El mercado ha cambiado hacia el monopolio de las marcas
A pocos metros existía otro centro comercial, con otra cadena que si comprabas un cepillo de dientes por algo menos de un dólar te regalaban una cafetera y 250 gramos de café de Costa Rica.
Así que, todas las mañanas analizaba las ofertas diarias que varios de estos centros dejaban en mi buzón, para ver de qué forma adquiriría una gran cantidad de artículos, que probablemente no necesitaba, a precios que la mayoría de las veces eran gratis. Me ví atrapado por el consumismo, y no me extrañaba nada cuando tiempo después veía en alguna comedia televisiva americana que parodiaban a una familia desahuciada, que se iba a un centro comercial y allí vivía sin que les faltase de nada y sin ningún coste.
Una década después me encuentro en España, abriendo el buzón y encontrando ofertas de más de cinco centros comerciales que se encuentran a 10 minutos en coche del lugar donde vivo. Quizás no hayamos alcanzado el consumismo americano expuesto, pero por el contrario el crecimiento en número de grandes centros comerciales sí.
ADAPTARSE AL CAMBIO
Esta nueva situación está originando que, por un lado el consumidor cambie sus pautas a la hora de adquirir los productos. La principal actividad se concentra los fines de semana, mientras que entre semana a duras penas sobreviven. Y por otro lado, las grandes propietarias de marcas están utilizando el formato de tienda propia para distribuir sus productos en estos emplazamientos que lo demandan.
El pequeño empresario de retail ve que no puede competir con su establecimiento multimarca, puesto que el cliente consumidor de alguna de ellas prefiere ir a la tienda con el rótulo de la marca que a la que tenía en su barrio o localidad. Calles que disponían de una gran actividad comercial están cerrando sus establecimientos o cediéndolos a otras actividades como pequeños supermercados o tiendas de “Todo a cien” montadas por chinos. Por otro lado, pequeños municipios cercanos a las capitales se ven desbordados los fines de semana por la afluencia de consumidores a uno de los grandes centros comerciales que se han establecido allí.
En toda esta pequeña reflexión vemos que se dan todas las circunstancias necesarias y es el marco ideal para el desarrollo y expansión de la franquicia Los centros comerciales demandan marcas y éstas, en su mayoría, optan por franquiciar estos establecimientos. Por lo que los pequeños empresarios del retail se ven obligados a recurrir a los franquiciadores, si pretenden continuar con su actividad.
El mercado ha cambiado. Y no hay marcha atrás por mucha regulación que pretendan los actores sociales. Entramos en el monopolio de las marcas.
Víctor Pacheco,
Director de Expansión
de Colours & Beauty.