Franquicias que te llevan al altar
El mercado nacional de la franquicia cuenta con un nutrido número de enseñas que se han especializado en comercializar todo lo necesario para celebrar un enlace matrimonial. Establecimientos especializados en la venta de vestidos y accesorios sometidos a las exigencias de la moda y cuyos clientes no suelen reparar en gastos con el objetivo de brillar en el “día más importante”. Todo ello después de pasar por caja.
Cada año se celebran en España más de 200.000 bodas. Un número considerable de enlaces que, además de la unión de dos personas en matrimonio, significa una gran cantidad de capital invertido en que hasta el último detalle luzca perfecto ese día.
Bien se celebre en el altar de una iglesia o en el ayuntamiento, la preparación de una boda esconde un importante negocio que atañe a multitud de sectores. Desde las flores para la ceremonia y el ramo de la novia, pasando por los anillos de compromiso y demás joyas, hasta la indumentaria de los novios e invitados, son elementos imprescindibles en todo enlace que se precie.
Además, no reparar en gastos se ha convertido en una máxima que la mayoría de las parejas llevan hasta las últimas consecuencias a la hora de celebrar su enlace, un motivo por el que los negocios que han decidido crecer bajo la fórmula de la franquicia se han convertido en oportunidades de negocio de lo más atractivo para los inversores interesados en formar parte del sector moda.
Las ventajas de “casarse” con una franquicia
El primer factor a tener en cuenta no podía se otro que la tradición que rodea la celebración de las bodas en nuestro país. A pesar de que el divorcio parece estar de moda, el enlace como institución continúa siendo un valor en alza. No por casualidad España y Portugal ostentan la mayor tasa de nupcialidad de Europa, lo que pone de manifiesto que invertir en un negocio relacionado con la preparación de una boda significa formar parte de un sector que cuenta con una demanda estable.
Además de mantener el volumen de ventas durante todo el año, los negocios implicados en preparar enlaces matrimoniales se benefician del escaso interés por el ahorro que suelen mostrar los novios. Por cultura y tradición, nuestro país ostenta también el record de ser uno de los países europeos con un gasto promedio más elevado por boda.
Concretamente, la novia se ha configurado como el cliente perfecto ya que, como hemos comentado, no suele reparar en gastos y necesita una gran cantidad de accesorios para subir al altar acorde con las exigencias de ese día. La amplia gama de productos que consume solo la novia durante la celebración suele permitir elevar el ticket medio, por lo que muchos establecimientos se han centrado en esta mitad de la pareja para incrementar su volumen de ventas.
De las siguientes observaciones podemos deducir que la rentabilidad de estas oportunidades de negocio suele ser superior a la del sector moda, ya que se trata de negocios con un elevado margen bruto de sobre facturación.
La imagen de marca, como en todo negocio de moda, es fundamental en el caso de los conceptos relacionados con la preparación de bodas. En la mayoría de los casos, el cliente relaciona directamente una determinada marca con calidad, ciertos nombres de diseñadores y prestigio de cara a la sociedad. Así, contar con un negocio de estas características que además ya cuenta con una imagen de marca reconocida -y potenciada por la central de franquicias-, es una gran baza para garantizar las ventas de la tienda.
Otra gran ventaja es que, en la mayoría de los casos, la venta de vestidos de novia se realiza contra pedido, por lo que no se precisa un stock superior al del muestrario de tienda. Esto significa que el responsable de la franquicia no tendrá que abonar de antemano los vestidos y accesorios que vaya a comercializar, si no que, bajo petición del consumidor, solicitará un determinado modelo. En principio, solo tendrá que contar con un conjunto de muestras en su tienda, prendas que muchas veces facilita la central sin coste alguno.
Finalmente, los establecimientos de novias no exigen una ubicación de primera categoría, ya que basta con situar el local en una zona comercial especializada en este tipo de tiendas, normalmente en espacios reservados para negocios algo más específicos y no mezclados con otras enseñas de moda.
Las exigencias de las tiendas de novias
Otro dato a tener en cuenta son las exigencias que, como contrapartida, tienen este tipo de negocio de cara a los socios franquiciados. Requisitos íntimamente ligados a la imagen de marca, el acondicionamiento de los locales y la recreación de un ambiente que tiene mucho que ver en la decisión de compra del cliente.
