Franquicias que “se crecen” en verano
Aunque la temporalidad es un factor que ya no influye en el éxito de una cadena de franquicias, es evidente que la época de estío favorece la compra de determinados productos. Algunos negocios en franquicia se afanan cada año por responder a las necesidades de sus potenciales clientes veraniegos, explotando al máximo su concepto o impulsando la venta de ciertos artículos cuyo uso es inherente a estas fechas.
Trajes de baño para lucir en las vacaciones, cremas solares para protegernos del sol e incluso las cañas que disfrutamos al aire libre en las noches de verano, son productos cuya demanda aumenta considerablemente durante los meses de estío, ya sea porque se trata de artículos que se suelen usar en estas fechas o porque, cultural y tradicionalmente, esta época anima a su consumo.
No cabe duda de que el calor, el sol y sobre todo las vacaciones -días de relajación, disfrute y caprichos- son la primera causa que contribuye con el aumento del gasto y, por tanto, con el incremento del volumen de ventas de las cadenas de franquicias.
Otro de los factores determinantes es el turismo, pues a nadie se le escapa que nuestras costas se sitúan entre las más deseadas a nivel mundial, más aún en estos meses. Así, la elevada afluencia de turistas -nacional y foránea- y su afán por disfrutar las vacaciones sin reparar en gastos, contribuye a engrosar las ganancias de las tiendas en franquicia.
Aunque en casi todos los sectores que cuentan con representación en el mercado de la franquicia se pueden hallar ejemplos de negocios que potencian sus ventas en verano, hostelería, agencias de viajes, moda y belleza conforman las parcelas de actividad que experimentan en mayor medida los efectos del calor veraniego.
V de ventaja, ventas y verano
Como ya hemos esbozado al principio del artículo, el verano es una época en la que el gasto en determinados productos se dispara. Más horas de luz, la temperatura que acompaña y la inminencia de las vacaciones animan al consumidor a disfrutar de su tiempo de ocio y a satisfacer sus caprichos.
Pero estos no son los únicos factores que suponen una ventaja para los establecimientos que ofrecen artículos cuya demanda crece en verano, ya que existen otras variables relacionadas con el sector y la actividad a la que se dedica una franquicia o bien con la ubicación del local, que tienen que ver con el incremento del volumen de ventas.
Por sectores, la hostelería es una de las parcelas de actividad que más se beneficia de los meses de verano. Concretamente, las cadenas de franquicias que operan sirviendo cerveza y tapas no dejan pasar la oportunidad de instalar una terraza que colabora directamente con el aumento de sus ingresos, gracias al buen tiempo y la predisposición del cliente en estas fechas.
Mención a parte merecen las heladerías por causa obvia: el consumo de helados se incrementa considerablemente durante estos meses. En este sentido, es cierto que los establecimientos que venden helados en franquicia han sabido consolidar una oferta que responde a las necesidades de la clientela durante todo el año, pero es indudable que sus ingresos crecen en verano.
Otro negocio que incrementa su volumen de actividad con la llegada del verano son las agencias de viajes porque, a pesar de que cada vez es más habitual viajar en cualquier época del año, los meses estivales siguen siendo favoritos y acaparan la mayor parte de los desplazamientos vacacionales.
En el sector de la belleza y la estética no hay espacio para dudas: en verano es tiempo de piscina y playa y a todo el mundo le gusta lucir una esbelta figura. Además, la exposición al sol hace necesaria una buena provisión de cremas solares, aceites protectores y demás complementos para broncearse cuidando la salud. En definitiva, las tiendas que se dedican a la venta de productos cosméticos en franquicia incrementan sus ventas durante estos meses.
En el terreno de la dietética, la herboristería y la parafarmacia los efectos son similares, debido al incremento en el consumo de productos que colaboren con dietas adelgazantes o el embellecimiento de diversas partes del cuerpo.
Finalmente, no podíamos dejar a un lado el sector textil, que en verano potencia las ventas de artículos relacionados con la hora del baño. Así, encontramos establecimientos de moda que, si bien se dedican a la venta de otros artículos el resto del año, en verano aprovechan para presentar extensas colecciones de bañadores, bikinis y pareos, convirtiendo este artículo en el protagonista durante estos meses.
En cuanto a la ubicación del local, como comentábamos al principio, el turismo es una gran baza para los establecimientos que están situados en zonas costeras o de gran afluencia de visitantes en verano. Así, muchas redes de franquicias optan por ubicar sus establecimientos en poblaciones que mantienen una demanda moderada durante todo el año pero que en verano multiplican el número de visitantes y, por tanto, de clientes.
