Las firmas de culto: moda que marca la diferencia
Hoy en día existen tantas enseñas que al consumidor le resulta cada vez más complicado centrar la atención en una. Las llamadas “firmas de culto” rehuyen de este estandarte de ofrecer lo mismo que el resto de marcas, sino que ofrecen productos únicos que no se ven en el resto de tiendas tradicionales y que, paradójicamente, son las joyas de la corona en el sector de la moda.
De esta forma, las marcas de culto, o también vistas como marcas emergentes, dan un soplo de aire fresco al mercado de la moda, dando pie a hablar de ellas en muchas ocasiones debido a que llaman la atención y destacan sobre el resto de enseñas. Estas marcas no buscan en ningún caso la fama ni tienen pretensiones, no intentan convencer, solamente llamar la atención. Son firmas que gustan a una minoría, ya que el resto de consumidores de ropa prefieren acudir a las grandes enseñas de la moda. Pero esta minoría es fiel a este tipo de establecimientos. A un paso de convertirse en enseñas que llegan al gran público, muchas de ellas prefieren permanecer en el mundo de las marcas de culto.
Es el caso de marcas como Skunkfunk. Todo empezó en 1996 con una modesta colección de camisetas que en los siguientes cuatro años se convertiría en la marca Skunkfunk. Desde el 2000, su colección ha crecido hasta tener más de 300 prendas de distintas líneas. Hoy en día, su equipo es un grupo de gente de todo el mundo que aporta sus ideas únicas para hacer que la marca sea cada día más funk. Skunfunk cuenta con más de 700 tiendas independientes en 23 países diferentes de tres continentes distintos. La última conquista, el pleno corazón de Manhattan. Su nombre procede de la fusión de una variedad de marihuana (skunk) y de un tipo de música (funk). Su sede central se sitúa en un minúsculo pueblo de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai. Allí fue donde comenzó a gestarse el sueño ‘funk’, a partir de un escueto presupuesto inicial de sólo 20.000 euros.
Divina Providencia también lleva a la práctica la máxima de “no aburrir” de las marcas de culto. Esta firma de moda femenina lleva, desde 1999, sus diseños a aquellas mujeres a las que la moda actual le parece limitada a las menores de 25 años. Su ropa es creativa y divertida, que escapa a los esquemas habituales. Esta anticonvencional moda marcadamente ‘retro’ se inspira, sobre todo, en la década de los 60. La firma de moda 100% española ha abierto, recientemente, un local en Bilbao, sumándose a las tiendas que ya tiene abiertas en ciudades como Santander, Torrelavega, Ciudad Real y Madrid.
Otro caso de firmas de culto o marcas emergentes es el de la enseña con un nombre más que impactante: Cállate la Boca, nacida en 2001. Esta firma, con su estilo informal y divertido utiliza diseños coloristas y sencillos como huevos fritos, lavadoras, furgonetas, robots, magdalenas, etc y los plasma en camisetas, sudaderas, láminas, relojes, alfombras y otros objetos funcionales y cotidianos. Además, esta marca ha cautivado a artistas de la tallqa de El Canto del Loco, La Oreja de Van Gogh o Mikel Erentxun. Gran amigo de Oscar Sala, creador de estos diseños y de la firma Cállate la Boca, este último cantante fue quien le animó a exponer sus divertidos dibujos en su bar de San Sebastián. Incluso en los conciertos de Erentxun, éste llevaba puestas las camisetas de su amigo Oscar para dar publicidad a la marca.