Franquicias de ropa, negocios que ofrecen algo más que “moda”
No cabe duda de que la marca es uno de los elementos más importantes a la hora de vender prendas a la moda. Sin embargo, el mercado nacional de la franquicia ofrece oportunidades de negocio que, si bien no comercian una «etiqueta» exclusiva, han sabido incorporar a sus conceptos ciertos valores añadidos que marcan la diferencia. Proximidad, precios asequibles, tallas especiales o variedad son algunos de los aspectos que caracterizan estos negocios.
Entre las enseñas que se han especializado en la venta de prendas de vestir y operan bajo el sistema de franquicia, coexisten conceptos que han optado por ofrecer algo más que moda o marca, y que han sabido potenciar una determinada característica en el negocio para hacerlo diferente al resto.
Cadenas que ofertan todo tipo de ropa para toda la familia, tiendas de barrio que ofrecen cercanía o negocios que ajustan el precio de sus prendas sin resentir la calidad, son enseñas que crecen en el territorio nacional con un objetivo: responder a las necesidades de la clientela apostando por un determinado tipo de establecimientos.
Al ser oportunidades muy heterogéneas entre sí, es complicado identificar unas características comunes, ya que cada cual ha adaptado sus exigencias en cuanto a inversión, local, ubicación preferida o imagen a la filosofía que marca los pasos de su negocio de venta de ropa. Así, entre estas oportunidades encontramos grandes establecimientos que superan los 200 metros cuadrados de superficie y pequeñas tiendas, por ejemplo.
Una característica que sí define el espíritu de estos comercios es el precio ajustado que tienen sus prendas. A nadie se le escapa que vestir bien hoy en día supone un esfuerzo económico que no todo el mundo puede afrontar, y estas oportunidades han aprendido a ofrecer precios asequibles gracias a fórmulas como prescindir de marcas de alto prestigio (y alto coste) en sus tiendas, ahorrar en publicidad e imagen corporativa y adquirir grandes volúmenes de género textil para abaratar el precio final.
Una actividad, varios negocios
Aunque todas estas cadenas de franquicias se dedican a la venta de ropa, sus conceptos de negocio difieren mucho entre sí. Actualmente, podemos identificar hasta seis enseñas que operan vendiendo ropa y aportando algo más a su clientela, que han decidido adoptar el sistema de franquicias para crecer después de comprobar el éxito de sus conceptos.
En general, en esta categoría podemos encontrar dos tipos de tiendas basándonos en la sensación del cliente cuando accede al establecimiento en cuestión. Por un lado, existen grandes locales que operan como hipermercados, donde se puede encontrar casi cualquier prenda o complemento y, por otro lado, pequeñas tiendas que ofrecen proximidad, cercanía, fórmulas de ventas tradicionales y un trato directo con el cliente.
Después de establecer esta distinción, podemos observar las características de los establecimientos en que desarrollan su actividad unos y otros modelos. En este sentido, podemos observar tiendas con una amplia superficie en metros cuadrados e incluso almacén y locales de menos tamaño que sirven a un segmento de la clientela, en la mayoría de los casos la mujer, pero con un «valor añadido».
Económicamente, estas oportunidades están en consonancia con su espíritu de «precios ajustados», ya que sus inversiones iniciales oscilan entre los 30.000 euros -coste de los conceptos que requieren un espacio físico más pequeño y venden un producto determinado- y los 180.000 euros &ndash teniendo en cuenta que este desembolso inicial corresponde a establecimientos de gran envergadura en donde se comercia todo tipo de prendas y complementos-.
En la variedad está el gusto
Una de las oportunidades que operan en este sector es La tienda de Lolín, cadena de tiendas que apuestan por «vestir a una mujer que pese a su talla o su edad, no quiere renunciar a ser una mujer de hoy y, todo ello, al mejor precio», explica Flora Magro, directora de expansión de la compañía.
