Franquicia LIZARRÁN: un ejemplo de superación en un mercado volátil
Son muchos los negocios que no consiguen llegar al éxito, ya sea por explotar un modelo de negocio en un mercado muy maduro, en el que existe mucha competencia, o simplemente porque el concepto no satisface las necesidades de los mercados. En cambio otros, debido a una difícil situación en el mercado o porque el modelo de negocio se ha quedado obsoleto pueden crear situaciones difíciles para las empresas, como es el caso de la franquicia LIZARRÁN, incluso llegar a desaparecer.
La innovación como factor clave de crecimiento
La franquicia LIZARRAN abrió su primer restaurante en Sitges (Barcelona), en el año 1988. Su modelo de negocio basado en la gastronomía tradicional, concretamente en la del pintxo, tuvo gran aceptación entre los consumidores logrando consolidarse entre una de las enseñas líderes, tanto en España como a nivel internacional en el sector de los bares de tapas.
La crisis económica afectó hasta los negocios más representativos, como la compañía LIZARRÁN. La introducción de las franquicias de hostelería low cost, en donde se ofrece una carta a un menor precio, hizo que la enseña tuviera que cambiar sus precios a unos más populares y con ello, reducir sus márgenes de beneficio, desencadenando el cierre de numerosos establecimientos.
Ante una situación de este calibre, es imprescindible “renovarse o morir” y los establecimientos de la franquicia LIZARRÁN han sabido cómo hacerlo. El nuevo concepto nace inspirado en el desarrollo de la compañía fuera de nuestra fronteras, centrándose en dar un giro a la decoración de sus locales y en su oferta gastronómica.
Las vitrinas donde se exponían los pintxos dejan paso a las tostas, raciones y fuentes para compartir. Además, en su nueva carta también se incluyen diferentes platos como los arroces, pescados, carnes… y una gran variedad de postres.
Reinventarse y estar preparado para los giros inesperados de un mercado tan volátil como es el actual, es un factor clave para aquellos negocios que quieran sobrevivir y llegar al éxito. La franquicia LIZARRÁN es un ejemplo claro de franquicia innovadora que quiere volver a recuperar su posición entre los negocios preferidos por los consumidores.