El uso de lavanderías autoservicio permite ahorrar 675 euros anuales en luz
El uso de lavanderías autoservicio permite ahorrar 675 euros anuales en la factura de la luz. Esto se debe tanto a la escalada continuada en el precio de la luz, hasta un 26,2% más en comparación al mes de enero del año pasado, como a la eficiencia del lavado en este tipo de establecimientos especializados. El ahorro total se eleva a los mil euros anuales si se suma el gasto de agua y productos de limpieza necesarios para hacer la colada, lo que supone un ahorro de casi 20 euros por semana para una familia media.
En este sentido, una familia estándar de cuatro miembros que lava una media de 40 kilos de ropa a la semana reduce en un 24% el gasto total y necesita menos tiempo que el invertido en el hogar. Y es que hacer la colada en casa supone un consumo de 4.000 Kw semanales, 900 litros de agua y unas 6 horas en el proceso de lavar, secar y revisar los electrodomésticos, además del gasto en productos de lavado, que es de alrededor de 1,7 euros por cada 40 kg de ropa.
En este sentido, electrodomésticos como la lavadora y la secadora, los cuales representan el 11% del gasto energético total de un hogar, llegaron a incrementar sus precios hasta un 37% (en el caso de la lavadora) pasando de 0,13 euros/hora en enero de 2016 a 0,18 euros/hora en el mismo mes de 2017.
“Cada vez son más las familias que optan por el uso de las lavanderías autoservicio por una cuestión de comodidad, practicidad, ahorro de tiempo y dinero. Los cambios de hábito de la población actual son evidentes, y muestra de ello es el aumento del número de usuarios en nuestros establecimientos, llegando a los 240.000 en 2016”, pone de manifiesto Roberto Haboba Gleizer, propietario y fundador de Fresh Laundry, quien asegura que “gracias a la capacidad de nuestro equipo de lavadoras, de 8kg a 17kg, en 45 minutos se puede lavar el triple de ropa que en una lavadora convencional por menos de 20 euros”.
El sector de las lavanderías autoservicio está en pleno auge por la evolución en las costumbres en el lavado de la ropa de los españoles hacia las que ya están ampliamente arraigadas en culturas como la estadounidense o la francesa. El hecho de que España figure como uno de los países con los índices de precio por Kwh más altos también favorece este cambio de paradigma hacia hábitos diarios más innovadores.