Franquicias de gimnasios, negocios en buena forma
Gozar de una buena salud y conservar la figura se ha convertido en una de las ‘obsesiones’ de la sociedad actual, una circunstancia que ha beneficiado directamente al negocio de los gimnasios. La franquicia, que representa a día de hoy el 40% de los centros de ejercicio que operan en España, se ha convertido en la mejor respuesta a las necesidades de un nuevo perfil de cliente que, por norma general, espera obtener resultados en un corto espacio de tiempo y sin tener que invertir mucho dinero.
En la última década, la cultura del bienestar y la preocupación por lucir una buena imagen han sido las causas principales del crecimiento que ha experimentado el sector gimnasios. Asimismo, este aumento de la demanda, junto con una transformación de las necesidades del cliente, ha trastocado la estructura de los negocios que operan en España.
Si antaño los gimnasios eran negocios de corte prominentemente familiar, ahora se trata de conceptos que apuestan por una profesionalización en la gestión, que implementan las nuevas tecnologías y personal cualificado en sus centros, y que cuidan muy mucho de ofrecer unos servicios que se adapten a las exigencias del cliente, sobre todo en lo tocante al precio.
En este sentido, el sistema de franquicias se ha impuesto como modelo empresarial en el sector, hasta el punto de que más de un tercio de los centros que abren sus puertas cada día en España pertenecen a una cadena. ¿Las razones principales? La capacidad de la franquicia para ajustar la oferta a las necesidades de la demanda, y su predisposición a adelantarse a las peticiones de su clientela, sobre todo a nivel tecnológico.
Negocios con salud ‘de hierro’
Un número reducido de conceptos que se reparten aproximadamente el 40 por ciento del negocio de los gimnasios a nivel nacional. Así podría resumirse el estado del sector en España, vinculado a la fórmula de la franquicia. En concreto, poco más de una decena de enseñas, de origen nacional y también internacional, se afanan actualmente por expandir sus centros.
Una prueba de la buena ‘racha’ que atraviesa un sector que, además, cuenta con una demanda crecimiento, aunque es cierto que cada vez más exigente. En este sentido, la franquicia provee de unas ventajas, tanto al inversor como al cliente final, que garantiza el crecimiento de las cadenas adscritas al sistema y también de los negocios particulares de los emprendedores que se suman a ellas.
Por citar algunas -a parte de la experiencia que aportan las centrales en cuanto a gestión y saber hacer, la formación que ofrecen a emprendedor y empleados de cada centro, y la tecnología y maquinaria que ponen a disposición de cada miembro de la cadena- las cadenas de franquicias proveen a su red de una imagen de marca muy potente, en la invierten mucho esfuerzo y dinero.
Porque tener una imagen de marca que seduzca al consumidor es fundamental para garantizar la clientela de los establecimientos de la red. En la mayor parte de los casos, las franquicias se esfuerzan por conseguir una imagen que de idea de la filosofía ‘deportiva’ de sus centros, que normalmente gira en torno a una maquinaria a la última tecnología, unos programas adaptados a cada cliente y otros servicios complementarios que aumentar el atractivo de las instalaciones.
En el mismo sentido, los centros que pertenecen a una red de franquicias cuentan, a grandes rasgos, con las instalaciones más modernas y los locales de mayor dimensión, de hasta 8.000 metros cuadrados. Por otra parte, estos mismos centros suelen ofrecer a sus clientes la maquinaria más actualizada del mercado, adaptada a las nuevas tecnologías.
Como adelantábamos al principio, de un tiempo a esta parte se ha convertido en requisito imprescindible contar en los centros con personal preparado para aconsejar y guiar a la clientela, preparando tablas de ejercicios, indicando programas orientados a resultados e incluso diseñando dietas alimenticias.
En cuanto a las tendencias que guían el destino del sector, cada vez más este tipo de negocios apuesta por la diversificación. Así, últimamente han incorporado en sus instalaciones la filosofía “wellness”, junto con otro tipo de actividades más cercanas a la danza, el baile, etc. que tienen una buena acogida entre sus usuarios.
Al respecto, los programas de actividades se hacen más específicos y más amplios, por lo que el usuario dispone de una elevada gama de posibilidades a casi cualquier hora del día que puede combinar según sus preferencias y necesidades. Ejercicios exclusivos para la mujer, la tercera edad o discapacitados son algunos ejemplos de la variedad que ha alcanzado la oferta del gimnasio.
En cuanto a la fidelización de la clientela, el usuario percibe la calidad de los servicios y actividades a través de variables como atención al público, puntualidad, una buena comunicación y la rapidez de respuesta administrativa, siendo atributos secundarios pero no menos importantes el local en el que se desarrolla el ejercicio, el número de alumnos, la duración del programa. En cuanto al coste, el factor precio resulta menos relevante para los aficionados al fitness en relación al practicante ocasional.
