Llegan las rebajas de verano
En Madrid han comenzado las rebajas, a las que se irán sumando progresivamente el resto del país y en las que cada español gastará una media de 135 euros.
Las rebajas llegarán el jueves a Castilla-La Mancha y el próximo lunes a Valencia. El resto de comunidades estrenarán la temporada de rebajas el primer día de julio.
Será en la capital de España, como todos los años, donde se registrará el mayor gasto por habitante, 15 euros por encima de la media nacional, según cálculos de la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU). De los 150 euros que saldrán de los bolsillos de cada madrileño, 84 irán dedicados a comprar ropa (12 menos que en las rebajas de invierno).
Los artículos textiles suelem ser el principal objeto de deseo de las rebajas. La Asociación Empresarial de Comercio Textil y Complementos (Acotex) calcula que en este periodo los comerciantes del sector facturarán el 12% del total del año.
La temporada de saldos favorece a compradores y a empresarios. Lo que se pretende es hacer liquidez para volver a invertir en la temporada siguiente, que comenzará a finales de julio o comienzos de agosto, explica el presidente de Acotex, Hilario Alfar. Subraya que «no se fabrica para rebajas, porque es el mismo producto el que se rebaja y con la misma calidad pero un 30, 40 ó 50% más barato que en temporada».
Ojo a las ofertas
Hay que tener en cuenta que las rebajas son de precio, no deben tener menor calidad. CECU recuerda que los artículos objeto de venta en rebajas deben haber estado incluidos con anterioridad y durante un plazo mínimo de un mes en la oferta habitual de ventas y no podrán haber estado sujetos a promociones anteriores.
Se considera falta leve el no hacer figurar en los artículos rebajados los precios habituales de los mismos y falta grave el ofrecer como rebajados artículos defectuosos, o también que el comercio los haya comprado expresamente para ofrecerlos en rebajas. Este tipo de infracciones tienen una multa que oscila entre los 3.000 y 15.000 euros.
La duración de las rebajas es por ley como mínimo de una semana y como máximo de dos meses. Las grandes firmas suelen estirar al máximo este periodo e incluso es habitual la introducción de unas segundas rebajas para rematar los saldos que van quedando esquinados.