Colombia, un espacio incipiente para las franquicias
Tras sufrir la peor de sus crisis, a finales de los noventa, el crecimiento económico en Colombia ha despertado hasta el punto de traducirse en una reducción de la pobreza y en la creación de un emergente país exportador de petróleo, café o níquel, que también se ha beneficiado del alza de precios de las materias primas. En este escenario ha reaparecido un incipiente sistema de franquicias poco desarrollado pero ampliamente estructurado en el que ya operan 210 redes.
En este país, de unos 46 millones de habitantes, existen 5.242 establecimientos franquiciados, según el último informe sobre la “Situación actual de la franquicia en Colombia” publicado por la consultoría en franquicia Tormo & Asociados. Este modelo de negocio ha conseguido una facturación de más de 8.563 millones de pesos facturados, con una inversión de más de 592 millones de pesos de inversión.
Hay que destacar que este sistema está concentrado en dos ciudades, Bogotá y Medellín. La principal ciudad colombiana por el número de centrales de franquicia es Bogotá, que aglutina aproximadamente el 41% de las mismas (82 redes), seguida muy de cerca por la ciudad de Medellín, con un 39% (78). El resto de ciudades se encuentran a bastante distancia por localización de redes, con Cali, que tiene 19 o con Bucaramanga o Barranquilla, ambas con seis.
Por sectores, en hostelería existe una mayoría enfocadas a la comida rápida (25), a restaurantes y bares (16) y a heladerías (4). En retail, la moda y confección se lleva la palma, con 51 enseñas que operan con 610 establecimientos. Destaca, en segundo lugar el sector de tiendas especializadas cuyas 25 enseñas poseen 270 establecimientos y es curioso el sector de productos naturales, donde cinco firmas cuentan con 270 unidades de negocio.
En cuanto al sector servicios los servicios especializados tienen 18 cadenas y 373 tiendas, mientras que en mensajería sucede lo mismo que con los productos naturales. Cinco firmas poseen la nada despreciable cifra de 1.784 puntos.
La atomización del mercado es algo reseñable, nada menos que el 59% de las franquicias tienen menos de diez establecimientos y una gran mayoría de los mismos no alcanzan las cinco unidades. Solamente un 8% de las cadenas poseen más de 50 unidades de negocio. Por lo que todo apunta a que durante los próximos años asistamos a un aumento de compañías grandes que creceran en número de franquiciados.
Así, en este modelo de negocio destacan las marcas establecidas que llevan años operando y cuentan con un alto número de establecimientos. Los productos de sus marcas son identificados por el público, como sucede con la firma de artículos de moda urbana Totto, que busca la master para Espana. Detrás de estos nombres se identifica una empresa y han conseguido importantes economías de escala. Cuentan con estructuras altamente profesionalizadas con soluciones para la logística y operaciones. Además tienen un excelente concepto de servicio y homogeneidad en el negocio.
Las marcas ascendentes que están creciendo con un número de establecimientos sensiblemente inferior, aún no gozan de niveles de servicio homogéneos y no se identifican con la compañía. Están solucionando la logística y sus estructuras directivas están en proceso de creación. Con mayor favor del público aparecen las marcas emergentes, que generalmente, cuentan con excelentes conceptos de negocio, aunque aún no tienen de notoriedad de marca.
Las ventajas que aporta este sistema es que existe en Colombia un apoyo que ha facultado a muchas empresas a poder competir en igualdad de condiciones que las grandes y un sistema que favorece la creación de empresas y de empleo, además de una importante y creciente estructura comercial (centros comerciales) para la implantación de las marcas.
Por otro lado, el apoyo para competir en igualdad de condiciones puede volverse en contra si éstas no saben desarrollarse adecuadamente. Además, el propio dinamismo del mercado favorecerá la entrada de empresas internacionales, sorprendentemente escasas hasta la fecha.
Si tenemos en cuenta las franquicias españolas que operan en este país, existen nueve cadenas con 47 unidades de negocio. Entre ellas, cuenta con una amplia presencia Retoucherie de Manuela, con 15 establecimientos y Pressto, con 13. También han querido explorar este país Media Monitor Internacional, Clean & Clean, Artesanos Camiseros o Ecolíder. Aunque no podían faltar las españolas más internacionales como Mango, Zara o Imaginarium.En este escenario, las tendencias que prevén los expertos es que las centrales de franquicia se conviertan en organizaciones empresariales, donde todo se franquiciará y donde habrá una depuración permanente y renovada del sector. Habrá una presencia creciente de inversores y fondos especializados y la internacionalización de las enseñas será creciente.
El sistema de franquicias en Colombia es también un importante generador de empleo. Casi 20.000 trabajadores desarrollan su profesión bajo este modelo, que también participa en la creación de otros 4.000 puestos indirectos.