La clientela femenina es la estrella
Si hay una tendencia que se impone cada vez más es diseñar el concepto de negocio de gimnasio, sus instalaciones y sus programas orientados a satisfacer las necesidades de la clientela femenina. Y es que las mujeres se han convertido en un nicho de negocio en sí mismas para el sector, preocupadas por lucir una buena imagen y, sobre todo a ciertas edades, mantenerse en forma.
Aunque no cabe duda de que los hombres continúan manteniendo su afición por ir al gimnasio y practicar deporte, entre las féminas ha crecido el interés por realizar ejercicio habitualmente, si bien la primera característica de este perfil de cliente es que no dispone de mucho tiempo para dedicar a esta tarea.
En el mercado de la franquicia, un grupo reducido de enseñan han querido aprovechar la coyuntura diseñando un concepto ‘para ellas’. Tal es el caso de Curves, empresa de origen norteamericano que comenzó a operar en 1992 y hoy cuenta con más de 10.000 centros por todo el mundo, más de 160 en España. Especializada en ofrecer un entrenamiento exclusivo para mujeres en sólo 30 minutos, es una de las cadenas más potentes del panorama internacional.
Otro ejemplo de gimnasio orientado a clientas femeninas es Contours Express, cadena que también ha desarrollado un programa específico para la mujer, de una duración 29 minutos. Con más de 500 franquicias en distintos países en todo el mundo, opera en el territorio nacional hace apenas un año a través de dos establecimientos.
Por su parte, 30 Minutos también se ha apuntado a la tendencia con un programa específico para mujeres. Con una inversión moderada, la cadena cuenta con 15 centros abiertos y prevé cerrar el próximo año con unos 30, basando su éxito en la rápida recuperación de la inversión, entre 15 y 18 meses.
En forma, pero con salud
Si algo ha cambiado en el concepto de gimnasios es la preocupación por el bienestar de que hacen gala en la actualidad. Antaño, la mayor parte de la demanda se centraba en conseguir una buena figura e incluso una musculatura determinada, mientras que ahora se valora estar en forma pero sin descuidar la salud.
En este sentido operan las cadenas de franquicias cuyo negocio se basa en ofrecer un gimnasio para todos los públicos, con instalaciones, maquinaria y programas para cualquier sexo, edad e incluso cultura. La totalidad de las firmas, además de centrarse en mejorar el aspecto de su clientela, ofrecen diferentes servicios orientados a salvaguardar el bienestar de sus ‘socios’.
Un ejemplo de este tipo de conceptos es Body Factory, centros dedicados al cuidado integral del cuerpo y la mente. Así, la enseña se ha especializado en el mundo del wellness, apostando por la estética y también por la hidroterapia. Con tratamientos específicos para cada cliente, en sus centros se puede encontrar la última tecnología y tendencias del mercado. Con 20 años de experiencia en el mercado, cuenta con casi 40 locales en el territorio nacional.
Por su parte, Fitness WorX ofrece un concepto de más de 25 años de andadura bajo la fórmula de la franquicia. Con dos modelos de negocios entre los que el inversor puede elegir, esta cadena apuesta por responder de forma eficaz a las necesidades de una clientela que no dispone de mucho tiempo. Con casi 40 centros en el territorio nacional, uno de los valores añadidos de la enseña es su club de clientes.
Finalmente, Sentral Fitness Sport opera a través de siete centros de ejercicio en la actualidad. Desde que comenzara su proyecto bajo el sistema de franquicias, el concepto se ha perfeccionado hasta conseguir un centro de deporte y salud en el cual ofrecer unos servicios de calidad, en unas cuidadas instalaciones y con los profesionales más preparados.
Otras firmas que operan en España asociadas a la franquicia son Lady Fitness, Gold’s Gym y Siluets.
Futuro a toda máquina
Las expectativas del sector respecto al futuro convierten este negocio en una de las iniciativas empresariales más atractivas para el inversor. No en vano, este año se espera un crecimiento de la cuota de negocio de hasta un 5 por ciento, respecto a 2006, un año en el que el mercado de los gimnasios creció cerca de un 8 por ciento y registró una facturación de 1.000 millones de euros, aproximadamente.
Así, aunque se prevé que la demanda continúe creciendo, las enseñas que operan en el territorio nacional tendrán que esforzarse por reforzar algunas claves del negocio, ahora y en años sucesivos.
La principal, adaptar con rapidez y eficacia la oferta a la demanda, adelantarse a las posibles peticiones de una clientela cada vez más exigente y ávida de nuevas actividades y formas de hacer deporte.
También será fundamental no quedarse atrás a nivel tecnológico, implementando todas las novedades a la sala de máquinas y todos los artilugios que hagan estragos entre el público, para asegurar una cuota de negocio que colabore en la rentabilidad de los centros de la cadena.
Por último, Internet continúa proveyendo a las redes y sus franquiciados de una gran oportunidad de negocio, como un canal para ofrecer productos y servicios, atraer clientela, fidelizarla a través de clubs de clientes e incluso formar a los empleados de toda la cadena ‘vía red’.