Las pymes españolas reducen su dificultad financiera
La dificultad de las Pymes españolas para hacer frente a sus compromisos financieros se redujo un 15% en 2005 y se situó en el nivel más bajo en los últimos nueve años, según un informe de la división de riesgos de Standard & Poors (S&P) En éste se prevé que esta mejora continúe en 2006.
Según el estudio, elaborado entre más de 301.000 empresas privadas españolas con un volumen de facturación de entre uno y 300 millones de euros, sólo el 1% de las mismas sufrirán dificultades financieras durante el próximo año, lo que supone una mejora del 15% con respecto al año anterior.
El estudio muestra una correlación entre el aumento del Producto Interior Bruto (PIB) y la mejora de la salud financiera de las empresas, a pesar de que el resultado es diferente en función de los sectores. Además, la salud financiera de las empresas sirve como indicador del rendimiento económico del país a largo plazo.
Las empresas de los sectores químico, médico y minero son las que registrarán un menor nivel de riesgo durante este ejercicio y el siguiente. Las mayores tasas de incumplimiento se producen en el sector de productos industriales. El mayor riesgo de incumplimiento corresponde a construcción y productos de consumo.
Por regiones, las empresas situadas en las islas y en el centro y Norte de España son las que se encuentran en una mejor situación. Las pymes se han beneficiado del largo periodo de gran expansión que ha experimentado la economía española, explicó Jean Michel Six, responsable de economía europea de S&P
La agencia calcula que el aumento del PIB se sitúe en el 3,2% durante 2006, a pesar de que la ralentización en el sector de la construcción podría situar la tasa de crecimiento por debajo del 3%. Estas condiciones favorables han contribuido de manera significativa a los bajísimos porcentajes de incumplimiento que estamos observando, añadió Six.
Pese al fuerte crecimiento, el alto nivel de inflación sigue siendo preocupando. Hemos observado una inflación de una media del 3,4% este año en España, frente al 2,2% de la eurozona, según Six. Esto nos indica que la productividad global española necesita alcanzar la de sus vecinos si quiere elevar su competitividad dentro de los mercados mundiales.