Empresas más seguras en Navidad
Un estudio realizado por el Centre For Retail Research (CCR) estima que durante las últimas seis semanas del año, las pérdidas por hurto ascienden a 4.821 millones de euros en Europa. El aumento de robos en tiendas y comercios en esta época es un clásico de las fechas navideñas. Los ladrones se refugian en el elevado número de clientes que confluye en una misma tienda y el excesivo trabajo que se les acumula a los dependientes. Una situación idónea para el hurto ocasional. Una situación que, además, se ve agravada por la coyuntura económica actual, ya que según datos de CRR, la crisis económica y financiera puede provocar un aumento de la pérdida por hurto en los comercios de entre el 4% y el 9%.
Esta es una de las razones por las que, las empresas de sistemas de seguridad han traspasado sus fronteras pasando a ser un complemento legal e indispensable a la hora de poner en marcha un negocio. A la hora de elegir uno u otro sistema de seguridad no se puede hacer a la ligera o por capricho del personal de seguridad. Antes de su elección hay que tener en cuenta la ley y un estudio realizado por profesionales del sector en el que se ha elaborado un plan de seguridad donde se establecen los protocolos de actuación del personal y qué sistemas son los más adecuados.
Entre las recomendaciones de la empresa ADT, especialista en sistemas electrónicos de seguridad para hogares, comercios, negocios e instituciones gubernamentales, está la de procurar que los sistemas anti-hurto ubicados en los accesos sean visibles al público para que ejerzan un efecto psicológico disuasorio o no colocar elementos metálicos (puertas o paneles) o adornos en los accesos que puedan dificultar la capacidad de detección de los sistemas.
En ocasiones, los artículos con componentes metálicos, como complementos, o líquidos, como perfumes o bebidas alcohólicas, dificultan la lectura de los sistemas, por eso en conveniente asegurarse de que los sistemas utilizan una tecnología de detección fiable.
Por otro lado, la seguridad que se instale tiene que favorecer en todo momento las ventas y no debe afectar a la estética del establecimiento o perjudicar a la experiencia de compra de los clientes, para ello, es importante ubicar las etiquetas de seguridad en lugares adecuados de los artículos sin que afecte a su imagen o impida probárselo. Asimismo, aconsejan elegir sistemas antihurto estéticos que se integren en la decoración del establecimiento.
También aconsejan utilizar tecnologías que permitan seguir las operaciones de caja o controlen los almacenes de las tiendas para evitar posibles prácticas fraudulentas de los empleados.
En otro orden de prácticas, es aconsejable proteger los productos más caros, pequeños y fáciles de llevar con etiquetas visibles, invisibles o cables de seguridad para que estén al alcance del público pero protegidos. De esta manera, no se reducen las posibilidades de compra por impulso metiéndolas en vitrinas.
Formar a los empleados en técnicas de vigilancia utilizando las propias imágenes del establecimiento para identificar los comportamientos habituales de los hurtadores ocasionales es otra de los procedimientos que pueden reducir los hurtos en las tiendas y comercios.
Al igual que conectar la alarma de la tienda al terminar la jornada para tener protección cuando echamos el cierre para evitar o impedir robos es otro sistema que coacciona al ladrón y permite tener un local más vigilado.
Por ejemplo, los centros comerciales se diferencian de manera importante de otros lugares a proteger por el mero hecho de la gran afluencia de personas que hay en ellos. Según el director empresarial de la cadena de empresas de seguridad Pelco España, Joan Balaguer, «el primer objetivo a proteger no son los bienes, sino las personas», afirma, «La sensación de control que puede percibir un usuario de un centro comercial por el hecho de instalarse sistemas antihurto y cámaras de seguridad es solamente la punta del iceberg de un plan de seguridad de un centro comercial, donde el principal motivo de ser son las personas, aunque éstas perciban que lo que está siendo protegido son los productos que allí se venden.
El perfil del ladrón navideño responde a una persona de entre 16 y 20 años en un 20%, seguido por los de entre 20 y 25 años (18%), porcentajes que se van aminorando según avanza la edad. Por sexos, el 55,4% son hombres, aunque las mujeres sisan más objetos o de mayor valor.
En líneas generales, estos sistemas de vigilancia están considerados para muchos comerciantes como una herramienta para mejorar la gestión de su tienda o para incrementar las ventas en unos tiempos donde la crisis golpea con fuerza al consumo y conviene saber cómo ser más eficaz y satisfacer a un cliente cada vez más escaso.