Entrevista a Pako Font, fundador de la franquicia Shibuya Colorful Intention
Shibuya es un salón especialista en colores fantasía, entre otros muchos servicios. Fundada en 2006, por sus salones ha pasado gente que siempre ha buscado un lugar sin límites, capaz de todo y con las garantías de que pueden conseguir unos resultados que en cualquier otro salón no podrían conseguir.
Desde entonces Shibuya no ha parado de crecer, en número de profesionales, en número de salones y en número de clientes. Hoy hablamos con su fundador, Pako Font, para entender mejor las claves de este negocio que triunfa en franquicia.
¿Qué te inspiró a la creación de Shibuya y por qué decidiste especializarte en este tipo de colores en particular?
Mi primera inspiración fue Japón, adoro su cultura y su pasión por las cosas bellas. Los colores fantasía fue una forma de diferenciarnos, además vi a mucha gente que lo usaba como acto de rebeldía, eso me gustó.
«Me emociona que se normalice el poder llevar cualquier color en el pelo sin que se te penalice por ello. No comprendo que aún haya trabajos que no esté bien visto una imagen más atrevida.»
¿Qué te emociona más sobre el futuro de Shibuya y la evolución de la tendencia de colores fantasía en el sector de la peluquería?
Me emociona que se normalice el poder llevar cualquier color en el pelo sin que se te penalice por ello. No comprendo que aún haya trabajos que no esté bien visto una imagen más atrevida, yo creo en las capacidades de las personas por encima de su apariencia. Pienso en un futuro poder agruparnos en un movimiento de reivindicación social para defender estos derechos. Ya tengo pensado hasta el nombre… (ya veis que soy muy inquieto…).
La franquicia es una fórmula que ha ganado gran protagonismo en los últimos años. ¿Qué te motivó a apostar por este método de expansión?
Era el modo ideal de poder replicar el modo de trabajo y poder crecer con una filosofía muy definida, nos ayudara a dignificar la profesión, que ya toca.
¿Cómo ha evolucionado la demanda de este tipo de servicio en el mercado de la peluquería?
Más allá de la novedad en el abanico de colores, hacer este tipo de trabajos ha despertado una serie de protocolos y nos da argumentos para dar ese valor añadido para quien se dedica al oficio de la peluquería. El desafío más grande es la capacitación, históricamente el oficio ha sido menospreciado, y se sigue apostando en muchos casos por la baja cualificación. Nuestra propuesta es la contraria, especializarse es ganar en calidad en todos los sentidos.
«Queremos que formar parte de la familia Shibuya sea una garantía de futuro en todos los sentidos.»
¿Existen requisitos específicos en términos de experiencia previa en el sector?
Nosotros contamos que cualquier profesional que quiera especializarse, deba tener unas tablas en el oficio, un mínimo de 5 años de experiencia sabiendo hacer de todo. A partir de ahí es cuando es viable comprender lo que supone esta especialización. El apoyo que brindamos lo conseguimos compartiendo conocimiento, y cuando te subes a un barco grande y con ya una velocidad constante, te asegura llegar mucho, mucho más lejos.
En términos de expansión, ¿cuáles son tus metas o planes futuros?
El primer objetivo es poder disponer de un salón Shibuya en la mayoría de grandes ciudades del país. La expansión internacional ya sería un segundo paso. Tenemos también un plan de jubilación para lxs peluquerxs más comprometidos con la marca, ya que no podemos confiar en que nuestros gobernantes nos paguen mucho el día de mañana. Nuestro proyecto es algo más profundo de lo que pueda parecer a simple vista. Queremos que formar parte de la familia Shibuya sea una garantía de futuro en todos los sentidos.
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