Las calles secundarias también interesan a las franquicias
El concepto de local en segunda línea se presenta en la actualidad como una eficaz alternativa a la falta de espacio de locales comerciales o, en otras muchas ocasiones, debido a los precios elevados que presentan sus alquileres. Por ello, muchas centrales de franquicia se han planteado la apertura de locales en segunda línea para que el gasto mensual del franquiciado no se ponga por las nubes. Una buena gestión empresarial permitirá una rentabilidad del negocio con un superávit realmente considerable.
Pero ubicarse en primera línea en las principales ciudades y emplazamientos de nuestro país no es fácil. Las calles más transitadas y céntricas de las grandes ciudades fijan unos precios desorbitados en la mayoría de las ocasiones. En Madrid, la calle Preciados es el lugar donde los locales comerciales son más caros. Sucede lo mismo en la céntrica calle madrileña de Serrano, o en Barcelona, en sus calles Portal d’Angel y Paseo de Gracia. En los últimos años los negocios (normalmente de lujo) ubicados en estas calles “privilegiadas” se han convertido más en un lugar de encuentro y de imagen de marca, que en tiendas donde se busca la rentabilidad de la marca.
Asimismo, los precios de alquiler de los establecimientos en los centros comerciales han aumentado en los últimos años en España hasta situarse por encima del resto de los países europeos, con excepción del Reino Unido. Las rentas por alquiler se han visto incrementadas alrededor de un 8% de media en los últimos años, siendo el único segmento del mercado inmobiliario que, con el residencial, ha experimentado una subida de precios.
Por ello, esto obliga a pensar que cada vez haya más marcas que opten por ampliar su red de negocio en zonas de tamaño medio, pero no sólo como opción complementaria a su política de expansión en grandes ciudades, sino como objetivo primordial del crecimiento de la firma.
Las franquicias empiezan a pensar en locales en calles secundarias
A otras compañías como Celia, del sector textil y decoración hogar, SBT La Sabatería, dedicado a la venta de zapatos, bolsos y complementos, o la firma enfocada al tratamiento de calvicie y estética del cabello Cesare Ragazzi (con locales de 60 m2) les sucede lo mismo. La segunda línea comercial les vale para la función que desempeña su negocio.
La consultora en franquicias Tormo & Asociados también ha planteado a los franquiciadores, cuando sea posible, la opción de que sus futuros franquiciados busquen un local que esté ubicado en un emplazamiento secundario, lo que no quiere decir que no tenga tráfico peatonal. Pero la selección de esta ubicación depende siempre de la clase de negocio. Por ejemplo, las franquicias del sector servicios no están obligadas necesariamente a disponer de un local en un lugar de mucho tránsito. Este es el caso de la firma Financar, cuyo director general, Carlos Royo, afirma que “nuestro negocio va dirigido a profesionales y es imprescindible que seamos nosotros los que los visitemos”.
“Nuestra política de expansión”, continúa, “se basa en locales que no estén ubicados en lugares principales o de primera línea por varios motivos. El primero, que nuestro negocio no lo exige, el segundo, que rebaja mucho los precios y que genera menos problemas para encontrar locales adecuados”, asegura.
En la misma línea, una de las claves del éxito de las tiendas Beep es la proximidad a los clientes, es decir, estar dónde la gente vive o donde la gente trabaja. «Con esta premisa, para un buen funcionamiento de un negocio Beep no es necesaria una ubicación en primera línea, simplemente es deseable una ubicación buena en el barrio o población, si esa tiene menos de 50.000 habitantes, donde vayamos a abrir una nueva tienda», apunta Ángel Amat, director de expansión de la firma de informática.
Por otro lado, el director de expansión de TeleRicaTorta, José A. Hernández, asegura que su negocio está enfocado a la venta a domicilio, “por lo que no implica necesariamente que los locales se sitúen en primera línea. Aunque si está en mejores emplazamientos cualquier cosa adquiere más notoriedad”, reconoce.
“Sinceramente, no estamos encontrando problemas en la actualidad. Hay muchos emplazamientos muy correctos (y tengo mucha experiencia en franquicias) y en precios perfectamente factibles y rentables”, concluye José A. Hernández.
Por otro lado, la enseña Onza comercializa productos de alimentación englobados en el Canal Impulso. Este sector no requiere una ubicación de primera línea, pero sí exige emplazamientos con gran flujo de peatones. En ocasiones, el tráfico de personas se puede ver motivado por distintos factores, sin que éstos sean indispensablemente primera línea.
“Nuestros cálculos”, añade Alfredo Cortés, director de expansión de Onza, “se basan en el número de movimientos diario, lo cual, con frecuencia, está asociado a zonas de primer orden, aunque existen múltiples opciones. Sin embargo, dadas las dimensiones requeridas para explotar nuestra marca, existe mucha dificultad para localizar locales comerciales en ubicaciones de primera línea”.
Por este motivo, la firma Onza se está planteando una política de expansión paralela. “Estamos desarrollando una política de expansión para poblaciones medianas, en la que sigue latente el principio de número de movimientos diario”, finaliza Alfredo Cortés.