Auténtica comida mexicana para celebrar Halloween en los restaurantes de la franquicia La Chelinda
La red de franquicias La Chelinda, especializada en auténtica comida mexicana, opta por descubrirnos la receta de la cochinita pibil, un plato especial para celebrar Halloween y el Día de todos los Santos.
De este modo, la receta de la franquicia de hostelería y restauración, la cochinita pibil, es quizá el plato más interesante y con una historia más rica de la cocina de la península del Yucatán, la cuna de la civilización maya. Las recetas pibil, típicas de esa región del sur de México, son aquellas elaboradas en un “pib” u horno bajo tierra. Tradicionalmente estos platos se elaboraban sobre todo con venado o faisán y se comían principalmente durante el “Hanal Pixan” o día de muertos por su alta carga simbólica.
Según la creencia popular mexicana, al enterrar los platillos, estos entraban en contacto con el más allá. Y, al comerlos, la cultura maya vivía la unión entre ambos mundos, el de los vivos con el de los muertos. Fue con la llegada de los españoles y la pérdida paulatina del significado simbólico cuando éstas recetas se generalizaron y se adaptaron a los hogares mexicanos.
En la cadena de franquicias La Chelinda, podremos encontrar cochinita pibil elaborada siguiendo la más tradicional receta mexicana: con carne de cerdo y naranja agria (ambos ingredientes introducidos en México por los españoles), y marinados con Achiote, una especia muy utilizada en México y Centroamérica, acompañada de cebolla morada encurtida y chile habanero, muy típico de la región.
Los clientes que acudan en esta fecha a uno de los restaurantes de la franquicia La Chelinda, podrán disfrutar además del Altar de Muertos, el lugar donde, siguiendo la tradición milenaria maya, se recuerda y homenajea a los que ya no están, invitándoles a disfrutar de comida y recuerdos.
En el altar de la franquicia La Chelinda, un espacio culturalmente considerado como lugar de fiesta y no de luto, encontraremos fotos, flores, velas, vírgenes y santos, así como los platos favoritos de los difuntos: moles, tamales, barbacoa, pan de muerto y bebidas: agua y tequila, mezcal o sotol.