Franquicias en locales de menos de 20 m2: cuando el tamaño sí importa
La actual situación del mercado inmobiliario y la dificultad de encontrar locales adecuados para las franquicias obliga a los inversores en muchos casos a acercarse a establecimientos de menor tamaño que les permite equilibrar sus cuentas de pérdidas y ganancias. Muchas son las franquicias que permiten establecerse con locales inferiores a los 25 metros cuadrados. Veamos algunas de ellas:
¿Ha pensado en algún momento invertir en un local y le ha echado para atrás su desorbitado precio? No es de extrañar. La escasez de locales comerciales en primera y segunda línea de negocio en las principales ciudades está provocando que la demanda supere con creces la oferta, lo que desemboca en un aumento paulatino del metro cuadrado en alquiler en estas urbes, que actualmente están por las nubes.
Versión mini o “corner”
Ante esta situación, muchas cadenas de franquicia han visto la oportunidad de acercarse al inversor y de aumentar su presencia territorial mediante conceptos de negocio que precisan locales más pequeños. Especialmente aquellos que por las características intrínsecas de sus productos o servicios no precisan de grandes espacios donde ofertarlos. Locales de quince o veinte m2 son sus objetivos, un tipo de establecimiento que no es válido para el 90 % de los conceptos.
Así, algunas franquicias han adaptado su concepto de negocio haciendo una versión mini o “corner” de su negocio principal. Otras en cambio han nacido ya enfocadas a este tipo de espacios mínimos. Lo principal, en cualquier caso, es aprovechar al máximo el espacio, adaptando el producto y/o servicio si hace falta e inyectando una buena dosis de creatividad a la estructura del establecimiento y su decoración y a la presentación del producto. En palabras de Mario Rubio, director de Saboreate y Café, “habitualmente hay locales de superficie muy pequeña y ubicados excepcionalmente a los que hay que saber explotarles sus virtudes”.
Ventajas
Bajo este concepto, las ventajas son importantes. Para Eugenio del Pueblo, responsable de Lune Bleu, el recorte del coste del alquiler y mantenimiento es lo más notable. Pero no sólo eso, hay que tener en cuenta “la reducción de la inversión en mercancía, mobiliario, iluminación y la contratación de menos personal”. Para Luis Quílez, director de expansión de las heladerías Gino Ginelli, en hostelería esto último es fundamental “ya que no sueles tener servicio de mesas y el tipo de venta es take away, además los productos suelen ser menos elaborados”.
Así, varios son los conceptos los que la amplitud del local no es lo importante. Desde el clásico retail hasta la hostelería, un amplio abanico de conceptos de negocio buscan las oportunidades inmobiliarias que para ellos suponen muchas veces este tipo de locales.
Entre las cadenas de franquicia específicas de comercio, encontramos enseñas que gracias al escaso tamaño de los productos que presentan al mercado precisan pequeños espacios para su presentación. Complementos, bisutería, informática, relojes o tiendas de golosinas son las grandes protagonistas de este segmento de negocio.
Franquicias de bisutería y joyería
El sector de bisutería y joyería es el que más se presta a pequeños locales. En este aspecto Lune Bleu, La Cuenta Hazlotú o Quindío Woman son grandes referentes. La primera es la más internacional, cuenta con 50 establecimientos en el extranjero. Su responsable, Eugenio del Pueblo, lo tiene claro “al ser un producto de dimensiones reducidas el establecimiento no necesita ser grande, hemos estudiado el tamaño del local, para que pueda ser rentable y competitivo en costes”. Sus locales miden a partir de 20 m2 hasta los 40 m2.
La segunda funciona con un local a partir de 20 metros cuadrados y exige una inversión de 20.000 euros. Su original concepto de negocio se basa en la venta de pequeños elementos para la confección manual de pulseras, pendientes, etc.
La última se basa en la venta de bisutería y complementos con una gran rotación de stock. Sus locales, a partir de 15 metros cuadrados.
Franquicias Especializadas
Las tiendas de golosinas también permiten la apuesta por pequeñas tiendas, más o menos bien ubicadas. La cadena Onza ha apostado muy fuerte por el concepto corner. 20 m2 son suficientes para incluir los dulces productos de esta cadena que exige una inversión total de 52.000 euros. Para su director, Joaquín Moltó, “este sector estaba ocupado básicamente por quioscos que no disponían de infraestructuras ni de sistemas de gestión que les permitiera ser competitivos”. Y lo han aprovechado.
