Las comunicaciones en el sistema de franquicia.
Todos sabemos que uno de los principales problemas en las relaciones entre el franquiciador y sus franquiciados, es conocer por parte del franquiciador el día a día en la gestión de todos y cada uno de sus puntos de venta propios y franquiciados.
Este aspecto, en los inicios de la andadura de la franquicia en nuestro país, lo realizaba una serie de profesionales que formaban parte de la Central Franquiciadora. Esto implicaba en la central de franquicias soportar unos costes estructurales realmente fuertes, con unos resultados poco satisfactorios, tanto en asistencia como en control, ya que el franquiciado con este sistema se siente amenazado.
La tendencia actual del sector es la implantación de un sistema informático y de comunicaciones adecuado al sector de actividad y al concepto de negocio de una determinada enseña.
Con este sistema informático, que hay que verlo como una inversión y no como un gasto, la central de franquicias de una determinada cadena conseguirá con pocos recursos humanos y económicos acceder a toda la información relativa a la gestión diaria de cada punto franquiciado. Con esta información ya en poder del franquiciador, éste podrá:
- Analizar la gestión semanal de cada franquiciado: el franquiciador analiza la evolución de cada franquicia y envía al franquiciado los resultados del análisis que ha realizado. A través de estos informes, el franquiciado conocerá la evolución de su negocio, pudiéndose dedicar en exclusiva a la venta del producto o del servicio.
- Podrá conocer y comparar la evolución de todos y cada uno de los centros franquiciados, adaptando la oferta (en el caso de franquicias de productos) a los hábitos de consumo de cada zona geográfica en concreto. Este aspecto es clave, ya que en muchas ocasiones el fracaso de un centro franquiciado no se debe a una mala selección del perfil personal o profesional del franquiciado, sino a una mala selección de la zona de implantación. A través de este sistema informático y de comunicaciones, la central podrá solucionar el problema antes de que sea ya demasiado tarde.
El franquiciado, que en un principio con este sistema puede ver amenazados sus intereses, a corto y medio plazo se verá asistido de manera continuada y efectiva, puesto que el franquiciador le va a dar soluciones a los problemas que puedan surgir en la gestión diaria del establecimiento.
Como conclusión, toda empresa que se plantea franquiciar sus productos o sus servicios, debería, a parte de tener un concepto de negocio competitivo, transmisible e identificado, implantar soluciones informáticas y de comunicaciones adaptadas a sus circunstancias particulares, con el objetivo de satisfacer una parte de sus obligaciones como franquiciador: la asistencia permanente.