China o el imperio de la franquicia (Parte I)
El sistema de franquicias comenzó en China a finales de los años 1980, pero su entrada en la Organización Mundial del Comercio en 2001, la organización de las próximas Olimpiadas de 2008 y un crecimiento del PNB asombroso del 9 % anual ha conducido a un aumento espectacular del sistema de franquicias.
Para Sidney J. Feltenstein, director de la International Franchise Association’s Educational Foundation y CEO de Yorkshire Global Restaurants: «China es uno de los líderes en términos de crecimiento del sistema de franquicias”. Y es que muchas cadenas internacionales han puesto China su objetivo. «El sistema de franquicias en China está a punto vivir un boom sin precedentes». Enrique Luque, director del departamento Internacional de Tormo & Asociados, se muestra más cauto, “la situación es cada vez mejor pero estamos a medio camino de que se trate de un mercado normalizado. La franquicia ya es conocida para la autoridades chinas que se han puesto manos a la obra para seguir desarrollando legislación en esta materia”.
Según la China Chainstore and Franchise Association (CCFA), este país cuenta actualmente 1.900 cadenas de franquicia y aproximadamente unos 120.000 centros. Los 1.8 millones de empleados que genera el sistema en un país que cuenta con más de 1.300 millones de habitantes puede no suponer gran cosa. Pero sí los 600.000 nuevos empleos creados en un solo año, lo que supone el doble de los empleos actuales del sector en nuestro país. Todo esto hace presagiar un crecimiento que parece muy lejos de encontrar sus límites.
En este momento se calcula que la franquicia apenas supone el 3% de la facturación total del comercio minorista. Esta cifra produce un fuerte contraste con EE.UU., un país en el que operan aproximadamente el mismo número de franquicias y en el que esa cifra alcanza el 30 %. Si miramos a Europa los registros son algo menores, pero en cualquier caso bastante más altos que en el caso chino. Así, en España concretamente el porcentaje que supone la franquicia del comercio minorista es del 14%. En definitiva, con ese potencial de crecimiento no sorprende que otras 300 empresas de franquicia norteamericanas al igual que muchas europeas y españolas tengan sus ojos puestos sobre China.
Según Bill Janeri, vicepresidente organizador del Franchising Anual China Conference, la feria china de franquicias de Pekin, “China está creando una clase media que debería llegar a 200 millones de personas hacia 2009”. Y sigue, “de las 20,300 personas que asistieron a esta feria de franquicias el año pasado, casi el 75 % afirmó que les gustaría convertirse franquiciado. Incluso esperamos superar estos números durante este año en las conferencias 2005”. Además, la renta per cápita en China superó los 1,000 dólares el año pasado, y se calcula que para el 2010 el 56% de los habitantes estén por encima de los 2.700 dólares anuales. Estos indicadores, según muchos economistas, conducirán a un boom consumista.
Nueva regularización
Todo esta situación contrasta con las escasas facilidades que hasta ahora han proporcionado las autoridades chinas, «tanto minoristas extranjeros como mayoristas son conscientes de que la apertura comercial de China no les ha dado las suficientes oportunidades ni todas las facilidades que cabía esperar hasta ahora», nos comentan.
De ahí la nueva regulación específica que promueve la entrada de capital extranjero y facilita las gestiones a aquellas empresas que quieran entrar en el gigante asiático. Esta regulación “permite a empresas de propiedad totalmente extranjera establecer operaciones al por mayor y de venta al público en todas partes del país, lo que promete cambiar radicalmente el paisaje comercial de China”, recuerda Feltenstein.
Concretamente, con la reciente entrada en vigor de esta reglamentación, este país aprueba la creación de empresas mixtas comerciales de capital extranjero (esto desde el 1 de junio de 2004) y las empresas de propiedad 100% extranjera (esto a partir del 11 de diciembre del año pasado). Asimismo se eliminan las barreras geográficas para las empresas mayoristas desde junio de 2004 y las empresas minoristas tienen acceso a todas las ciudades a partir de diciembre de 2004.
Aún con todo, la captación de franquiciados chinos para conceptos occidentales no siempre es fácil, a pesar de sus objetivos mutuos, las mayores facilidades dadas por la administración china y la nueva regulación. Por ejemplo, el gobierno chino posee toda la tierra y casi todos los edificios, y agencias de gobierno determinan quién puede alquilar el local. Dificultades que se acrecentan por el gigantismo del aparato burocrático y los aranceles. Primero deben obtener el certificado de aprobación como empresa de inversión extranjera y posteriormente pasar las formalidades de registro de la empresa y revisión en las Administraciones Estatales de Comercio e Industria (SAIC). Y como recuerda Enrique Luque desde Tormo & Asociados “a esto se suma cierto grado de corrupción que ayuda más bien poco”
Según la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Pekín, además de esto, deberá proporcionar cada mes de enero el contrato de franquicia firmado el año anterior. Este deberá ser proporcionado a las autoridades de aprobación originales y a las autoridades comerciales locales donde están localizados los franquiciados.
Por último, obliga a facilitar a los franquiciados orientación en la gestión de sus negocios así como formación y un sistema de suministro estable, se precisa que el franquiciador tenga al menos dos puntos de venta directos establecidos por sí mismo o mediante una subsidiaria u holding con una historia de más de un año en territorio chino.
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