Despierta el mercado de la franquicia en Perú
En estos momentos, encontramos un sistema de franquicias en Perú que cuenta con unas 90 enseñas operativas, a través de los 600 establecimientos o puntos de venta con los que cuentan, en los que se da trabajo a más de 3.200 empleados. Llama la atención el escaso número de empresas que han optado por el sistema de franquicia como forma de expansión en el país andino, que ni siquiera llega al centenar, cifra muy por debajo a las de otros países sudamericanos como son Brasil, México, Argentina, Venezuela, Colombia o Chile. Sin embargo, dichas cadenas de franquicias obtuvieron en 2006 una facturación en torno a los 375 millones de euros, una elevada cantidad si tenemos en cuenta el poco número de redes establecidas en Perú.
Tras la tempestad
El país andino vive actualmente un momento de importante desarrollo, tras la inestabilidad sufrida desde finales de los noventa, con tasas de crecimiento del PIB por encima del 8 por ciento, como ocurrió en 2006, en un contexto de baja inflación, en torno al 1,14 por ciento. Lo que ha provocado que, en los últimos meses, el índice riesgo país haya descendido hasta mínimos históricos, situándose en 95 puntos, lo que anima a la entrada de capital en el país.
El mercado de la franquicia en Perú comenzó su andadura en el año 1979, con la llegada de la empresa Kentucky Fried Chicken, dentro del sector de la comida rápida. Desde la inauguración de su primer local, KFC logró la aceptación del público consumidor, lo que animó a otras empresas estadounidenses como McDonald&rsquo s, consolidando el auge de esta actividad en el país. Después llegaron Burger King, Pizza Hut y Tony Roma´s, entre otras.
Entre las enseñas peruanas, Mediterráneo Chicken, que en la actualidad cuenta con una red de 14 establecimientos, fue la primera en franquiciar su marca a mediados de la década de los noventa. A ésta le siguieron El Pardo, La Romana, Espresso, Alfresco y Pastipizza.
La década de los noventa se caracteriza por la creación en 1993 de la nueva ley de tratamiento de inversiones de capitales extranjeros que jugó un papel muy importante en el sistema, porque permitió abrir a partir de ese año un poco más el comercio internacional, contribuyendo así al crecimiento de este negocio, sobre todo con la implantación de franquicias estadounidenses.
La recesión económica por la que atravesó el país en 1999 frenó el crecimiento del mercado, lo que llevó, incluso, a la Asociación Peruana de Franquicias a dejar de celebrar durante unos años la Expofranchise Perú, el evento anual más importante que tenía lugar en el país en cuanto al mercado de la franquicia. Sin embargo, la inestabilidad de estos años no impidió el asentamiento de nuevas marcas de restauración, como por ejemplo Hard Rock Café, Ben& Jerrys o Señor Frog&rsquo s.
El caso más exitoso de franquicia nacional es el de Bembos, cadena de hamburgueserías, que comenzó a operar en 1988 y tiene actualmente 18 locales en toda Lima. Aunque actualmente no prevén ampliar su número de franquicias en el mercado nacional, sí piensan exportar su negocio a Chile y Estados Unidos.
Uno de los conceptos de negocio más curiosos que encontramos en Perú es el de la compañía Naturale, una enseña especializada en la elaboración y comercialización de zumo de chicha (hecho a base de maíz morado y que goza de gran fama en el país). Dicha firma se encarga de elaborar el zumo y de crear las máquinas expendedoras a través de las cuales se distribuye.
Triunfo de lo español
Hasta 11 enseñas españolas han hecho las maletas y han viajado hasta Perú a probar suerte con sus negocios. Y no parece que les haya ido mal, porque en total, todas las marcas suman 37 establecimientos en el país andino. Desde luego, la representación española es altamente significativa, ya que podemos decir que cerca del 10 por ciento del mercado de la franquicia en Perú es de origen español.
De todas ellas, la que pisa con más fuerza es la cadena de tintorerías rápidas Pressto, que abrió su primer establecimiento en el año 1998, a través de un empresario francés interesado en montar un negocio de estas características en el mercado peruano, ya que la idea hasta entonces era nueva. Así, la cadena comenzó su andadura con la instalación de la primera tienda en el área de San Miguel, en Lima, y a partir de ahí comenzó a instalar sus locales dentro de los supermercados Metro, pertenecientes a la cadena Wong, el mayor distribuidor de alimentación de todo el país. Actualmente, la cadena de tintorerías posee 17 establecimientos en Perú.
Además de Pressto, también han cruzado el charco la cadena de moda Mango, que cuenta con 3 tiendas, Equi Eco Quality, especializada en la regeneración de consumibles informáticos, que posee 5 establecimientos, Springfield, Women&rsquo s Secret e Imaginarium, que han abierto dos locales cada una, y Dinamix, Trimage y Sun Planet, con un establecimiento cada una.
Muy pocas franquicias se han decidido a abrir sus establecimientos en las provincias, casi todas están establecidas en Lima, la capital, ya que es donde se encuentra la población con mayor poder adquisitivo. Además, las costumbres de la capital y de las ciudades de provincia son aún muy diferentes, por ejemplo, el consumidor de provincia no está habituado a la llamada comida rápida y es más conservador a la hora de aceptar nuevos conceptos. Por tanto, después de Lima, tan sólo se han instalado algunas franquicias en Cuzco y Arequipa.
Es importante destacar que este mercado está dirigido principalmente a un consumidor urbano con un nivel socioeconómico alto y medio alto, ya que en este país todavía no existe una clase media numerosa comparable en tamaño y recursos económicos a la europea.
En propias palabras del presidente de la Cámara Peruana de Franquicias, Fernando Luque, «el sistema de franquicia está empezando una tercera etapa. Una etapa de conocimiento, ya hay un gremio constituido, ya hay consultoras, hay muchas franquicias locales también. Entonces estamos en el inicio de la tercera etapa, la de expansión». Muestra de las buenas perspectivas que se han creado en torno a dicho mercado es la organización del Salón Internacional de la Franquicia, que vivió su primera edición el año pasado, y que ya tiene fecha para este año, tendrá lugar en el mes de noviembre.
En resumen, destaca el potencial que tiene Perú como mercado para instalar nuevas franquicias ya que existe margen suficiente para desarrollar nuevos conceptos de negocio, tanto en productos como en servicios, puesto que el mercado se encuentra poco explotado. Además, se espera que a medida que mejore la coyuntura política y económica en el país, que ya está dando síntomas de clara recuperación con un aumento de la estabilidad y de creación de la riqueza, el mercado se activará, dando entrada a mayor número de inversores y empresas extranjeras, al tiempo que crece el número de enseñas peruanas.
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