Dentro de los establecimientos relojeros encontramos a Valentín Ramos, un clásico ya dentro de la franquicia cuyos requerimientos de local apenas alcanzan los 15 metros cuadrados. Esta enseña que opera desde 1975 tiene abiertos actualmente 125 establecimientos en nuestro país.
Informática
En informática, Real Color permite operar con locales a partir de 18m2 gracias también las características del producto. Para su director de expansión, Ricardo García, “con 10 m2 de estanterías es suficiente para mostrar nuestros productos”. En cuanto a la ubicación “buscamos que el coste de instalación sea el mínimo pues nuestros artículos son de precios muy bajos, aunque con un margen muy alto”. En fotografía, para Planet Print, negocio basado en la estampación de imágenes sobre cualquier superficie, el tamaño de sus locales también son mínimos.
Con este planteamiento los franquiciados “pueden llevar a cabo la labor de elaboración y suministro de productos con un espacio mínimo”, nos comenta su director de expansión José Ramón Fernandez.
La Jabonería Galesa, también opera en establecimientos de escasos metros cuadrados. Para su responsable, Oscar Polanco, la razón es “la necesidad de estar en primera línea en zonas donde los arrendamientos son los más elevados y en estos metros se puede exponer todo nuestro surtido”. Así se consiguen buenos emplazamientos con pequeñas inversiones, lo que permite “ir a un perfil de inversor más modesto”.
Franquicias de hostelería y restauración
Dentro de la hostelería también existen conceptos por debajo de los 25 m2., especialmente aquellos dirigidos al “take away” y que no precisan de salida de humos: “minitabernas”, modernos salones de té y, por supuesto, las heladerías. De estas últimas destacan Gino Ginelli, la cadena de franquicias propiedad de Frigo (Unilever). Para su director de expansión, Luis Quílez, “el flujo de personas es esencial y las ubicaciones importantes suelen ser reducidas.
Tras varios años de experiencia hemos logrado completar un concepto de negocio perfectamente rentable”. Con una inversión inicial de 60.000 euros, calculan una facturación media de 600 euros diarios.
Otra de las heladerías en franquicia es Carte D’or. Con 35 establecimeintos en España y una inversión de 72.000 euros sus locales mínimos tampoco superan los 20m2. Ofrecen, además de helados, bollería, sándwiches y cafés.
Dentro de los salones de té, encontramos Saboreaté y Café, la penúltima apuesta de uno de los creadores de la cadena de Euro y Compañía. Para Mario Rubio, su director, “nuestro modelo de franquicia está concebido para rentabilizar al máximo la superficie del local, potenciando y eliminando secciones del negocio en base a su ubicación, superficie y paso de público”.
Esta cadena acaba de lanzarse al mercado y supone una original apuesta por la fórmula mixta “take away-degustación”, con seminarios, cursos y catas de té. Su inversión de tan sólo 30.000 euros permite a inversores pequeños y medianos acercarse al mundo de la franquicia.
Fast-food
Dejando de lado las heladerías, y dentro del modelo puramente “para llevar” encontramos enseñas de fast-food que permiten la venta en mínimos espacios. BigDog es uno los ejemplos, con un corner de 15 m2 , la inversión total asciende a 60.000 euros y su oferta, basada en perritos calientes le ha supuesto alcanzar los 90 establecimientos entre corners y carritos.
Dentro de la hostelería más “tradicional” Bocaditos y Tapas & Co ofrecen un negocio basado en las clásicas tapas gracias a un producto “que llega al franquiciado ya elaborado, de tal manera que en el establecimiento tan sólo es necesario darle el toque final, en muchos casos, tan sólo calentarlo o montar el plato”, nos comentan desde la cadena.
Conclusiones
Estas y otras cadenas de franquicia han sabido adaptarse a la situación actual del mercado inmobiliario y aprovechar las oportunidades que se generan producto de situaciones críticas. Aunque para muchas, el acceso a locales de calidad sigue siendo un handicap importante para su crecimiento, para otras ya no lo es tanto.