Franquicias de ¿playa o montaña?
Si antes la costa ganaba por goleada, los destinos naturales han se han convertido en una opción tanto o más atractiva en vacaciones. En cualquier caso, el turismo es desde hace años uno de los motores de la economía española y un fenómeno que no pasa desapercibido para el emprendedor. Así, la franquicia ofrece la posibilidad de establecer un negocio que alcance las más altas cotas de éxito gracias a los , movimientos geográficos vacacionales, eso sí, en la playa o la montaña.
Establecer un negocio en un destino turístico cuenta con la garantía de saber que en determinadas épocas del año el volumen de ventas subirá como la espuma, pero ¿ Cómo saber el impacto real de la afluencia de visitantes? ¿ En qué zonas este fenómeno es más intenso? ¿ Qué tipo de negocio se adapta a una u otra zona?
Empezando por el principio, según la Organización Mundial del Turismo España es el país que más visitantes extranjeros recibe después de Francia, supera a Estados Unidos e Italia y acumula un 7 por ciento del total de desplazamientos que se produjeron en 2006 a nivel mundial de un país a otro.
Por zonas, Cataluña continúa encabezando el ranking de comunidades autónomas favoritas para el turista, nacional o foráneo, seguido de las Islas Baleares y las Canarias, si bien es cierto que el resto de provincias ven cada año crecer el número de visitantes turistas.
En cuanto a la temporalidad del turismo en estas zonas, es interesante observar que crece el número de familias españolas que instalan una segunda residencia en la montaña, para escapar de la gran ciudad habitualmente, o en la playa, para disfrutar en verano. Una tendencia que siguen nuestros vecinos europeos, especialmente alemanes y franceses jubilados, que optan por adquirir una vivienda en nuestro país y pasar largas temporadas con nosotros.
En relación con el destino vacacional -si ofrece recursos naturales, turísticos, de ocio y deporte, valor histórico, etc.-, existen negocios que se han especializado en vender productos o servicios más que orientados al consumidor que acude a estas zonas de vacaciones, ya ser por el poder que ha alcanzado la imagen de marca o por la demanda existente sobre la oferta del negocio.
En este sentido, el mercado nacional de la franquicia ofrece varias oportunidades a aquellos que quieren instalar un negocio en una zona rural, por ejemplo, o quizá en la playa, por motivos personales o profesionales, pero siempre conscientes de que el turismo catapultará los resultados de sus iniciativas empresariales.
¿ A pie de mar o de montaña?
Entrando en materia, la ventaja fundamental de instalar un negocio en la costa es la elevada demanda de productos o servicios que se concentra en esta zona en época de vacaciones, un beneficio que se materializa en capital facturado y que sirve para hacer frente a los inconvenientes: los elevados gastos.
El precio de los locales en las zonas masificadas, más aún si son cercanas al mar, se ha disparado en los últimos años haciendo muy difícil el acceso a los pocos espacios físicos que quedan disponibles para instalar el negocio. A este respecto, la central de franquicias con quien se asocie el emprendedor apoyará desde el primer momento a su asociado ayudándole a buscar una ubicación adecuada para el concepto y, en algunos casos, colaborando en la financiación del local.
En el otro lado, la montaña no ofrece la misma afluencia de turistas o visitantes que la playa, por lo que la demanda es más baja. Pero también son más reducidos los costes que se desprenden del precio del local y otros gastos que no tienen que hacer frente los negocios que se instalan en el medio rural.
Básicamente, en el tándem formado por la demanda y el precio del local residen las ventajas y desventajas de instalar un negocio en una zona u otra, por lo que el emprendedor deberá estudiar detenidamente sus posibilidades y elegir el destino que mejor se adecue a su capacidad económica, profesional, etc. Siempre considerando que la costa significa más gasto pero más negocio, y la montaña menos gasto pero menos negocio.
En cuanto a la competencia, las zonas costeras aglutinan mayor número de negocios dedicados a todas las actividades y sectores, por lo que ésta será mayor que en una zona montañosa o rural donde apenas hay empresas que se encarguen de la venta de todos los productos y servicios convencionales.
Otro aspecto a tener en cuenta es la logística, muy importante para cualquier concepto de negocio en franquicia hoy en día. Aunque la geografía española goza de unas comunicaciones que facilitan el transporte de mercancías, existen zonas más accesibles que otras. Sin duda, las zonas costeras ofrecen menos problemas al emprendedor a la hora de obtener y/o recibir lo que necesita para desarrollar su tarea.
En cuanto a la imagen de marca, es evidente que ésta tendrá mayor peso en las zonas costeras que en las rurales, porque en la primera la alta competencia obliga a los negocios a buscar distintivos diferenciales y en la segunda el cliente busca eficacia y calidad, no un determinado valor intangible incluido en una imagen que identifique la empresa.
Finalmente, los gustos del emprendedor tendrán mucho que decir en su decisión final puesto que es fundamental que el franquiciado se identifique con su negocio y lo haga suyo por completo. Una persona tranquila no dudará en montar su iniciativa empresarial en un ambiente rural.
Negocios de arena y sol en franquicia
Si decidimos montar un negocio en una zona costera contar con el apoyo de una gran cadena de franquicias es una buena idea, teniendo en cuenta que se trata de poblaciones, como decíamos, muy masificadas, que triplican su número de habitantes en determinados meses y cuya oferta de productos y servicios ofrece muchísima competencia, sea en el sector que sea.
