Cómo pasar de empleado a franquiciado
La franquicia es una opción para el autoempleo, según los nuevos emprendedores que se incorporan al sector. La flexibilidad de la central franquiciadora, el apoyo de la marca y la experiencia en el mercado son algunos de los avales que han empujado a varios empresarios a introducirse en este modelo de negocio.
Miguel Ángel Serrano tenía muy claro que no acabaría jubilado en Telefónica, empresa en la que trabajó antes de convertirse en franquiciado de Ondas. El año pasado, la rentabilidad, la escasa competencia y modelo de gestión le animaron a abrir un establecimiento de la marca gallega de bisutería y complementos en el Centro Comercial Loranca en Madrid.
Una inversión de 60.101 euros (diez millones de pesetas) para su puesta en marcha hicieron el resto. Me pareció el modelo más sencillo para pasarme a los negocios, ya que tenía el mayor número de incógnitas despejadas y el menor riesgo», explica Serrano.
Estos motivos también fueron decisivos para María del Carmen González, de 52 años. Directora financiera de multinacionales antes de ser franquiciada de Fortaleza –tienda de degustación y venta de café– en el madrileño Parque Comercial Nassica, confiesa que «estaba cansada de trabajar de la mañana a la noche para otros y decidí hacerlo para mí. Desconocía los negocios, por eso opté por la franquicia». González y Daniel Waingart, su socio, inauguraron este año.
Como Fernando Maíz, franquiciado de Multiaventura, para crear su empresa se apoyaron en la experiencia de la marca: «Aunque me había dedicado al asesoramiento empresarial me introducía en un sector que desconocía y necesitaba apoyo. Creo que esto se valora más que abanderar una u otra firma». Un punto en el que difiere Francisco Fernández que, tras varios años ligado al sector inmobiliario, abrió una franquicia de Remax. «He ganado clientes y la marca me ha aportado unos servicios que no ofrecía el modelo tradicional de agencia inmobiliaria», asegura.
Aunque la flexibilidad de la central franquiciadora es muy apreciada por los franquiciados consultados por Expansión & Empleo, la inversión no fue el factor que determinó su elección. Antes de tomar una decisión, acudieron a otros franquiciados para tomar el pulso del sector. Según Elena de Mingo, directora de proyectos de Tormo & Asociados, «los futuros franquiciados siguen demandando la rentabilidad, pero también valoran mucho el apoyo desde la central y las obligaciones financieras».
Para conseguir información de ese tipo hay que recurrir al franquiciador pero, sobre todo, hay que hablar con otros franquiciados. Y es que lograr resultados positivos en franquicia no es sólo cuestión de números. «Hay que trabajar mucho y aunque se tenga cierta libertad, siempre dependes de la central», apunta Margarita Gómez que, junto a Carmen Anderez, es franquiciada de la marca de ropa infantil Charanga desde 1994. Elías Hernán está al frente de la tienda de productos de cosmética natural Néctar en el CC Alcalá Norte, también en la capital,y coincide con Gómez en que son necesarias muchas horas de dedicación y un trato impecable al cliente: «Estar en un centro comercial no garantiza una gran afluencia de público».»