Así, los establecimientos que acogen tiendas de novias suelen tener una gran superficie y al menos deberán contar con más de 100 metros cuadrados para ofrecer espacio suficiente para la colección de vestidos, zapatos y accesorios, además de amplios vestidores.
Además de espaciosos, estos locales suelen estar decorados meticulosamente para ofrecer una imagen que esté acorde con los valores que la sociedad achaca tradicionalmente al matrimonio. Así, suelen ser tiendas muy bien iluminadas, donde el blanco predomina en la decoración, los espacios son muy amplios y se respira pureza, delicadeza y pulcritud.
Finalmente, el negocio de las tiendas de novias requiere de una plantilla de profesionales que estén preparados para atender a las futuras clientas a la altura de las circunstancias. Empleados con conocimientos de moda y arreglos de moda, con una gran capacidad para adelantarse a los deseos del público, haciendo sentir a la futura esposa como en un cuento de hadas.
Franquicias que dan el sí quiero
Concretamente, los vestidos y complementos de la novia se convierten en el blanco de todas las miradas de camino al altar y conforman los elementos más importantes -y también más costosos- en cualquier enlace matrimonial. Así, los conceptos que se dedican a preparar a los novios en el día de su vida, han convertido a la novia en la protagonista absoluta de su oferta, con un notable resultado.
Una de las cadenas de franquicias más prestigiosa a nivel internacional es Pronovias, enseña que cuenta con más de 120 establecimientos en el territorio nacional y 11 en el extranjero. Desde que comenzara a franquiciar su concepto en 1965, esta enseña ha conseguido situarse entre las primeras marcas especializadas en vender todo lo que necesita una novia en el día de su boda.
Con un nombre que es referencia en el sector, la inversión inicial que exige la compañía para poner en marcha una franquicia ronda los 150.000 euros además de un local que supere los 100 metros cuadrados de superficie.
Otra de las redes de franquicia que se ha especializado en trajes de novia y ceremonia es Pronuptia, cadena de origen francés que cuenta con cuatro tiendas operativas en España y se alza como una de las marcas más internacionales con más de 1.200 locales repartidos por diferentes países.
La inversión que precisa este concepto se aproxima a los 90.000 euros, canon de entrada y obra civil incluidos, aunque para facilitar la implantación de la marca en nuestro país también ofrece a los inversores la posibilidad de instalar un corner en las tiendas de novia en funcionamiento. De esta manera, el establecimiento puede enriquecer su oferta en diseño y precio de una forma sencilla y a través de una marca de primer orden.
Por su parte, Rosa Clará se ha convertido en una referencia en el sector de tiendas de novia en España. Además de crear un concepto donde ofrece trajes de la más alta costura del panorama nacional e internacional, esta emprendedora que da nombre a su empresa ha desarrollado otro concepto destinado a un público que busca precios más asequibles: Aire. Aunque ahora solo representando el 30 por ciento del negocio, “es el futuro de esta casa, pretendemos llegar a 80 tiendas”, ha declarado la propia Clará.
Esta cadena de franquicias solicita una inversión de entre 60.000 y 90.000 euros y a cambio ofrece formar parte de una gran compañía que trabaja con los mejores diseñadores del mundo.
Con el lema “el detalle por encima de la apariencia” operan las franquicias de Jesús Peiro, cadena de origen nacional que cuenta con 8 establecimientos operativos y oferta todo lo que la novia necesita en el día de su enlace. En colaboración con algunos de los diseñadores más reconocidos del panorama de la moda, constituye una opción de negocio que apuesta por el lujo en sus prendas y también en sus locales.
Además de Portugal, Francia, Italia o Croacia, la marca está presente en algunas de las tiendas más prestigiosas de Estados Unidos y Japón a modo de corner, una opción que ha permitido a esta compañía una gran proyección a nivel internacional.
Además del vestido de novia, los zapatos se han convertido en un complemento imprescindible que hay que tener muy en cuenta. En este sentido, la cadena de franquicias Sara Navarro diseña y comercializa una línea exclusiva de calzado para el día del sí quiero.
Un concepto en el que paulatinamente han entrado en escena bolsos, artículos de marroquinería y productos de escritorio, y que está presente en mercados internacionales como Inglaterra, Alemania, Francia o Estados Unidos.
En definitiva, franquicias que han sabido sacar partido a la importancia emocional que tienen hoy en día las bodas, y que no solo se limitan a ofrecer todo lo necesario para lucir una imagen perfecta sino que, en muchos casos, cumplen un sueño hecho realidad.