Con 36 tiendas propias, la red ha adoptado el sistema de franquicias recientemente con una previsión de «abrir hasta 5 establecimientos franquiciados este año, concretamente en Andalucía y Madrid», adelanta Flora, que basa el éxito de su concepto en la calidad y el precio de sus prendas, conseguido gracias a «la elaboración y diseño propio, los altos volúmenes de venta y la escasa competencia que tenemos, lo que impulsa nuestro volumen de ventas».
Otra opción diferente es Oggy, cadena de franquicias que se ha especializado en «la venta de moda a buen precio con un concepto de tienda cercana a nuestras clientas en donde la atención directa es muy importante», comenta Alex Martín, responsable de franquicias.
«La razón de nuestros precios no es otra que todo lo que hacemos lo hacemos en casa, es decir, nosotros diseñamos las prendas, importamos, fabricamos&hellip, lo que hace posible ajustar los costes y precios finales», explica Martín. De cara al futuro, la enseña prevé acabar el año con 25 tiendas, «siete más de las que tenemos ahora operativas».
Un concepto cercano al anterior es Klö e Shop, cadena que cuenta con 33 locales operativos y ha convertido la proximidad en la esencia de su negocio, además de ofrecer más de 300 referencias de moda en sus establecimientos, algunas de ellas en tallas grandes.
Ubicadas principalmente en zonas urbanas con alta densidad de población, estas tiendas cuentan con un tamaño aproximado de entre 60 y 90 metros cuadrados y exige una inversión inicial que no supera los 40.000 euros, cantidad que en el sector moda podemos considerar muy ajustada.
Pasando a otro tipo de establecimientos encontramos Cadena 4, red de franquicias especializada en «productos multimarca para toda la familia entre los que se encuentran artículos de firmas como Abanderado, Princesa y Marie Claire, a precios muy económicos», explica Pedro Vioque, director de expansión.
Este concepto ofrece dos tipos de negocio, uno más pequeño, que precisaría de un local de al menos 75 metros cuadrados, y otro más grande, con un espacio que podría llegar a los 250 metros cuadrados. Respecto a sus expectativas de futuro, Vioque comenta que «nuestra experiencia de 21 años en el sector nos avala y este año esperamos abrir 4 nuevos establecimientos».
Por su parte, Cadena Q presenta otra oportunidad para abrir un gran establecimiento que tiene, como dice su slogan, «ropa para todos y precios para todos». Rosa Espejo, responsable de franquicias de la marca, identifica las ventajas del negocio con que «estamos en barrios residenciales, cerca del ama de casa, y ofrecemos un surtido de productos muy amplio, con precios que rondan en el 80 por ciento de los productos los 20 euros».
Con 80 tiendas operativas en el territorio nacional, la mitad en la comunidad de Madrid, la red de franquicias se concentra ahora en «expandir nuestra marca a zonas más periféricas como Cataluña y Galicia, y dar a conocer nuestro concepto de cara al franquiciado. Queremos que reconozca en Cadena Q una opción asequible, ya que nosotros no cobramos canon de entrada, ni royalties, y dejamos la mercancía en depósito».
Hipertextil Alcosto ofrece propone un negocio basado en una extensa gama de productos textiles para toda la familia y, como el resto de sus homólogos, a precios muy económicos. Con más de 30 puntos de venta en el territorio nacional, esta cadena exige una inversión inicial de 10.000 euros y precisa de un local de grandes dimensiones que se acerquen a los 200 metros cuadrados.
Otro concepto que opera como hipermercado es Los Guerrilleros, aunque con una particularidad: «nuestras tiendas ofrecen productos multimarca en calzado y complementos y estás especialmente indicadas para clientes que buscan calidad a precios bajos», asegura Antonio Sánchez, responsable de expansión.
De cara al futuro, la cadena de franquicias «espera continuar con el ritmo de crecimiento que ha mostrado hasta ahora, con cuatro aperturas en los últimos 12 meses. Para este año esperamos abrir cuatro nuevas tiendas en cualquier provincia española».
Finalmente, Erre al cuadrado es una oportunidad que ofrece una gama de productos que va desde prendas de vestir y complementos, hasta regalos. Bajo la fórmula del outlet comercializa productos de marcas de primera línea que le sobra al fabricante o mayorista después de haber cubierto la demanda de sus clientes habituales al final de la temporada.
