Coaching, una práctica tan necesaria como exitosa en las empresas
La figura del coaching de negocios se hace necesaria si uno desea que su empresa siga marcando una diferencia clara respecto a su competencia más directa. El coaching es la palabra de moda en el mundo empresarial, pero ¿se sabe exactamente qué es y cómo debe actuar para obtener el máximo rendimiento de una empresa?
Las compañías que apuestan decididamente por el desarrollo del capital intelectual encuentran en el coaching un modelo tremendamente resolutivo si es capaz de que este capital intelectual consiga alcanzar su principal objetivo: suscitar seguridad frente al cliente.
La necesidad de generar estas nuevas ideas, de forma más rápida, está demostrando que el valor de la información y del conocimiento en la actualidad tiene un valor incalculable. La formación del personal (ver artículo: “La formación en franquicia, una actividad cada vez más presente en el mercado”), la importancia de Internet, la informática (Ver: “La informática se vuelve indispensable en el sector de la franquicia”), y todo lo relacionado con el mundo de las Nuevas Tecnologías en general, constituyen la clave para competir hoy en día en el mercado empresarial.
Consecuencia de lo anterior, es que se reconoce la necesidad de lograr que las personas acepten invertir todo su talento en la organización, con un nivel de participación e implicación mucho mayor.
Además, la figura del coach o mentor constituye en este momento un elemento cada vez más imprescindible para que el propietario de una empresa llegue mucho más lejos. Para ello, éste debe ser consciente de que tiene que abrirse al aprendizaje y ayudar a los demás. Tan sólo de esta manera el empresario tendrá mayor éxito y optará por aprender para mejorar permanentemente.
Es cierto que dicho propietario de la empresa sabe que se enfrenta a un enorme desafío e incluso se expone a cambiar considerablemente su manera de pensar en su negocio. No se trata por ello de pensar en que uno es el único que puede dar un buen servicio, sino que también se debe tener en cuenta al personal de la empresa y conseguir el mayor rendimiento de cada uno.
En esta misma línea, la figura del coaching sube al escenario de los negocios para reforzar los propios conocimientos de la empresa y estar preparado para afrontar cambios en la manera de pensar y actuar (actuando siempre de forma metódica, estructurada y eficaz), cuando la propia empresa lo demande. Los principios en los que se apoya son:
• El coaching se centra en las posibilidades del futuro.
• Para obtener lo mejor de las personas el coach debe creer en su potencial.
• El coaching funciona en base a una relación de confianza y confidencialidad entre el mentor y el receptor o receptores de una empresa.
• El receptor debe aprender del coach o entrenamiento propio, aunque estimulado por la figura del coach.
Finalmente, las acciones de formación en coaching permiten desarrollar en los participantes (mandos y directivos, por ejemplo) las competencias de este coach o entrenamiento para que sepan impulsar el potencial de sus colaboradores y mejorar su rendimiento.
Aportación del coaching a los empleados y sus empresas
Asimismo, el coaching permite operativizar ese cambio de rol en las organizaciones, aportando un modelo estructurado, que permite gestionar adecuadamente el rendimiento e impulsar el desarrollo del potencial de los colaboradores.
En definitiva, el coaching juega un rol esencial en las empresas debido a factores como:
• Mejora del rendimiento de los colaboradores.
• Desarrollo del potencial.
• Mejora las relaciones directivo-colaborador.
• Fomenta el liderazgo, facilita la motivación, aumenta la implicación y refuerza la autoestima.
Dada la importancia de los beneficios, cada vez son más las organizaciones que lo incorporan a su cultura y estilo directivo. Algunos de ellos son: el capital intelectual, la gestión del conocimiento, la formación continua, el liderazgo, etc.
Tradicionalmente, el eslabón competencial más débil del directivo siempre ha sido la gestión del rendimiento y motivación de sus colaboradores. Esto ha propiciado la continuidad de modelos verticales, cerrados y totalmente jerarquizados, u otros estilos prácticamente incompatibles con el desarrollo del capital intelectual en la empresa.
En definitiva, el coaching, es un sistema integral acerca de “como se hace” en la dirección encaminada al éxito de equipos ganadores en la competición mundial. Mediante una metodología estructurada, se llevan a cabo aproximaciones que nos permiten trabajar en la mejora del rendimiento y en el desarrollo del potencial de las personas. Es el futuro y el futuro está aquí…
Franquicias que promueven el coaching
En nuestro país, los conceptos de negocios basados en esta actividad son todavía escasos, aunque se prevé una proliferación mayor, debido a la eficacia que presenta esta disciplina. Una de las empresas al respecto es Action Internacional, la empresa líder mundial en consultoría para Pymes en el desarrollo del concepto de Coaching de negocios mencionado. Los objetivos que persiguen son el incremento de los beneficios de la empresa, la sistematización del negocio o la disponibilidad de tiempo libre.
El Grupo Orbere cuenta con un total de 28 centros, 16 de ellos franquiciados y 12 propios. Fue fundado en 1986 para dar servicio a la pequeña y mediana empresa y está especializado en consultoría para la pequeña y mediana empresa en las áreas de Calidad, Medio Ambiente, Marketing, Formación, y Coaching, entre otros.
De las ventajas del coaching que se apuntan desde el Grupo Orbere habría que subrayar las siguientes por clarificar nítidamente el interés de este objetivo. Adaptable a la agenda del cliente, individualizado, aplicable a un directivo a un equipo o a toda la empresa, son los factores protagonistas de la situación ventajosa de las empresas que apuestan por el coaching.
Paralelamente se incide en la fuerza que tiene la formación y la relación exitosa que ésta guarda con el coaching. “Creemos firmemente que la formación es una de las estrategias clave para afrontar con éxito los cambios de nuestro entorno y aumentar nuestra competitividad”, apunta Manuel Martínez, del Grupo Orbere.