Cómo proteger su red de tiendas de los robos
El comercio minorista cada vez se ve mas afectado por las sustracciones de pequeños artículos o medianos, el robo no identificado.
La distribución soporta todos los años un coste de 6.000 millones de euros por culpa de lo que en el sector se denomina pérdida desconocida, eufemismo que esconde el fenómeno de los hurtos realizados por clientes y empleados. Hasta ahora se sabía que el coste directo de estos pequeños y medianos robos ascendía entre 1.500 y 1.800 millones de euros anuales, el 1,53% de la facturación total del sector.
Un estudio realizado por los profesores del IESE José Luis Nueno y Pedro Videla, en colaboración con Checkpoint Systems, empresa dedicada a sistemas antihurto, revela que el gasto indirecto de este fenómeno (fundamentalmente en seguridad) triplica al anterior hasta llegar a 4.500 millones de euros. El sector de la distribución no reparte estos costes de manera uniforme. Depende mucho del tamaño del comercio y de su poder frente a los proveedores y los clientes.
El estudio calcula que los bolsillos de los consumidores soportan entre el 30% y el 100% de los costes por robos, según el tipo de comercio, aunque la media estaría en el 70%, es decir, en alrededor de 4.200 millones de euros. La subida de precios que provoca la pérdida desconocida ronda el 6%, por tanto se trata de un fenómeno inflacionista, dicen los profesores.
Tecnología de tercera generación, etiquetas rígidas de tamaño reducido para pequeños artículos de cosmética y perfumería, más de 50 tipos distintos de etiquetas adhesivas de última generación… Los sistemas anti hurto se han especializado en el punto de venta. El hecho es que el producto de hoy se expone libremente en los puntos de venta para facilitar la compra por impulso, ya que el consumidor busca ‘mirar’ y ‘tocar’ lo que va a adquirir. Los responsables de los comercios tienen que convertirse en verdaderos expertos en seguridad. Toda precaución es poca y en este sentido los sistemas para proteger los artículos desempeñan un papel fundamental: el de ser cada vez más efectivos y discretos.
Precisamente, la acción disuasoria de los sistemas de seguridad es una de las máximas de las cadenas de hard discount. Los responsables de las tiendas de descuento prefieren que los sistemas de seguridad estén bien a la vista, incluso instalan etiquetas en los productos más inverosímiles ¬como en los envoltorios de las barras de pan¬ y no se sonrojan si la alarma suena sin parar. Ante todo, buscan que el cliente tenga siempre presente que cualquier producto puede portar una alarma.
Una seguridad universal
Ante los numerosos hurtos que sufre el sector de la distribución en la Unión Europea, las empresas han comenzado a solidarizarse y buscan el etiquetado en origen en todo el mundo, como ya se hizo con el código de barras.
Actualmente, la protección electrónica de artículos es la más adecuada para evitar los robos, porque además de proteger los productos utilizando etiquetas tanto rígidas como adhesivas, según sus características, tiene un efecto disuasorio en sus responsables de hasta un 80%.La tecnología punta ha venido a aportar más capacidad y efectividad a estos sistemas que se han especializado al máximo.
Existen tres tecnologías distintas e incompatibles entre si en el ámbito de la protección electrónica de artículos, la que se utiliza en el 80% de los casos es la radiofrecuencia, que tiene unas ventajas muy claras con respecto al resto. Por un lado, su instalación es sencilla y permite proteger cada vez artículos más pequeños.
Además, también encontramos el Metalguard, postes situados a la entrada el establecimiento que sirven para detectar los elementos o artículos que llevan los clientes, etiquetas Flex-Tag que llevan un circuito de RF y que se utilizan normalmente para productos de menos pesoy protectores de policarbonato, cajas de plástico que protegen desde CD’s y DVD’s, juegos por ordenador, consolas, videojuegos, vídeos, etc.