Así, una franquicia brinda al emprendedor la oportunidad de conocer el terreno antes de pisarlo, a través de sus estudios de viabilidad, instalarse con el viento a favor y gestionar el negocio de manera que , no sólo funcione sino que se convierta en una opción competitiva en la zona.
En el sector de la hostelería, el mercado de la franquicia ofrece numerosas oportunidades en diversos sectores de actividad. El sector cervecerías, comida rápida o restaurantes temáticos dispone de conceptos que han encontrado en la costa su ubicación ideal y registran un notable éxito entre los turistas, que están deseosos de romper con la rutina y pasar un rato agradable a la par que divertido.
Por ejemplo, las pizzerías son negocios que gozan de mucho éxito en las zonas costeras durante la temporada de vacaciones. Cadenas de franquicias como Telepizza o Pizza Móvil hacen su agosto, nunca mejor dicho, gracias a la elevada demanda que se registra en estas zonas y meses.
En el terreno del dulce, las golosinas y frutos secos son otro de los productos que no pueden faltar durante unas vacaciones en la playa, máxime si se viaja con niños. En este sentido, oportunidades de negocio en franquicia que se ocupan de orientar al emprendedor en todo momento y cuentan con el respaldo de una gran empresa son Onza y Titox.
Otra opción atractiva la hallamos en el sector heladerías, donde encontramos propuestas como Flanela Helados, cadena que ha adquirido recientemente el Grupo Rodilla, Hä agen-Dazs, la popular cadena de origen estadounidense, Ben &, Jerry&rsquo s, enseña que cuenta con 33 locales en el territorio nacional y más de 500 en todo el mundo, o Carte D&rsquo Or, que ofrece al inversor la implementación de la imagen en el local, los materiales y la maquinaria necesaria en concepto de depósito.
En el terreno inmobiliario, la tendencia de comprar casas cerca del mar está en auge, y son muchos los turistas que aprovechan sus vacaciones para encontrar la vivienda que se adapte a sus necesidades. El emprendedor interesado en este sector encontrará una opción en franquicias como Casas del Mediterráneo, Cases i Més y Torrecasa Franquicias, especializadas en la intermediación inmobiliaria en zonas turísticas.
En este tipo de destinos, el vending también ofrece la posibilidad de contar con todo tipo de productos a cualquier hora del día, una salvación para los turistas que se olvidan de mirar el reloj en vacaciones o se han dejado en casa un artículo de higiene imprescindible. Algunas opciones en franquicia son Abierto 25 horas, A Todas Horas o Vending Store.
Franquicias de montaña
En el medio rural no existe tanta oferta de productos y servicios y, por norma general, se trata de un destino para el que hay que ir más preparado, puesto que hay que tener en cuenta que se trata de poblaciones o parajes que no están acondicionados para el ser humano, sino que ofrecen precisamente el recurso natural como principal atractivo.
Obviando la escasa competencia, el emprendedor puede elegir la actividad a la que se quiere dedicar y decidir entre las oportunidades que ofrece la franquicia para dar con el concepto de negocio que más se adapta a sus necesidades.
Las actividades relacionadas con el ocio disfrutan de una gran demanda en periodos estivales. En este sentido, algunas franquicias han sabido asociarse con la naturaleza creando unos conceptos de negocio muy atractivos como Coan Centros de Ocio y Aventura en la Naturaleza ofrece -tal y como su nombre indica- la oportunidad de practicar todo tipo de actividades divertidas al aire libre.
Ecoparque Aventura Amazonia es otra opción de negocio relacionada con los espacios naturales, ya que propone la instalación de un parque temático en este escenario, con actividades para pequeños y mayores y respetando en todo momento el ecosistema.
El mercado del textil también se ha acercado a la naturaleza de manos de Coronel Tapiocca, una enseña que se ha especializado en moda y complementos para los aficionados a la montaña y que además incorpora en sus tiendas todo tipo de útiles que son necesarios para disfrutar de unas vacaciones en el medio rural. Ni que decir tiene que no es necesario ubicar la tienda en un espacio concreto, en la gran ciudad sin duda tendrá adeptos.
Otro negocio que se adapta perfectamente al medio rural es Rústicas del Noroeste, cadena de franquicias inmobiliarias que se han especializado en la compra-venta de terrenos o viviendas en zonas rurales y de montaña, y que además incorpora a su concepto la venta de antigü edades para decorar las casas, división del negocio que opera bajo el título la Almoneda de Rústicas, y también servicios relacionados con obra y reformas en los inmuebles.
Finalmente, abastecer a las poblaciones pequeñas de lo básico es otro negocio que puede tener tirón, especialmente en aquellos municipios más inhóspitos donde habitantes y turistas tienen que desplazarse para comprar incluso el pan. Así, la red de franquicias Charter permite poner en marcha un pequeño supermercado que se adapta a poblaciones desde 1.500 habitantes y cuenta con una amplia oferta.
En definitiva, tanto la playa como la montaña ofrecen la posibilidad de poner en marcha un negocio que, aunque deba ingeniárselas para mantener su actividad en épocas más tranquilas, se podrá aprovechar de las bonanzas del fenómeno turismo contando con el apoyo y la orientación de una empresa experimentada.