Actualmente cuenta con 6 tiendas en el territorio nacional y exige una inversión de 41.000 euros más un canon de entrada de 12.000 euros, además de precisar un local de 70 metros cuadrados para desarrollar su actividad.
Oportunidades que favorecen el ahorro
Entre las ventajas que ofrecen estas oportunidades al franquiciado podemos destacar que son negocios que no basan su volumen de ventas en altas inversiones en publicidad ni en asentar un marca. Tampoco invierten en una imagen corporativa excesivamente cara, dado que su éxito depende de la satisfacción de su clientela, del boca a boca.
Así, el socio franquiciado contará con una opción que no le exige una elevada inversión inicial y, en muchos casos, como Cadena Q, ni siquiera tendrá que hacer frente al pago de canon de entrada o royalties de explotación y publicidad.
En segundo lugar, este tipo de franquicias no buscan asentarse en primeras líneas comerciales porque una de sus ventajas es la cercanía con su clientela. Así, los establecimientos de estas enseñas se ubican normalmente en zonas residenciales o en barrios de clase media donde el precio de los locales normalmente es más asequible.
Otra ventaja para el franquiciado es el modo en que se obtiene el género, teniendo en cuenta que la mayor parte de estas enseñas diseñan y fabrican sus propias prendas con el objetivo de abaratar costes. Además, el gran volumen de género que compran las centrales permite el acceso a precios especiales en el caso de productos de otras marcas, lo que supone un ahorro que se traduce en precios finales más baratos.
En algunos casos, como Los Guerrilleros o Cadena Q, la mercancía se ofrece en depósito, por lo que el franquiciado solo paga por aquello que vende. Estas condiciones a la hora de obtener el producto permiten ofrecer precios más flexibles, con lo que captan la atención de un amplio espectro de público y favorecen la fidelización de la clientela.
El contacto directo con el cliente es otro de los factores que valoran estas cadenas de franquicias, ya que apuestan por tratar directamente con el público sin esperar a que éste acuda en su ayuda. Así, se crea un lazo de confianza y cercanía que influye en la fidelidad de la clientela con el paso del tiempo.
Atendiendo a los dos tipos de tienda que estamos analizando, por una parte nos encontramos con oportunidades que ofrecen una amplia gama de producto -como es el caso de Los Guerrilleros, Hipertextil Alcosto, Cadena Q y Cadena 4- y, por otra, con establecimientos que ofrecen prendas muy especializadas, como es el caso de La tienda de Lolín.
Retos de cara al futuro
En conjunto, estas enseñas no gozan de una imagen de marca consolidada, por lo que les es más difícil identificarse de cara a la clientela y hacer frente a su posible competencia. Potenciar esta imagen sería recomendable de cara al futuro, ya que una imagen fuerte se traduce en un aumento del volumen de ventas.
Por otra parte, en algunos casos el diseño de las tiendas debería ser más cuidado para llamar la atención del consumidor. Un establecimiento en el que la ropa no está cuidadosamente ordenada o cuya iluminación es deficiente, no resultará atractivo para el consumidor.
En relación a la competencia es evidente que, al no distribuir una determinada marca exclusiva, cualquier otro establecimiento de similares características que se asiente en las inmediaciones de la tienda se convertirá en un competidor directo, por lo que es recomendable potenciar aspectos -como la marca, que antes citábamos- para convertir el concepto en algo diferente que sea un reclamo.
Finalmente, algunos de estos conceptos que incorporan en sus tiendas todo tipo de productos adolecen de una falta de especialización, ya que ofrecen en ocasiones una muestra de cada clase de ropa -lencería, mercería, de abrigo, de verano, etc.- sin encontrarse entre su oferta artículos específicos y fundamentales de cada segmento de producto.
En general, se trata de conceptos cuya filosofía se basa en ofrecer prendas al mejor precio posible sin dejar a un lado la calidad del producto, tiendas muy populares entre determinados estratos sociales que se perfilan como oportunidades con una gran proyección de futuro, bien sea por su variedad de producto o la especialización de su oferta.