La franquicia en Rumanía, 300 cadenas y un crecimiento del 50 por ciento
Las primeras franquicias aparecieron en Rumanía en los años setenta, aumentando su popularidad en los noventa, si bien no ha sido hasta estos últimos años cuando el sector ha experimentado su mayor crecimiento. Hay diversos factores que han contribuido a la rápida expansión del sistema de franquicia en el país en los últimos tiempos:
&bull, El crecimiento generalizado de la economía.
&bull, El aumento de la inversión extranjera directa.
&bull, El incremento del poder adquisitivo de la población.
&bull, El aumento del consumo en detrimento del ahorro.
&bull, La apertura del mercado y correspondiente incremento de la competencia.
&bull, El interés por establecerse en negocios estructurados que inspiren cierta seguridad.
&bull, El cambio en el gusto de los consumidores que buscan productos y servicios de calidad.
&bull, La mejora de calidad de vida de la población.
&bull, El aumento del atractivo del país tras su entrada en la Unión Europea.
Gracias a todos estos factores, en el 2006 el mercado rumano de la franquicia creció un 50 por ciento, abriéndose más de 5.000 puntos de venta, cinco veces más que en 2005. Así, en este momento casi 300 marcas, principalmente de retail y servicios, están representadas a través de este sistema. Además, los expertos estiman un crecimiento mayor después a finales del presente ejercicio.
Los principales sectores en los que operan las franquicias rumanas son el comercio al por menor, con el 50,29 por ciento de las enseñas, el sector servicios, representado por el 28,90 por ciento de las marcas, el sector de hostelería y restauración, con un 18,50 por ciento, y la producción, sobre todo de bebidas no alcohólicas. En la actualidad, de las más de 300 cadenas de franquicias establecidas en Rumanía, tan sólo unas 60 son de origen rumano.
Se estima que las inversiones en el sistema de franquicia se sitúan en torno a los 100 millones de euros y genera una facturación de unos 730 millones de euros al año, de los que casi el 50 por ciento, es decir, en torno a los 146 millones de euros, corresponde al sector del comercio.
Dentro de las enseñas de comercio o distribución, son las de textil las de mayor peso y se ha comprobado que los consumidores presentan un especial interés por las marcas internacionales conocidas, de diseño más o menos exclusivo. Ese carácter de exclusividad lleva a los franquiciados a establecerse en zonas concretas en las que se localizan otras marcas de la misma categoría, situadas en los principales ejes comerciales de la ciudad así como en los más conocidos centros comerciales, cuidando mucho su imagen y estrategia de marketing.
Triunfo del sector servicios
Las franquicias de servicios, como mencionamos anteriormente, son las que tienen mayor expectativa de crecimiento para los próximos años acorde con la tendencia de la economía rumana de potenciar dicho sector. El desarrollo de este sector prevé hacerse en dos etapas: primero, mediante la introducción de los servicios de carácter más social, para después potenciar los servicios basados en la transferencia de know-how como pueden ser las enseñas especializadas en educación, servicios financieros o inmobiliarios, entre otros.
Como muestra de la relativa facilidad de expansión de las franquicias de servicios en Rumanía, cabe mencionar el hecho de que varias cadenas hoteleras de renombre internacional se hayan establecido en el país en los últimos años, lógicamente, con perspectivas de crecimiento a medio y largo plazo.
Respecto a las franquicias de hostelería y restauración, éstas se han visto afectadas por los recientes cambios en los gustos de los consumidores rumanos quienes empiezan a preocupan por la calidad del producto, sus ingredientes y la imagen de marca que se esconde detrás de estos. De esta forma, comienza a hacerse patente un pequeño nicho de mercado con un poder adquisitivo medio-alto que consume productos tipo «gourmet».
Como ya hemos apuntado, el predominio de las enseñas internacionales en el sistema de franquicia rumano es patente. Se podría decir que en torno al 80 por ciento de marcas que operan en el país bajo el sistema de franquicia provienen de fuera. Los principales países que han exportado sus conceptos de negocio a Rumanía son Estados Unidos, Italia, Francia, Alemania, Turquía, Grecia, Gran Bretaña y España.
Nuestro país está presente mediante cinco enseñas que en total suman 8 establecimientos. La que más destaca en cuanto a número de locales es la cadena de moda Mango, que cuenta con tres tiendas en Rumanía. A ésta le sigue el grupo Inditex, que tiene operativas dos tiendas en el país. También podemos encontrarnos con la presencia de Fun Science Ciencia Divertida, que cuenta con un establecimiento, al igual que Trimage y Dinamix, ambas pertenecientes al sector de la fotografía.
Una buena oportunidad para las enseñas españolas de darse a conocer puede ser la Feria Rofrancize, el salón internacional de la franquicia en Rumanía que organiza la Asociación Rumana de Franquicias, que se celebra de forma anual en la ciudad de Bucarest, y que este año celebró su tercera edición.
Frenos para las enseñas españolas
A pesar de los atractivos que presenta el negocio de la franquicia, existen distintos aspectos que pueden contribuir a frenar la apuesta de las empresas franquiciadoras por el mercado rumano. Los potenciales problemas a los que se enfrentan las enseñas en dicho país europeo son:
&bull, La escasez de información sobre el sistema de franquicia y mentalidad de negocio por parte de los empresarios rumanos.
&bull, La existencia de un marco legal débil y poco apropiado.
&bull, La falta de experiencia en el sector.
&bull, La falta de inversores fuertes dispuestos a dirigir parte de su inversión a publicidad, formación del personal e imagen de marca.
&bull, La reducida cultura de los consumidores.
&bull, Las dificultades para encontrar emplazamientos apropiados para los establecimientos debido a la alta concentración en determinadas áreas comerciales de la ciudad.
&bull, La falta de un sistema financiero que promueva o facilite este tipo de inversión, así como de productos financieros dirigidos especialmente a este sector.
&bull, La incertidumbre implícita a un mercado poco experimentado en este tipo de negocio.
&bull, El riesgo inherente a iniciar un negocio propio.
Sin embargo, no hay que dejar llevarse por el pesimismo. No cabe duda de que la economía rumana está en pleno auge. Se ha experimentado un firme crecimiento año tras año desde 2001. Debido a las reformas estructurales, la economía rumana tiene actualmente la capacidad de responder con rapidez a las exigencias del mercado.
En los últimos años, la inflación ha mantenido una tendencia a la baja constante, despertando de nuevo la confianza en la población, al tiempo que ha aumentado de manera significativa el valor de las inversiones extranjeras. Tras su ingreso en la Unión Europea, las empresas españolas parecen haber fijado la vista en este país del Este y ya son muchas las que se preparan para entrar en él, entre ellas las cadenas de franquicias.
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