CVC e Inveralia deciden dar un giro en Zena y paralizan su venta
CVC e Inveralia ha cambiado de planes respecto a Zena, la compañía de restauración que gestiona las cadenas Burger King, Foster´s Hollywood y Pizza Hut, entre otras. Su intento fallido por hacerse con TelePizza, que finalmente quedó en manos de la familia Ballvé y de Permira, ha provocado una reflexión dentro de la sociedad de capital riesgo. La conclusión es que, pese a la aprobación en consejo de administración, Zena no se vende. Al contrario, ha decidido buscar oportunidades para crecer.
La participación de CVC e Inveralia en Zena ha pasado por muchas vicisitudes en los últimos doce meses. Las dos sociedades de capital riesgo decidieron poner en venta hace justo un año una compañía por la que en aquel momento pedían unos 250 millones de euros. Para realizar la desinversión, los dos private equity contrataron a 360 Corporate, firma de asesoramiento que les negoció la compra de Cortefiel unos meses antes.
Sin embargo, ante el interés del sector del capital riesgo por TelePizza, uno de sus grandes rivales, CVC e Inveralia decidieron frenar su venta e intentar hacerse con el control de la compañía de comida rápida. Para ello lanzaron una OPA competitiva con la que previamente habían puesto encima de la mesa Permira y la familia Ballvé, propietaria de algo más del 20% de TelePizza.
Tras una puja entre estos dos grupos e Ibersol, empresa portuguesa que también se sumó a la subasta, CVC e Inveralia vieron como la compañía cuyo secreto está en la masa quedó en manos de su rival, Permira. Pocos días después de perder esta operación, la sociedad liderada en España por Javier de Jaime anunció que retomaba la venta de Zena, que también opera la enseña Cañas y Tapas.
Sin embargo, tras el verano, CVC e Inveralia consideran que puede ser más rentable financiar una nueva ronda de crecimiento de Zena que venderla. Este cambio de opinión, que no ha sido comunicada todavía al resto de inversores minoritarios del grupo, se produce porque ambas sociedades estiman que su participada todavía puede ganar tamaño a través de adquisiciones.
El cambio resulta llamativo dentro del sector del capital riesgo porque CVC e Inveralia están en el capital de Zena desde marzo de 2001. Es decir, ya han superado el tiempo medio de inversión de este tipo de sociedades, que oscilan entre los tres y los cinco años. No obstante, fuentes próximas a CVC e Inveralia aseguran que ambas firmas de capital riesgo se sienten cómodas con su participación porque el valor de su inversión ha crecido al calor de la guerra de OPAs sobre TelePizza. “Ahora puede valer entre 350 y 400 millones”, apuntan.
Zena facturó el pasado año 306 millones de euros. El grupo, que también tiene la licencia para explotar la marca Kentucky Fried Chicken y franquicias como Il Tempietto, emplea a cerca de 6.500 personas en sus restaurantes. Además de CVC e Inveralia, que tienen el 50 y el 20% respectivamente, el capital de Zena está en manos de la familia Irrisarri y Manuel Robledo (13,76%) y de Jesús Bravo, con el 12,5%. El resto está en manos de inversores minoritarios.