El cartel de “se alquila” llega a la franquicia
La posibilidad de disfrutar de un producto o servicio por un tiempo y precio determinados constituye una práctica cada vez más habitual. Desde el alquiler de vehículos al arrendamiento de bolsos de lujo, son muchos los artículos al alcance de cualquiera por un precio módico y, eso sí, con fecha de caducidad. Ahora, el mercado de la franquicia ha descubierto esta fórmula y la utiliza para crear nuevos conceptos, ampliar la oferta de servicios de las cadenas o diferenciarse de la competencia.
El alquiler es una práctica que en los últimos años se ha extendido a prácticamente todos los sectores de actividad. Vivienda, moda, tecnología… cualquier producto es susceptible de ser disfrutado por un tiempo y coste concretos, reportando beneficios al consumidor y también a la empresa que oferta este servicio.
El mercado de la franquicia no se queda atrás en la incorporación de esta posibilidad y ya son numerosas las enseñas que, en su sector correspondiente, han descubierto una nueva forma de ofrecer sus productos e incluso han construido un concepto de negocio en torno al alquiler de un determinado artículo.
Fórmulas y condiciones de alquiler existen tantas como productos y empresas ofrecen esta posibilidad y, del mismo modo, son varias las razones por las que una red de franquicias decide implementar el alquiler entre sus servicios.
El alquiler de vehículos, un clásico
En primer lugar, encontramos las cadenas de franquicias que han sabido aprovechar el tirón del negocio de alquiler de vehículos, un artículo que se presta con facilidad a esta práctica. Desde el arrendamiento de un coche en vacaciones hasta furgonetas para mudanzas, son numerosas las opciones que ofrece el sector de la automoción a usuarios y empresas.
Así, Aval Rent a Car se erige como una de las cadenas de franquicias pionera en el alquiler de vehículos, un negocio que ha evolucionado rápidamente y que ahora cuenta con una demanda estable y cada vez más exigente. En este sentido, el pertenecer a una extensa red conectada en el territorio nacional, con múltiples puntos donde el cliente puede coger y dejar un automóvil, supone una ventaja que marca la diferencia a la hora de valorar el futuro éxito del negocio.
Concretamente, Aval Rent a Car ha abierto casi 40 puntos de alquiler de coches en la geografía española en apenas 6 años de vida empresarial, ofreciendo una oportunidad de negocio que exige una inversión que varía dependiendo de la zona y que incluye un canon de entrada de 24.000 euros. Otra ventaja reside en la dimensión del local, con un mínimo de 35 metros cuadrados, y en el tamaño de la población necesario para instalar una franquicia, 20.000 habitantes.
Otra de las cadenas que se dedican a este negocio es Hipercamión, con la particularidad de que alquila vehículos industriales a empresas y particulares, a corto o largo plazo. Santiago Cano, responsable de expansión de la marca, basa la ventaja de la franquicia en que “Hipercamion pone a disposición de sus franquiciados una extensa cobertura publicitaria, con lo que atrae clientela, pero lo más importante es que ponemos a disposición de nuestros socios hasta 5 camiones en contrato de larga duración, para que ellos puedan arrendarlos a las empresas. Además, les garantizamos este tipo de contratos desde la central, tramitando la gestión y facilitándole un volumen de usuarios que cubra sus gastos y además les provean de beneficios”.
En sus dos años de vida la franquicia cuenta con 10 delegaciones en el territorio nacional, requiriendo una inversión de 35.000 euros más un canon de entrada de 12.600 euros y unos costes determinados en concepto de royalties y publicidad. Otra gran ventaja es el local, ya que no es necesario: la central provee al franquiciado de un módulo de venta de 15 metros cuadrados.
Tecnología en alquiler
Otra franquicia que oferta el alquiler de sus productos es Tienda U.P.I, esta vez en el terreno de la informática. A través de este servicio las empresas se ahorran el coste de los equipos, el software… recibiendo además el mantenimiento adecuado por un precio fijo mensual. Una fórmula para diferenciarse de la competencia incorporando la posibilidad de arrendar productos informáticos, una práctica que cada vez eligen más empresas para no complicarse con la actualización necesaria de los equipos.
La inversión inicial necesaria está fijada en 20.000 euros, cantidad que incluye la puesta en marcha del negocio, la implementación de la imagen y el stock inicial, además de requerir un pago de 180 euros trimestrales en concepto de publicidad. El local precisa de 45 metros habilitados y debe estar ubicado en una población de al menos 15.000 habitantes, unas condiciones que han cumplido las más de 280 franquicias de la marca que operan a día de hoy en España.
El sector de los centros de bronceado también ha descubierto esta fórmula. Todosol Telesolarium es la única cadena dedicada al arrendamiento de solariums a domicilio, un sistema que facilita la puesta en marcha del negocio a los inversores, que operan desde su propia casa suministrando en régimen de alquiler los aparatos a otras empresas, particulares y demás.
El coste de la franquicia asciende a 30.000 euros más un canon de entrada de 15.000 euros, abonando 10 euros al mes por aparato alquilado durante los 6 primeros meses y contribuyendo al pago de la publicidad anualmente. La gran ventaja es, como ya hemos comentado, que no requiere local. Además, la central valora la instalación de una franquicia en grandes ciudades, donde se garantiza volumen de negocio.
Al alquiler de videojuegos, muy habitual, se ha sumado recientemente el alquiler de videoconsolas. Divertienda pone a disposición de sus clientes la posibilidad de arrendar cualquier consola por un tiempo y precio fijados. Una manera de ofrecer un servicio extra y además incentivar el alquiler de videojuegos, uno de los negocios principales de la cadena.
La marca cuenta con 17 franquicias en su red y ofrece su concepto por una inversión inicial de 69.000 euros más un canon de entrada de 5.000, precisando de un local de al menos 70 metros cuadrados que esté ubicado en zona comercial en una población de 50.000 habitantes como mínimo.
Innovación en alquiler y franquicia
La prueba de que el alquiler puede convertirse en un negocio en sí mismo se observa en River Service y Rentaplant, nuevas cadenas de franquicias que basan su negocio en el renting de plantas a empresas y particulares, ofreciendo además el mantenimiento y servicio completos para ahorrar el esfuerzo económico y humano de transportar estos elementos ornamentales a las oficinas, eventos donde se ubiquen stands, bodas, ferias, etc.
Sin embargo, con dos know how completamente diferentes, tal y como nos comenta Nicolás Ghersi: «En Rentaplant ofrecemos un negocio de renting de plantas en el que el franquiciado es totalmente independiente de la central, de manera que el busca sus contratos y suministra las plantas que previamente adquiere en viveros. Para facilitar esta tarea, ofrecemos al inversor un contrato exclusivo con Hobby Flower, una gran compañía fabricante de hidrojardineras para mantener las plantas».
Esteban Gimeno, director de expansión de la enseña, comenta que «en River Service, de cara al franquiciado, ofrecemos un negocio ideal para personas con carácter comercial, que trabajen por su cuenta buscando clientes que remitan a la central, que se encargará de enviar las plantas. Este negocio no necesita local, una de sus mayores ventajas”.
Toda una serie de empresas que crecen en régimen de franquicia y que han descubierto en el alquiler una fórmula para inventar nuevos negocios, ampliar la oferta de servicios o, simplemente, atraer volumen de negocio e incentivar el consumo de productos asociados al artículo en alquiler en un momento dado.