Las jugueterías se la juegan por segunda vez en el año
Después de las fechas navideñas, la otra prueba de fuego para el sector juguetero llega en verano. Es ahora cuando los niños tienen mayor tiempo libre para jugar y cuando las jugueterías han de poner, de nuevo, toda la carne en el asador para incrementar sus ventas. Entre sus estrategias, la tendencia mayor viene dada por la innovación, como lo demuestra la facturación anual de 161 millones de euros obtenida a través de artículos nuevos o mejorados.
El 70% de las ventas de juguetes se realiza en Navidad, según datos de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ), pero el otro 30%, se reparte durante el resto del año, siendo las vacaciones, uno de los momentos más álgidos en ventas de este sector.
Las vacaciones son el momento en que los pequeños tienen más tiempo libre y necesitan con qué entretenerse. Con esta ventaja juegan su verano las franquicias de jugueterías, que ahora, incrementan su volumen de publicidad y lanzan artículos nuevos para conquistar a niños y padres.
Es la innovación una de sus principales bazas para potenciar la competitividad, como lo demuestra la facturación anual de 161 millones de euros, obtenida a través de artículos nuevos o mejorados. De este modo, surgen acciones como la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ) y la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) que han desarrollado una base de datos que ayudará a las empresas a detectar las últimas tendencias en diseño, distribución y nuevos productos.
En este escenario franquicias como Dideco, que lleva en el mercado como empresa desde 1957, mantiene su compromiso con el aprendizaje y la diversión de los niños. Una apuesta que se concreta con una oferta de juguetes educativos, libros infantiles y juveniles y materiales de expresión plástica, que se completan con actividades de ocio. Una franquicia de Dideco requiere una inversión inicial de 118.000 euros y un local de unas dimensiones superiores a los 100 metros cuadrados.
Encontramos también a Eurekakids, que el año pasado consiguió 17 aperturas y su plan de expansión contempla otras 17 para este año. Es una empresa especializada en la comercialización de juguetes didácticos y pedagógicos, cuya inversión inicial es de 110.000 metros cuadrados.
Este sector, además, tiene que hacer frente a una tendencia actual que ha restringido el target hasta los niños de 10 años. A partir de esa edad, los juguetes pasan a competir con la juguetería electrónica y las grandes marcas de moda. A la competencia de artículos se le une la entrada de los grandes de la distribución del sector, los category killer con Toys &lsquo r&rsquo Us como principal referente.
Estas circunstancias dejan un escenario a la franquicia con un sector que aglutina pocas cadenas y con un desarrollo limitado, producto de su escaso bagaje en el mercado o en el sistema de franquicia, a excepción de Imaginarium, la más internacional de las enseñas y que ha conseguido lanzar al mercado otro formato de marca bajo el nombre de Estímulos, con una propuesta más democrática.
Por otro lado, no siempre son las fechas lo que salva las ventas de estas franquicias, en el caso de Magic Factory, con una apuesta importante en las licencias de productos, «depende más de la ubicación del local», asegura el responsable de Expansión Xavier Villa, quien además, habla de conseguir «facturaciones muy importantes en centros comerciales y en zonas turísticas con temporadas en alza».
A estas enseñas se une Jugueterías Poly que da un paso más en el mundo de los juguetes y lo amplía con artículos para hobbies o la cadena Gleis, que también comercializa juegos para adultos y para la tercera edad.