesarios para comenzar a operar.
&bull,Apoyar en la configuración definitiva que deba adoptar el establecimiento y en la manera de exponer el producto, en caso de que lo hubiera.
&bull,Aconsejar en la elaboración de un plan de lanzamiento de la actividad.
Todas estas pautas y cláusulas pretenden servir de referencia de actuación a las empresas franquiciadoras, de forma que les permita adecuar su modelo de gestión a los parámetros exigidos para obtener el certificado de calidad de la franquicia. Lo que se pretende con este recién estrenado sello de calidad es servir a las compañías que operan en este sistema otorgándolas de mayor profesionalidad, competitividad y transparencia a sus cadenas de franquicias.
El Sistema de Certificación de Calidad que regirá la concesión de dicho sello ha sido elaborado por un Comité Técnico de Calidad formado por diversas empresas franquiciadoras, entre las que se encuentran las enseñas MRW, Don Piso, Bip Bip y Lienzo de los Gazules, así como empresas de consultoría, bajo la supervisión de la Asociación Española de Franquiciadores, quien prevé que en el plazo de 3 años en torno a un 40 por ciento de las enseñas registradas habrán obtenido el certificado de calidad.
Desde Tormo &, Asociados se señala que este certificado será compatible con otros sistemas de gestión basados en normas internacionales, como es el caso de ISO 9001-2000, con los que ya se ha reconocido la labor de algunas de las compañías que operan en el sistema de franquicia español.
Hasta el momento, se calcula que cerca de una 100 enseñas se han interesado por esta certificación de calidad desde que entrase en vigor y se sabe que algunas ya lo han conseguido. Las empresas franquiciadoras pueden solicitar los servicios específicos de calidad a través de empresas consultoras que, como Tormo &, Asociados, ofrecen dichos servicios y que ya están gestionando algunas solicitudes. El tiempo estimado de obtención del sello, desde que se solicita hasta que es concedido por la AEF, está en torno a los 4 meses.
Fases del proceso
La implantación del sistema se puede llevar a cabo a través de dos vías: por un lado, puede ser el propio franquiciador el que se encargue, mediante la creación de un departamento de calidad dentro la propia compañía, y por otro lado, el proyecto puede ser encargado a una consultora externa. ésta se ocupará de que la enseña franquiciadora cumpla con todos los requisitos que exige la normativa. Una vez se posea toda la documentación requerida, ésta se presentará a las empresas auditoras encargadas de examinarla.
Posteriormente, dichas empresas certificadas por la Asociación Española de Franquiciadores evaluarán y elaborarán un informe acerca de la compañía franquiciadora analizada y, si resulta positivo, propondrán la certificación al Comité de Calidad de la AEF que otorgará, registrará y emplazará al franquiciador a rubricar la normativa de uso del sello.
Las empresas auditoras que se encargarán de evaluar la calidad de las franquicias han de estar reconocidas por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC), además de contar con personal conocedores del negocio de las franquicias, mientras que el Comité de Calidad actuará de forma independiente de la AEF.
Ventajas del nuevo sello
Para conocer bien las ventajas que puede proporcionar este sello para las empresas franquiciadoras quizás haya que esperar aún un tiempo. Sin embargo, podemos imaginar que éste se convertirá en un atributo diferencial entre aquellas enseñas que lo posean y aquellas que no.
Al tratarse de una garantía de cumplimiento de requisitos de calidad y atención a los franquiciadores, desde Tormo &, Asociados se cree que se le otorgará un valor adicional a las compañías que lo ostenten y los inversores y emprendedores podrán mostrar cierta preferencia por éstas. Aunque hay quien cree, que seguirán primando otros factores a la hora de escoger una enseña u otra como son la rentabilidad, la notoriedad de la marca, la inversión o la satisfacción de los actuales franquiciados.
El sello se convierte en una guía práctica sobre qué hacer para gestionar con calidad la relación entre franquiciador y franquiciados, antes y después que éstos firmen el contrato de franquicia. Fácilmente y con el correcto asesoramiento de un consultor especializado, una empresa podrá determinar cómo hacerlo en su caso, por lo que el sello es y será una excelente herramienta para gestionar mejor esta relación y toda la cadena de franquicias.
Desde Tormo &, Asociados se cree que el sello proporcionará elementos de reconocimiento, credibilidad y confianza que fortalecen la fiabilidad y la competitividad ante los actuales y futuros franquiciadores. Además, éste puede aumentar las posibilidades de incrementar los establecimientos de la red gracias a una mayor confianza por parte de los emprendedores.
El sello es, pues, una gran herramienta para aquellas empresas que quieran dirigir sus actuaciones hacia sus franquiciados con calidad y buen saber hacer. Aunque éste no garantizará el éxito empresarial o la rentabilidad de una franquicia por sí solo, el esfuerzo y el trabajo para su obtención y su posible adjudicación pueden incrementar en gran medida la estabilidad a largo plazo de una cadena, la satisfacción de sus franquiciados y, en definitiva, mejorar los resultados económicos.