La cadena Caprabo entra en pérdidas
La cadena Caprabo se activa con una ampliación de capital de 60 millones de euros con un nuevo plan estratégico y un crédito sindicado de 475 millones. Las inversiones ascenderán a 260 millones.
Caprabo registró en 2005 las primeras pérdidas de su historia. El grupo de distribución cerró el ejercicio con unos números rojos de 32,5 millones de euros, frente a un beneficio neto de 8,6 millones en 2004. Para enderezar la situación, la cadena catalana de supermercados ha aprobado un nuevo plan estratégico de cuatro años, que le llevará a realizar unas inversiones de 260 millones de euros y a redefinir completamente su modelo comercial.
El objetivo es convertirse en 2009 en “la cadena de supermercados urbanos con mayor surtido del mercado y con un mejor tratamiento de los productos frescos”, según explicó ayer Ramon Mas, director general del grupo propiedad de las familias Botet, Carbó y Elías (80%) y de La Caixa (20%).
El nuevo plan de negocio de Caprabo se apuntalará con una ampliación de capital de 60 millones –que será suscrita proporcionalmente por los dos bloques accionariales– y con un crédito sindicado de 475 millones liderado por La Caixa. El crédito permitirá refinanciar los 493 millones que la empresa debía a finales de 2005.
El desfavorable resultado del pasado año tiene una triple explicación. La cadena cerró veinte tiendas y tuvo que hacer frente a la caída de ingresos y de los márgenes comerciales, como consecuencia de la decisión de bajar los precios de sus productos para ser más competitiva. La nueva política de precios –con un descenso medio del 13%– tuvo un impacto directo de 36 millones en las cuentas.
El tercer motivo tiene una relación directa con el balance de la empresa, que, además de los gastos financieros, debe soportar unas elevadas amortizaciones del fondo de comercio que ha acumulado el grupo tras la agresiva política de adquisiciones, que le ha permitido duplicar el tamaño en cinco años.
El ebitda (resultado de explotación antes de amortizaciones) se elevó a 107 millones, lo que equivale al 4,4% de las ventas. “No es un ebitda malo, porque los grupos ganadores del sector sólo nos sacan un punto y medio más”, afirmó el director general, quien anunció que el ebitda no mejorará en 2006 y 2007, porque la cadena acometerá 23 nuevos cierres este año, además de bajar los precios de la marca propia.
Las ventas descendieron un 3,4%, hasta 2.300 millones, cifra que no incluye los ingresos de la división de gasolineras, que el grupo acaba de vender a la italiana Saras. Caprabo confía en volver a los beneficios en 2007, aunque las pérdidas de este año no serán significativas por las plusvalías que ha obtenido con la venta de las gasolineras y dos hipermercados. El reto para 2009 es ganar 35 millones de euros, registrar un ebitda de 135 millones y unas ventas de 2.600 millones.