Claves para sobrevivir al verano
En primer lugar, hay que tener en cuenta que no se trata de negocios que funcionan solo en verano sino que incrementan sus ventas en esta estación. Por lo tanto, es necesario estudiar detenidamente alternativas para mantener la demanda el resto del año.
En esta línea, pertenecer a una red de franquicias supone una gran ventaja ya que la mayoría tiene en cuenta los cambios en la demanda en relación con las distintas temporadas del año, incluyendo en su carta otros productos que responden a las necesidades del consumidor en épocas de frío -como café y bollería en caso de las heladerías, o medias, bolsos y otros complementos en las tiendas que en verano venden bañadores-.
Superado este punto, la llegada del verano supone para estos negocios un incremento importante de la clientela -sobre todo en zonas de gran afluencia de turismo- lo que exige que las redes de franquicias pongan a punto sus conceptos, establecimientos y personal para recibir una demanda mayor sin resentir la calidad de sus productos y servicios.
En este sentido, los establecimientos deben ajustar su producto a la demanda que esperan recibir lo que requiere un esfuerzo de previsión que normalmente llevan a cabo las centrales, orientando al franquiciado sobre el volumen de producto que debe adquirir para aprovisionar la tienda y así responder a una crecida demanda.
Además, habrá que estudiar el número de empleados necesarios para atender a la clientela con el objetivo de evitar el colapso del establecimiento, un factor que es fundamental para superar con éxito la época estival y que se deja notar sobre todo en los establecimientos de hostelería, que incluso llegan a doblar sus efectivos en estos meses.
Finalmente, es importante aprovechar esta época de elevada afluencia de clientes para construir una base de datos que permita potenciar el negocio durante el resto del año, incluyendo a estos nuevos consumidores ocasionales para convertirlos en habituales a través de campañas de fidelización y otras promociones.
Oportunidades en franquicia
En hostelería, además de las heladerías, las mejores opciones para poner en marcha un negocio de éxito estival son las cervecerías y establecimientos de tapas, franquicias que cuentan con una clientela habitual todo el año pero que en verano ven crecer su nivel de facturación “como la espuma”.
El Fraile es una de las cadenas de franquicias que ven crecer sus ventas en verano, tal y como explica Erik García: “la facturación en estos meses respecto al invierno suele ser el doble y, de la misma manera, nuestras franquicias se aprovisionan del doble de producto e incluso duplican el número de empleados. La posibilidad de explotar las terrazas hace que la capacidad de nuestros establecimientos también aumente”.
Otras opciones en el mismo nicho de actividad son las enseñas cerveceras que componen Heineken España –Gambrinus, Amstelería y Guiness Official Irish Pub-, redes de franquicias también consideran el verano como la mejor época para potenciar el volumen de ventas de sus establecimientos.
Además de cervecerías, los establecimientos especializados en tapas también hacen su agosto en verano. En este nicho de actividad encontramos marcas como Cruz Blanca, otra de las marcas de Heineken, Lizarran Tabernas Selectas, Cañas y Tapas, Bodega La Andaluza, Tapasbar o Dehesa Santa María.
En el sector heladerías, encontramos propuestas como Flanela Helados, cadena que ha adquirido recientemente el Grupo Rodilla, Häagen-Dazs, la popular cadena de origen estadounidense, Ben & Jerry’s, enseña que cuenta con 33 locales en el territorio nacional y más de 500 en todo el mundo, o Carte D’Or, que ofrece al inversor la implementación de la imagen en el local, los materiales y la maquinaria necesaria en concepto de depósito.
Pasando al sector textil encontramos Calzedonia, un negocio que en principio se dedicaba a la venta de calcetines y medias, y que en su primer año de actividad observó un cambio en la tendencia de compra en los meses de verano que decidió aprovechar.
En palabras de Judith Lorenzo, responsable de comunicación de la marca, “incorporamos colecciones de baño a nuestras tiendas con el objetivo de diversificar nuestra oferta y mantener el nivel de facturación en verano. Así, reforzamos nuestras ventas en estos meses e incluso superamos las del resto de año porque el traje de baño es un artículo más caro”.
En el sector de la estética y la belleza, encontramos franquicias que se han especializado en la venta de productos cosméticos naturales, parte de ellos indicados específicamente para evitar los efectos dañinos del sol. Yves Rocher, Aloe Shop y PFC Nutricosmetics son algunas oportunidades que se dedican a esta actividad.
Finalmente, las agencias de viajes componen otro sector que incrementa su facturación cara al verano. Algunas referencias de este mercado en franquicia son Grupo Sercom, Zafiro Tours, Almedia Viajes, Barceló Viajes, Viajes Nuevos Horizontes, Viajes Geisha y Giramondo.