Chile atrae a un número cada vez mayor de inversores
Un reciente informe elaborado por al menos media docena de reconocidos especialistas en comercio internacional de los Estados Unidos acaba de elaborar un informe que ratifica el buen momento por el cual están pasando nuestros vecinos chilenos. El documento, titulado Doing business in Chile (Hacer negocios en Chile) señala que las prácticas comerciales en Santiago son similares a las de Houston o Boston.
Los especialistas recomiendan hacer negocios en Chile y acentúan trece diferentes sectores en los que los capitales estadounidenses puede encontrar buenas oportunidades para invertir. Los principales son las manufacturas y los bienes de capital, pero también destaca un importante nicho de servicios, sobre todo en las áreas de finanzas y franquicias. Entre las contras, el informe destaca el alto grado de competencia que existe en Chile. En este sentido señala que desembarcar en Chile es fácil, lo difícil, en cambio, es quedarse.
En el momento de revisar el ambiente de negocios, el estudio señala que un chileno puede hacer esperar a un amigo pero nunca a un cliente. El ambiente de negocios es descrito como “sofisticado”. El informe estadounidense no es el único que destaca las oportunidades de negocios que ofrece Chile. Otros estudios, pero esta vez elaborados por consultoras de la talla de PricewaterhouseCoopers y Deloitte, destacan a Chile como un país abierto al comercio y la inversión como pocos en el mundo.
Exigencia
Los expertos advierten que la competencia en Chile es feroz, por lo que aquellos que estén interesados en desembarcar en ese mercado deberán invertir mucho en marketing y distribución, ya que el mercado es chico y la competencia es enorme. En la actualidad, los Estados Unidos son los primeros socios comerciales de Chile, posición que quedó asentada aún más desde que en enero de 2004 entrara en vigencia el tratado de libre comercio entre ambas naciones.
Desde entonces, las importaciones chilenas desde el mercado estadounidense han ido en aumento de manera sostenida e incluso duplica los envíos chilenos hacia los Estados Unidos. En los primeros cinco meses de este año llegaron cerca de 2.064 millones de dólares en mercancías estadounidenses, lo que representa un incremento del 66 por ciento con respecto al año anterior.
El sector que más impulso tomó desde la rúbrica del tratado de libre comercio fue el industrial. La maquinaria para la construcción y los equipos médicos crecieron a tasas de dos dígitos en el último año y incluso así el informe prevé aún espacio para un mayor desarrollo debido a la expansión de la construcción. En tanto, en el sector servicios, el informe destaca que las AFP son clientes muy atractivos para los fondos mutuos americanos.
Flexibilidad, empleo y productividad
La flexibilidad laboral de la que habitualmente se habla en Chile no es un instrumento para crear valor y mejorar el trabajo: no se habla de más capacitación, más productividad, mejor gestión o mayor empleabilidad de las personas. Con el término “flexibilidad”, a lo que se suele aludir es a la alternativa de que las empresas obtengan más posibilidades de reducir los costos asociados a la contratación y despido de trabajadores y a mayores libertades de gestión en materia laboral: que puedan adecuar indiscriminadamente el tiempo y el lugar de trabajo, cambiar las funciones desempeñadas por los operarios y la duración de los contratos y, en general, ampliar las posibilidades para modificar las condiciones de trabajo según convenga al mejor curso de la empresa. La flexibilidad es sinónimo de políticas de ajuste empresarial para obtener más trabajo por menos costos.
Una de las medidas más polémicas del tema es la adaptación de los contratos, jornadas y salarios para potenciar la creación de más empleo y favorecer la contratación de trabajadores menos calificados. Todavía el tema despierta resistencia en los trabajadores, pero para los empresarios la flexibilización laboral es el camino para enfrentar los problemas de empleo en el país.