Franquicia Pomodoro: la historia de cómo un asador puede convertirse en una red con más de 100 restaurantes de comida Italia
El origen de la franquicia Pomodoro lo encontramos en una familia de hosteleros sevillanos con más de dos décadas de experiencia en el mercado. Antes de constituirse la marca de la que hoy hablamos, la familia contaba con más de 20 restaurantes en propiedad, especializados en asadores en horno de leña con un ticket medio alto. Fue por motivo de la crisis económica y financiera que azotaba nuestro país y que hizo disminuir la rentabilidad de sus establecimientos cuando nació la enseña Pomodoro, y se llevó a cabo una reconversión del modelo de negocio adaptando los precios a la realidad económica de los clientes.
De este modo, los dueños apostaron por un modelo de restauración italiana, con una carta momoprecio donde todos los platos costaban 3,90 €, con el objetivo de atraer tanto a gente joven, como a familias. Tras probar esta fórmula con éxito en cuatro de sus restaurantes, en 2013 la marca Pomodoro comenzó a franquiciar. Desde ese momento, su expansión ha sido imparable, ya que la materia prima hacía rentable su política de precios.
Eso significa que, aunque paguen un precio muy ajustado, los clientes salen de sus restaurantes con la sensación de haber ido a un establecimiento con servicio en mesa con mantel, servilletas, cubiertos de metal y vasos de cristal. Una propuesta en la que el cliente llega al local, pide la comida, la paga y se sienta con su bandeja y su bebida hasta que el camarero le lleva su pedido en menos de 5 minutos.
Claves de éxito
El éxito de la franquicia ha llevado a la cadena a tener presencia en la mayor parte de las Comunidades Autónomas y más de 100 restaurantes, de los que únicamente cuatro siguen estando en propiedad por los fundadores. El secreto de este triunfo es la rotación, ya que aun vendiendo barato son capaces de ocupar las mesas muchas veces. Requiere una operativa muy bien organizada y de mucho talento dentro del negocio.
También, otro de sus grandes logros es haber ido incorporando productos que demanda el mercado como comida sana, con masa integral de cereales para la pizza, una carta especial sin gluten o nuevos platos a 4,90 € que elevan aún más calidad y cantidad.
Pero uno de los cambios más notorios en el aspecto de la operativa y la tecnología es la implementación de una nueva App que permitirá facilitar el take away a través de un sistema de pedir y llevar sin esperas y que posiblemente incorpore después del verano una función “skip the line” para pedir y pagar directamente desde la mesa, así el comensal hace su propio pedido y lo paga al momento con un click.
Salto al mercado internacional y Baleares
La franquicia Pomodoro dará el salto al mercado internacional gracias a la apertura en verano de dos restaurantes en centros comerciales de Portugal y la llegada a mercados nacionales de logística más compleja como las Islas Baleares; así como la ampliación de sus primeros pasos en el terreno de delivery gracias al reciente acuerdo firmado con Uber Eats.
La franquicia Pomodoro ofrece la oportunidad de entrar en el sector de la restauración a todos aquellos que quieran comenzar su propio negocio pudiendo acceder a un know how de éxito y respaldados por un equipo que les ofrecerá toda su experiencia para poder seguir creciendo de forma profesional.
Cualquiera de los establecimientos de la marca, están diseñados para crear un ambiente clásico italiano. La gran calidad de sus productos, una mecánica sencilla y un servicio personalizado en mesa, sitúan a la cadena como una gran alternativa para los clientes que quieran disfrutar de una buena comida.
La franquicia Pomodoro selecciona franquiciados con un perfil empresario con recursos para afrontar el desembolso medio de entre 150.000 y 180.000 € que requiere un restaurante de la marca. La central también exige al emprendedor que se impliquen en el negocio, no que tengan restaurantes de 10 marcas. Desean que Pomodoro sea algo importante para ellos y verlos al frente de su negocio.