España pierde dos puestos en el índice de competitividad.
La competitividad de España sufre una reducción en su confianza. El World Economic Forum considera un punto fuerte para competir la pujanza del entorno macroeconómico español y puntos débiles los índices de implantación de las nuevas tecnologías y de valoración de las instituciones públicas.
Madrid.
La competitividad española ocupa el vigesimotercer lugar mundial, medida por el GCI (Growth Competitiveness Index), que elabora anualmente el World Economic Forum. Este indicador considera el potencial de las economías mundiales para obtener un crecimiento sostenible a medio y largo plazo. Este índice se basa en tres variables, entorno macroeconómico, calidad de las instituciones públicas y tecnología.
En la clasificación del GCI, España desciende dos puestos respecto del año anterior. En cuanto a las condiciones macroeconómicas, nuestro país ocupa un puesto destacado, el 17 mundial, sin embargo, en la pérdida de puestos en la clasificación de este año pesan los malos resultados del capítulo de instituciones públicas, en el que se sitúa en el puesto 31 mundial y en el componente tecnológico, en el que nuestro país ocupa el vigesimoquinto lugar.
Problemas
Entre los factores más problemáticos para hacer negocios, destacan, en importancia decreciente, los capítulos de regulación laboral restrictiva, el acceso a la financiación, la ineficiencia burocrática, los tipos impositivos, el régimen fiscal, la deficiente formación laboral y las infraestructuras inadecuadas. Sin embargo se valoran como positivos la estabilidad política, la falta de restricciones monetarias, el clima delictivo y en menor medida, la corrupción.
España disfruta de ventajas competitivas importantes en aspectos como la diferencia en los tipos de interés, la penetración de la telefonía móvil o la fuga de cerebros, aunque necesitamos hacer esfuerzos en temas de regulación y prácticas laborales, impuestos y acceso a la financiación, entre otros», asegura el profesor Ballarín, titular de la Cátedra Nissan de Estrategia Corporativa y Competitividad Internacional, que ha dirigido el informe por parte del IESE, que es el socio español del World Economic Forum. El editor del mismo ha sido el profesor Sala i Martin, de la Universidad de Columbia
La clasificación mundial está encabezada por Finlandia, que tiene una posición relevante en todos los componentes del índice. Otros cinco países europeos se encuentran entre los 10 primeros del mundo — Suecia, Dinamarca, Suiza, Islandia y Noruega. Estados Unidos es el segundo país, por su posición de dominio en el área de las tecnologías. Reino Unido y Canadá descienden varios puestos debido a un empeoramiento de la percepción sobre las instituciones públicas, más acusado en el caso de Canadá. Japón mejora, sin embargo por su pujanza tecnológica, en concreto por la innovación, aunque Corea del Sur se le acerca por la mejora del entorno macroeconómico.
Sobresale el caso de Francia, cuarta economía mundial y que, sin embargo, ocupa en el GCI tres puestos por detrás de España, debido, sobre todo, a su baja calificación en el ámbito tecnológico en el que se sitúa en el puesto 28 y en el entorno macroeconómico en el que ocupa el vigésimo.»